Decir que el vallenato no es narrativo y no es poético es impreciso y deja la sensación de desconocimiento, en lugar de ser una verdad tal como se anuncia. Para justificar eso hay que exagerar. Es obvio que esto tiene su parte buena, nos pone a investigar. Pero yo no sé por qué tenemos que […]
Decir que el vallenato no es narrativo y no es poético es impreciso y deja la sensación de desconocimiento, en lugar de ser una verdad tal como se anuncia. Para justificar eso hay que exagerar. Es obvio que esto tiene su parte buena, nos pone a investigar. Pero yo no sé por qué tenemos que esperar que en Barranquilla nos digan cómo es el vallenato, solo porque quienes lo dicen allá son académicos, o sea, aquí no tenemos académicos que hagan un estudio serio y creíble. El rigor académico ha sido siempre injusto con las manifestaciones populares, en Barranquilla lo vetaron un tiempo largo; no sonaba en ninguna emisora, ni en las discotecas.
A lo dicho arriba yo le agrego: si el vallenato no es poético, entonces tampoco es romántico, si no es romántico, toca decir que es en extremo lírico, el lirismo es introspección: pensamiento y sentimiento, y no olviden que el altar de las canciones vallenatas ha sido siempre la mujer, ¿cómo deslindar a la mujer de lo poético y lo romántico?
¿Cómo se puede separar la descripción de la narrativa? Si el vallenato no es narrativo y no es poético, entonces el vallenato ¡es nada! Es mejor que no nos ayuden tanto. Con una sola canción que encontremos de narrativa nos toca considerar que hay narrativa en el vallenato, igual la poesía y la lírica, y les aseguro que no van a encontrar una, abundan en nuestra música las historias, y más canciones revestidas de poesía para la mujer. Los compositores vallenatos sin ser académicos aplicamos; hipérbole, anáfora, símil, metáfora, personificación, retruécano, etc., que son herramientas de la poesía, y se han aplicado desde Tobías Enrique Pumarejo. Preguntas: ¿y la elegía, el costumbrismo, la protesta, lo religioso, picaresca, ecológico? Por estas razones no es descabellado que Juan Gossaín diga que el vallenato es un género literario.
Estudian la literatura vallenata y emiten sus conceptos, pero ignoran que las melodías también dicen cosas, igual los arreglos; en las melodías también hay lírica, romanticismo, acompañamiento a la poesía.
Los compositores trabajamos la literatura de una canción con: introducción, desarrollo y fin. Se llama narrativa breve, no nos exigen la narrativa de Cien años de Soledad. En cuatro minutos y medio se cuenta una historia real o ficticia; eso era lo que más admiraba Gabriel García Márquez, la capacidad de síntesis del autor vallenato.
Decir que el vallenato no es narrativo y no es poético es impreciso y deja la sensación de desconocimiento, en lugar de ser una verdad tal como se anuncia. Para justificar eso hay que exagerar. Es obvio que esto tiene su parte buena, nos pone a investigar. Pero yo no sé por qué tenemos que […]
Decir que el vallenato no es narrativo y no es poético es impreciso y deja la sensación de desconocimiento, en lugar de ser una verdad tal como se anuncia. Para justificar eso hay que exagerar. Es obvio que esto tiene su parte buena, nos pone a investigar. Pero yo no sé por qué tenemos que esperar que en Barranquilla nos digan cómo es el vallenato, solo porque quienes lo dicen allá son académicos, o sea, aquí no tenemos académicos que hagan un estudio serio y creíble. El rigor académico ha sido siempre injusto con las manifestaciones populares, en Barranquilla lo vetaron un tiempo largo; no sonaba en ninguna emisora, ni en las discotecas.
A lo dicho arriba yo le agrego: si el vallenato no es poético, entonces tampoco es romántico, si no es romántico, toca decir que es en extremo lírico, el lirismo es introspección: pensamiento y sentimiento, y no olviden que el altar de las canciones vallenatas ha sido siempre la mujer, ¿cómo deslindar a la mujer de lo poético y lo romántico?
¿Cómo se puede separar la descripción de la narrativa? Si el vallenato no es narrativo y no es poético, entonces el vallenato ¡es nada! Es mejor que no nos ayuden tanto. Con una sola canción que encontremos de narrativa nos toca considerar que hay narrativa en el vallenato, igual la poesía y la lírica, y les aseguro que no van a encontrar una, abundan en nuestra música las historias, y más canciones revestidas de poesía para la mujer. Los compositores vallenatos sin ser académicos aplicamos; hipérbole, anáfora, símil, metáfora, personificación, retruécano, etc., que son herramientas de la poesía, y se han aplicado desde Tobías Enrique Pumarejo. Preguntas: ¿y la elegía, el costumbrismo, la protesta, lo religioso, picaresca, ecológico? Por estas razones no es descabellado que Juan Gossaín diga que el vallenato es un género literario.
Estudian la literatura vallenata y emiten sus conceptos, pero ignoran que las melodías también dicen cosas, igual los arreglos; en las melodías también hay lírica, romanticismo, acompañamiento a la poesía.
Los compositores trabajamos la literatura de una canción con: introducción, desarrollo y fin. Se llama narrativa breve, no nos exigen la narrativa de Cien años de Soledad. En cuatro minutos y medio se cuenta una historia real o ficticia; eso era lo que más admiraba Gabriel García Márquez, la capacidad de síntesis del autor vallenato.