Los pobladores denunciaron que los malos olores y la proliferación de moscas por los pozos sépticos que hay en el caserío de La Mesa están llegando al límite de su capacidad, y temen que se desborden con las fuertes lluvias.
Los habitantes del caserío de La Mesa, perteneciente al corregimiento de Azúcar Buena, ubicado a 2.5 kilómetros de Valledupar, denunciaron que la falta de un sistema de saneamiento básico está causando que las aguas residuales que son vertidas en los pozos sépticos de la mayoría de las viviendas de esa zona atraigan moscas, insectos y los malos olores inunden las calles de ese territorio.
De acuerdo con el presidente de las Asocomunas de los corregimientos del norte, Iván Hinojosa, las más de 300 viviendas edificadas en La Mesa sufren la misma problemática porque alrededor del 95 % de la población ante la falta de un sistema de tratamiento de aguas residuales hizo pozos para mitigar la dificultad.
“La única solución es que en La Mesa se construya un sistema de alcantarillado porque no es posible que siga avanzando el tiempo y algo tan básico como el servicio de tratamiento de aguas residuales brille por su ausencia. Cuando se iniciaron las labores de pavimentación se le dijo a la administración de la necesidad de subsanar dicha dificultad primero, pero no se hizo nada”, manifestó Hinojosa.
Explicó que en ese territorio por cuestiones de la composición del suelo las aguas residuales no son absorbidas en su totalidad por el terreno, por lo que los pozos sépticos se mantienen casi llenas. En ese sentido, la población está preocupada porque en caso de que llueva fuerte podrían rebosarse y sus viviendas se inundarían de aguas servidas.
Yanitce Gutiérrez, habitante de La Mesa, comentó que el pozo séptico que está en el patio de su hogar a veces se desborda porque en su casa viven cinco adultos y dos niños que hacen sus necesidades, y que de igual manera se bañan, por lo que la cantidad de aguas residuales que producen sobrepasa la capacidad del mismo.
Comentó que cuando el verano es muy fuerte en esa zona las aguas se evaporan y los malos olores “se vuelven tan insoportables que la putrefacción se siente hasta en los alimentos”. Acotó que también es un peligro para sus hijos pequeños porque a pesar de que el pozo séptico tiene una tapa de madera, la tierra alrededor es muy blanda y teme que un día cuando los jóvenes salgan al patio a caminar el terreno alrededor de este, ceda y caigan.
“Nosotros no tenemos un problema fitosanitario peor porque Dios es grande y no ha dejado que caiga un agujero que explote los pozos sépticos. La mayoría están en malas condiciones porque tienen años y los hizo la misma comunidad sin apoyo de nadie para no tener que verter las aguas residuales en las calles. Necesitamos un alcantarillado, no aguantamos seguir viviendo así”, comentó Gutiérrez.
Cabe recordar que en noviembre de 2014 en la invasión conocida en ese entonces como Los Cocos, en el municipio de Aguachica, un menor de nueve años murió al caer en un pozo séptico. De acuerdo con los habitantes del sector, el hecho ocurrió cuando el niño jugaba con una pelota y esta cayó en el patio vecino, al intentar recogerla el terreno al borde del pozo de dos metros de profundidad cedió.
El diario EL PILÓN intentó comunicarse con la jefa de la Oficina Asesora de Planeación Municipal, Cecilia Castro, para conocer si tiene conocimiento de las denuncias de los habitantes del caserío de La Mesa, pero resultó infructuoso porque no contestó las llamadas ni mensajes.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb
Los pobladores denunciaron que los malos olores y la proliferación de moscas por los pozos sépticos que hay en el caserío de La Mesa están llegando al límite de su capacidad, y temen que se desborden con las fuertes lluvias.
Los habitantes del caserío de La Mesa, perteneciente al corregimiento de Azúcar Buena, ubicado a 2.5 kilómetros de Valledupar, denunciaron que la falta de un sistema de saneamiento básico está causando que las aguas residuales que son vertidas en los pozos sépticos de la mayoría de las viviendas de esa zona atraigan moscas, insectos y los malos olores inunden las calles de ese territorio.
De acuerdo con el presidente de las Asocomunas de los corregimientos del norte, Iván Hinojosa, las más de 300 viviendas edificadas en La Mesa sufren la misma problemática porque alrededor del 95 % de la población ante la falta de un sistema de tratamiento de aguas residuales hizo pozos para mitigar la dificultad.
“La única solución es que en La Mesa se construya un sistema de alcantarillado porque no es posible que siga avanzando el tiempo y algo tan básico como el servicio de tratamiento de aguas residuales brille por su ausencia. Cuando se iniciaron las labores de pavimentación se le dijo a la administración de la necesidad de subsanar dicha dificultad primero, pero no se hizo nada”, manifestó Hinojosa.
Explicó que en ese territorio por cuestiones de la composición del suelo las aguas residuales no son absorbidas en su totalidad por el terreno, por lo que los pozos sépticos se mantienen casi llenas. En ese sentido, la población está preocupada porque en caso de que llueva fuerte podrían rebosarse y sus viviendas se inundarían de aguas servidas.
Yanitce Gutiérrez, habitante de La Mesa, comentó que el pozo séptico que está en el patio de su hogar a veces se desborda porque en su casa viven cinco adultos y dos niños que hacen sus necesidades, y que de igual manera se bañan, por lo que la cantidad de aguas residuales que producen sobrepasa la capacidad del mismo.
Comentó que cuando el verano es muy fuerte en esa zona las aguas se evaporan y los malos olores “se vuelven tan insoportables que la putrefacción se siente hasta en los alimentos”. Acotó que también es un peligro para sus hijos pequeños porque a pesar de que el pozo séptico tiene una tapa de madera, la tierra alrededor es muy blanda y teme que un día cuando los jóvenes salgan al patio a caminar el terreno alrededor de este, ceda y caigan.
“Nosotros no tenemos un problema fitosanitario peor porque Dios es grande y no ha dejado que caiga un agujero que explote los pozos sépticos. La mayoría están en malas condiciones porque tienen años y los hizo la misma comunidad sin apoyo de nadie para no tener que verter las aguas residuales en las calles. Necesitamos un alcantarillado, no aguantamos seguir viviendo así”, comentó Gutiérrez.
Cabe recordar que en noviembre de 2014 en la invasión conocida en ese entonces como Los Cocos, en el municipio de Aguachica, un menor de nueve años murió al caer en un pozo séptico. De acuerdo con los habitantes del sector, el hecho ocurrió cuando el niño jugaba con una pelota y esta cayó en el patio vecino, al intentar recogerla el terreno al borde del pozo de dos metros de profundidad cedió.
El diario EL PILÓN intentó comunicarse con la jefa de la Oficina Asesora de Planeación Municipal, Cecilia Castro, para conocer si tiene conocimiento de las denuncias de los habitantes del caserío de La Mesa, pero resultó infructuoso porque no contestó las llamadas ni mensajes.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb