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Columnista - 15 junio, 2012

Gustavo Gutiérrez Cabello, el homenajeado del Festival 2013

Por: Jorge Naim Ruíz. En una columna anterior que titulamos ¿Cuál de los tres? dimos algunas de las muchas razones por las que podría homenajearse a tres grandes cultores del folclor vallenato: Alfredo Gutiérrez, Andrés “El Turco” Gil y Gustavo Gutiérrez Cabello; la Fundación ha decidido, en su real saber y entender, que la versión […]

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Por: Jorge Naim Ruíz.

En una columna anterior que titulamos ¿Cuál de los tres? dimos algunas de las muchas razones por las que podría homenajearse a tres grandes cultores del folclor vallenato: Alfredo Gutiérrez, Andrés “El Turco” Gil y Gustavo Gutiérrez Cabello; la Fundación ha decidido, en su real saber y entender, que la versión 46ª del Festival de la Leyenda Vallenata será dedicada al “Flaco de oro” decisión que suponemos no fue nada fácil por la calidad y hoja de vida de los postulados. Sin embargo hoy repetimos que los tres tienen suficientes méritos para ser homenajeados y solo se necesitaba escoger el orden.

A nadie le cabe duda sobre la gloria que le ha dado al folclor vallenato el compositor lírico por excelencia que tiene nuestra música, algunos le adjudican la paternidad del vallenato romántico. Gustavo Gutiérrez Cabello es y será un referente en la historia de la cultura Caribe, por eso en nada nos debe extrañar que sea el homenajeado el próximo año en el marco del Festival de la Leyenda Vallenata.

“El Flaco de Oro”o “Tavo”, Gustavo Enrique Gutiérrez Cabello, cumplirá el próximo doce de septiembre 72 años de haber nacido en Valledupar, precisamente en plena Plaza Alfonso López, el emblemático lugar donde naciera el Festival que a él mismo le tocó organizar en varias ocasiones, como Director de Turismo del Cesar.

Cuando “Tavo” inició a componer y pretendió cantar sus canciones como vallenato, algunos se le burlaban y le reprochaban porque les sonaba cualquier otro género romántico, menos vallenato que, por aquellas épocas, se caracterizaba por ser narrativo y costumbrista. Sus canciones, en cambio, de métricas más largas y un lirismo desbordado, más parecían boleros o baladas de las que “El Flaco” acostumbraba a cantar desde niño con su guitarra.

Por esa razón, tal vez, es que la primera canción que se le graba a Gustavo no lo hace un vallenato clásico, sino precisamente al que se llamó “El rebelde del acordeón” Alfredo Gutiérrez, quien era -por entonces- uno de los pocos músicos vallenatos que sin ningún temor incursionaba en otros estilos y aires distintos de los tradicionales, por eso es que Confidencias, su primera canción llevada al acetato, podría estar entre las bases del vallenato romántico o lirico, el que sus condiscípulos Fredy Molina y Octavio Daza también por la misma época componían.

Después que le grabara Confidencias Alfredo Gutiérrez, vino la Billo´s Caracas Boys y Pacho Galán, casi simultáneamente, a grabarle La Espina, y a partir de ese momento fue cuando se dieron cuenta los artistas vallenatos de que las canciones de Gustavo Gutiérrez tenían un altísimo nivel estético, de raices vallenatas y entonces no pararon de grabarle Zuleta, Oñate, Diomedes, Zabaleta, El Binomio y todo aquel que quisiera tener un éxito.

La guitarra y la concertina o acordeón a piano han sido los instrumentos con los que Gustavo ha compuesto y cantado sus canciones, hoy día es muy común verlo como intérprete de sus éxitos por todo el territorio nacional, e incluso, es solicitado del exterior para amenizar espectáculos públicos y privados en los que presenta un show de mucha altura.

El Gustavo Gutiérrez que yo he conocido es un hombre taciturno, melancólico e idealista, pero sobre todo un enamorado de lo que lo rodea: mujeres, amigos, naturaleza y – especialmente- de sus canciones. Cuando las canta uno se da cuenta que ningún intérprete lo puede hacer mejor, el dejo de su voz cancina, la sencillez de la interpretación y la atmósfera poética de su cantar, lo hace inconfundible y único en su estilo.

El homenajeado por el Festival vallenato número 46 es también un administrador de empresas egresado de la Escuela de Administración de Negocios de Bogotá. Le tiene mucho miedo a montar en avión y solo lo hace por el placer que le da interpretar sus cantos y entregarle una rosa a las mujeres que deliran y sueñan con sus versos románticos.

“El Flaco de Oro” ha ganado la canción inédita del Festival Vallenato en dos oportunidades: (1969) Rumores de viejas voces y (1982) Paisaje de Sol. Ha sido homenajeado por el Congreso de la República y por varios festivales del País. Entre sus tantos éxitos se cuentan: Así fue mi querer, Camino largo, Tanto que te canto, Lloraré, Calma mi melancolía, Mi novia querida, calma mi melancolía, De tanto Verte, Corazón Martirizado, Se te nota en la mirada, No pido más, A un lado del camino, Sin medir distancia, Mi niño se creció, El cariño de mi pueblo, Parrandas inolvidables, Recuérdame, Regalo mis canciones, Aquella guitarra, Como pudo terminar, El cariño de madre, El perdón.

******************************

COLOFÓN: Se avecinan los Festivales de “Danzas y Tamboras” en Chimichagua y de “Canciones Samuel Martínez”, en La Loma –Cesar, a finales de junio el primero y a mediados de julio el segundo. Se supone que mi amigo y compadre Juan Rincón Vanegas, tiene el alma en uno y el corazón en el otro.

