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Columnista - 6 mayo, 2022

Habemus rey…Rey de Reyes, un señor acordeonero

Llevo en mi mente la fecha de mi partida, al pensar lo lejos que estaré del festival, porque al recordar forma parte de mi vida

Llevo en mi mente la fecha de mi partida, al pensar lo lejos que estaré del festival, porque al recordar forma parte de mi vida, ese cielo azul que cubría a Valledupar, firmara mi ausencia la Plaza Francisco El Hombre y buenos amigos que siempre recordaré, Ovidio Granados que acompañó mis canciones, en los festivales que con el me presenté

El aparte transcrito corresponde a la canción titulada “Despedida del festival” de la autoría de Luis Francisco Mendoza Pitre, gran compositor y promotor de agrupaciones vallenatas en nuestro país y también en Venezuela, fue conocida con la voz de Jorge Oñate, que con ‘Los Hermanos López’ la incluyeron en el LP ‘El cantor de Fonseca’ en 1973, la cual hemos recordado en este día cuando ya se ha bajado el telón del papá de los festivales vallenatos que se realizan en todo el mundo.

Terminó otra edición Rey de Reyes, los triunfadores tienen ya sus premios bajo el sobaco, y su presencia en el cuadro de honor entre los Reyes de Reyes es primacía de su bendecida realidad,  Almes Granados  fue declarado  ganador, ante un jurado de visión tradicional  que ponderó  su nota disciplinada, segura, y sin espectacularidad, aunque pensé durante su presentación que pudo haber elegido un paseo que le hubiera permitido mayor lucimiento,  considero que fue una final bastante pareja, por lo menos tres de los que se encarapitaron en el pódium durante la final para dirimir el mejor hicieron méritos para llevarse la corona, pero no había sino una, y le tocó al ligeramente mejor entre los mejores, me hubiera gustado ver allí compitiendo este año a Omar Geles Cristian Camilo y a Sergio Luis.

Insistimos en la necesidad de que se gestione con todos los canales institucionales por parte de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata para hacer posible la transmisión en directo de todos los eventos, no es de buen recibo que durante la  mayor parte del desarrollo del certamen fuera de Valledupar no se sepa que está sucediendo en las competencias, la información es precaria, cada vez las notas que se hacen en los noticieros nacionales sobre el evento son  más intrascendentes, light, breves, superficiales y llenas de lugares comunes, y con el error de darle más importancia a las galas que a las finales,  los grandes ausentes en los reportajes son precisamente los que deberían ser los más importantes pero no lo son, los competidores.

Fue un certamen grande, concurrido como siempre, con agradables sorpresas, pero después de un análisis sobre las conveniencias y sus inconveniencias, hemos llegado a la conclusión que se debe elegir Rey de Reyes cada diez años y no cada cinco, porque podría la fundación terminar siendo  víctima de su propio invento, creo que se estaría des impactando el tema, igual se requiere motivar a los reyes para una mayor participación, se hace indispensable introducir entre los premios algo mediático, impactante, actual, materialmente atractivo y visible, por ejemplo, que tal, si colocan en exposición  una camioneta Toyota de alta gama en alguno de los Centros Comerciales de la ciudad durante la última semana de las inscripciones, anunciando “Aquí se va de paseo el Rey de Reyes y su familia”, no olvidemos que las vainas entran por los ojos, y quien no se va a querer encarapitarse allí?. La Fundación es autónoma para decidir, es solo un consejo que no nos están pidiendo, por algo así, cualquiera se anima a asumir el riesgo, y se sacarán chispas entre ellos.

Agradable que hayan merodeado los alares del certamen  algunos que están llamados a aportar para que no resulte nugatorio el Plan Especial de Salvaguardia de la música vallenata tradicional, es bueno que entiendan que para hacerse los locos con lo que está sucediendo también hay que tener juicio, no hay que seguir permitiendo que se llame vallenato a todo lo que están grabando con acordeón, justificarlo es fatal, no hacer nada es servir de idiotas útiles a sus sepultureros, lo comercial debe llevarse a sus justas proporciones para que lo folclórico no muera, todo no se puede sacrificar por la plata, hay bienes culturales intangibles que están por encima de los negocios, y pueden convivir sin sacarse a codazos, sin que el uno acabe con el otro.

Finalmente, creo que llego el momento de analizar la posibilidad de que en los festivales incluido el de La Leyenda Vallenata, se institucionalice el cuadro de honor también de aquellos que han sido exaltados como “Fuera de concurso”, porque lo que hoy se observa es que esto son los que quedan “Fuera del concurso”, nadie más los recuerda, y se infiere que tal distinción se les hace porque están por encima del rey inclusive, ese cuadro lo deberían encabezar en Valledupar Nafer Duran y Juancho Polo Valencia.

Columnista
6 mayo, 2022

Habemus rey…Rey de Reyes, un señor acordeonero

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Eduardo Acosta Medina

Llevo en mi mente la fecha de mi partida, al pensar lo lejos que estaré del festival, porque al recordar forma parte de mi vida


Llevo en mi mente la fecha de mi partida, al pensar lo lejos que estaré del festival, porque al recordar forma parte de mi vida, ese cielo azul que cubría a Valledupar, firmara mi ausencia la Plaza Francisco El Hombre y buenos amigos que siempre recordaré, Ovidio Granados que acompañó mis canciones, en los festivales que con el me presenté

El aparte transcrito corresponde a la canción titulada “Despedida del festival” de la autoría de Luis Francisco Mendoza Pitre, gran compositor y promotor de agrupaciones vallenatas en nuestro país y también en Venezuela, fue conocida con la voz de Jorge Oñate, que con ‘Los Hermanos López’ la incluyeron en el LP ‘El cantor de Fonseca’ en 1973, la cual hemos recordado en este día cuando ya se ha bajado el telón del papá de los festivales vallenatos que se realizan en todo el mundo.

Terminó otra edición Rey de Reyes, los triunfadores tienen ya sus premios bajo el sobaco, y su presencia en el cuadro de honor entre los Reyes de Reyes es primacía de su bendecida realidad,  Almes Granados  fue declarado  ganador, ante un jurado de visión tradicional  que ponderó  su nota disciplinada, segura, y sin espectacularidad, aunque pensé durante su presentación que pudo haber elegido un paseo que le hubiera permitido mayor lucimiento,  considero que fue una final bastante pareja, por lo menos tres de los que se encarapitaron en el pódium durante la final para dirimir el mejor hicieron méritos para llevarse la corona, pero no había sino una, y le tocó al ligeramente mejor entre los mejores, me hubiera gustado ver allí compitiendo este año a Omar Geles Cristian Camilo y a Sergio Luis.

Insistimos en la necesidad de que se gestione con todos los canales institucionales por parte de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata para hacer posible la transmisión en directo de todos los eventos, no es de buen recibo que durante la  mayor parte del desarrollo del certamen fuera de Valledupar no se sepa que está sucediendo en las competencias, la información es precaria, cada vez las notas que se hacen en los noticieros nacionales sobre el evento son  más intrascendentes, light, breves, superficiales y llenas de lugares comunes, y con el error de darle más importancia a las galas que a las finales,  los grandes ausentes en los reportajes son precisamente los que deberían ser los más importantes pero no lo son, los competidores.

Fue un certamen grande, concurrido como siempre, con agradables sorpresas, pero después de un análisis sobre las conveniencias y sus inconveniencias, hemos llegado a la conclusión que se debe elegir Rey de Reyes cada diez años y no cada cinco, porque podría la fundación terminar siendo  víctima de su propio invento, creo que se estaría des impactando el tema, igual se requiere motivar a los reyes para una mayor participación, se hace indispensable introducir entre los premios algo mediático, impactante, actual, materialmente atractivo y visible, por ejemplo, que tal, si colocan en exposición  una camioneta Toyota de alta gama en alguno de los Centros Comerciales de la ciudad durante la última semana de las inscripciones, anunciando “Aquí se va de paseo el Rey de Reyes y su familia”, no olvidemos que las vainas entran por los ojos, y quien no se va a querer encarapitarse allí?. La Fundación es autónoma para decidir, es solo un consejo que no nos están pidiendo, por algo así, cualquiera se anima a asumir el riesgo, y se sacarán chispas entre ellos.

Agradable que hayan merodeado los alares del certamen  algunos que están llamados a aportar para que no resulte nugatorio el Plan Especial de Salvaguardia de la música vallenata tradicional, es bueno que entiendan que para hacerse los locos con lo que está sucediendo también hay que tener juicio, no hay que seguir permitiendo que se llame vallenato a todo lo que están grabando con acordeón, justificarlo es fatal, no hacer nada es servir de idiotas útiles a sus sepultureros, lo comercial debe llevarse a sus justas proporciones para que lo folclórico no muera, todo no se puede sacrificar por la plata, hay bienes culturales intangibles que están por encima de los negocios, y pueden convivir sin sacarse a codazos, sin que el uno acabe con el otro.

Finalmente, creo que llego el momento de analizar la posibilidad de que en los festivales incluido el de La Leyenda Vallenata, se institucionalice el cuadro de honor también de aquellos que han sido exaltados como “Fuera de concurso”, porque lo que hoy se observa es que esto son los que quedan “Fuera del concurso”, nadie más los recuerda, y se infiere que tal distinción se les hace porque están por encima del rey inclusive, ese cuadro lo deberían encabezar en Valledupar Nafer Duran y Juancho Polo Valencia.