[email protected] Twiter: @jorgenainruiz

Columnista
15 junio, 2012

Gustavo Gutiérrez Cabello, el homenajeado del Festival 2013

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

Por: Jorge Naim Ruíz. En una columna anterior que titulamos ¿Cuál de los tres? dimos algunas de las muchas razones por las que podría homenajearse a tres grandes cultores del folclor vallenato: Alfredo Gutiérrez, Andrés “El Turco” Gil y Gustavo Gutiérrez Cabello; la Fundación ha decidido, en su real saber y entender, que la versión […]


Por: Jorge Naim Ruíz.

En una columna anterior que titulamos ¿Cuál de los tres? dimos algunas de las muchas razones por las que podría homenajearse a tres grandes cultores del folclor vallenato: Alfredo Gutiérrez, Andrés “El Turco” Gil y Gustavo Gutiérrez Cabello; la Fundación ha decidido, en su real saber y entender, que la versión 46ª del Festival de la Leyenda Vallenata será dedicada al “Flaco de oro” decisión que suponemos no fue nada fácil por la calidad y hoja de vida de los postulados. Sin embargo hoy repetimos que los tres tienen suficientes méritos para ser homenajeados y solo se necesitaba escoger el orden.

A nadie le cabe duda sobre la gloria que le ha dado al folclor vallenato el compositor lírico por excelencia que tiene nuestra música, algunos le adjudican la paternidad del vallenato romántico. Gustavo Gutiérrez Cabello es y será un referente en la historia de la cultura Caribe, por eso en nada nos debe extrañar que sea el homenajeado el próximo año en el marco del Festival de la Leyenda Vallenata.

“El Flaco de Oro”o “Tavo”, Gustavo Enrique Gutiérrez Cabello, cumplirá el próximo doce de septiembre 72 años de haber nacido en Valledupar, precisamente en plena Plaza Alfonso López, el emblemático lugar donde naciera el Festival que a él mismo le tocó organizar en varias ocasiones, como Director de Turismo del Cesar.

Cuando “Tavo” inició a componer y pretendió cantar sus canciones como vallenato, algunos se le burlaban y le reprochaban porque les sonaba cualquier otro género romántico, menos vallenato que, por aquellas épocas, se caracterizaba por ser narrativo y costumbrista. Sus canciones, en cambio, de métricas más largas y un lirismo desbordado, más parecían boleros o baladas de las que “El Flaco” acostumbraba a cantar desde niño con su guitarra.

Por esa razón, tal vez, es que la primera canción que se le graba a Gustavo no lo hace un vallenato clásico, sino precisamente al que se llamó “El rebelde del acordeón” Alfredo Gutiérrez, quien era -por entonces- uno de los pocos músicos vallenatos que sin ningún temor incursionaba en otros estilos y aires distintos de los tradicionales, por eso es que Confidencias, su primera canción llevada al acetato, podría estar entre las bases del vallenato romántico o lirico, el que sus condiscípulos Fredy Molina y Octavio Daza también por la misma época componían.

Después que le grabara Confidencias Alfredo Gutiérrez, vino la Billo´s Caracas Boys y Pacho Galán, casi simultáneamente, a grabarle La Espina, y a partir de ese momento fue cuando se dieron cuenta los artistas vallenatos de que las canciones de Gustavo Gutiérrez tenían un altísimo nivel estético, de raices vallenatas y entonces no pararon de grabarle Zuleta, Oñate, Diomedes, Zabaleta, El Binomio y todo aquel que quisiera tener un éxito.

La guitarra y la concertina o acordeón a piano han sido los instrumentos con los que Gustavo ha compuesto y cantado sus canciones, hoy día es muy común verlo como intérprete de sus éxitos por todo el territorio nacional, e incluso, es solicitado del exterior para amenizar espectáculos públicos y privados en los que presenta un show de mucha altura.

El Gustavo Gutiérrez que yo he conocido es un hombre taciturno, melancólico e idealista, pero sobre todo un enamorado de lo que lo rodea: mujeres, amigos, naturaleza y – especialmente- de sus canciones. Cuando las canta uno se da cuenta que ningún intérprete lo puede hacer mejor, el dejo de su voz cancina, la sencillez de la interpretación y la atmósfera poética de su cantar, lo hace inconfundible y único en su estilo.

El homenajeado por el Festival vallenato número 46 es también un administrador de empresas egresado de la Escuela de Administración de Negocios de Bogotá. Le tiene mucho miedo a montar en avión y solo lo hace por el placer que le da interpretar sus cantos y entregarle una rosa a las mujeres que deliran y sueñan con sus versos románticos.

“El Flaco de Oro” ha ganado la canción inédita del Festival Vallenato en dos oportunidades: (1969) Rumores de viejas voces y (1982) Paisaje de Sol. Ha sido homenajeado por el Congreso de la República y por varios festivales del País. Entre sus tantos éxitos se cuentan: Así fue mi querer, Camino largo, Tanto que te canto, Lloraré, Calma mi melancolía, Mi novia querida, calma mi melancolía, De tanto Verte, Corazón Martirizado, Se te nota en la mirada, No pido más, A un lado del camino, Sin medir distancia, Mi niño se creció, El cariño de mi pueblo, Parrandas inolvidables, Recuérdame, Regalo mis canciones, Aquella guitarra, Como pudo terminar, El cariño de madre, El perdón.

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COLOFÓN: Se avecinan los Festivales de “Danzas y Tamboras” en Chimichagua y de “Canciones Samuel Martínez”, en La Loma –Cesar, a finales de junio el primero y a mediados de julio el segundo. Se supone que mi amigo y compadre Juan Rincón Vanegas, tiene el alma en uno y el corazón en el otro.

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