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Columnista - 19 septiembre, 2019

Grises en las administraciones regionales y locales

La descentralización electoral para elegir alcaldías y gobernaciones no ha dado los resultados esperados, estas instancias se convirtieron en “cuevas de Rolando” y muy pocos de los elegidos saben qué hacer para cumplir con los objetivos públicos establecidos por la ley. Basta mirar los indicadores sociales, la almendra de la administración pública que, si bien […]

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La descentralización electoral para elegir alcaldías y gobernaciones no ha dado los resultados esperados, estas instancias se convirtieron en “cuevas de Rolando” y muy pocos de los elegidos saben qué hacer para cumplir con los objetivos públicos establecidos por la ley. Basta mirar los indicadores sociales, la almendra de la administración pública que, si bien hay excepciones, esta es la regla.

En El Tiempo del pasado domingo 15, se hace referencia a la importancia de la alimentación de la niñez mostrando la inmensa rentabilidad social que tiene una sociedad cuando su niñez es bien alimentada, en especial en los tres primeros años.

Dice que por cada dólar invertido en la nutrición de esta, la sociedad recibiría 45 USD; una altísima elasticidad; la desnutrición de la niñez es una de las principales causas de subdesarrollo pero aquí eso no importa, la plata del PAE se la roban. Hay varias formas de medirla: bajos peso y talla frente a la edad (P/E, T/E) miden desnutrición global y crónica respectivamente, pero si hay bajo peso frente a la talla (P/T), hablamos de desnutrición aguda.

Tanto el Cesar como Valledupar padecen altas tasas de desnutrición crónica (largos periodos de mala alimentación). Según SISPRO (Sistema Integral de Protección en Salud, Ministerio de Salud), la media respectiva del Cesar y Valledupar, entre 2005 y 2015, es de 24.03 y 20.13%; Valledupar obtuvo la 9ª más alta tasa entre capitales y el Cesar la 7ª entre sus pares.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) del 2015 para Colombia fueron de 8%; no los cumplimos. ¿Y, cómo ha variado este indicador? En Valledupar la tasa promedia anual fue de 0.46% en descenso mientras que la del Cesar creció 0.79%. ¿Y, cómo están nuestros pares? Cundinamarca el mejor indicador, 2.3% y Tunja 0.61%. Para ilustrar al lector cuales son nuestras posibilidades, manteniendo el mismo ritmo de variación, Valledupar necesitaría 762 años para tener la tasa media de desnutrición de la niñez, TDN, de Tunja pero el Cesar nunca alcanzaría a Cundinamarca porque, mientras este disminuye, aquel crece.

Para referenciarnos respecto a América Latina, Cuba tiene la mejor TDN, igual a 3%. Pero, la TDN está ligada a la tasa de mortalidad de la niñez, TMN, (0-4 años); por eso he creído oportuno parangonar, también, este indicador con otros entes territoriales; solo comparando sabemos cómo estamos. Las medias respectivas para igual periodo fueron 18.86 y 19.16 muertes por mil nacidos vivos en Valledupar y el Cesar, escalafonados en los puestos 12° y 13° más altos en forma respectiva. Los mejores, Santander con 11.91 y Bucaramanga con 10.73 niños muertos/mil n.v.

En América Latina, Cuba la mejor, 5/1000 n.v. Si las cosas se mantienen (Ceteris Páribus), el Cesar necesitaría 25 años para alcanzar la tasa media (2005-2015) de Santander, y Valledupar lo haría en 46 años frente a Bucaramanga. Por su lado, la tasa de mortalidad materna ha venido creciendo tanto en Valledupar como en el Cesar y ocupan el 10° y 16° más alto puesto respectivamente.

Nuestros mandatarios no son conscientes de la tragedia que vivimos en materia de salud, sus preocupaciones son muy particulares sin importar cuál es el impacto en la calidad de vida de sus gobernados. En 2018 la TDN del Cesar fue 14%; de Valledupar no tenemos información pero seguro no hemos avanzado.

Columnista
19 septiembre, 2019

Grises en las administraciones regionales y locales

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

La descentralización electoral para elegir alcaldías y gobernaciones no ha dado los resultados esperados, estas instancias se convirtieron en “cuevas de Rolando” y muy pocos de los elegidos saben qué hacer para cumplir con los objetivos públicos establecidos por la ley. Basta mirar los indicadores sociales, la almendra de la administración pública que, si bien […]


La descentralización electoral para elegir alcaldías y gobernaciones no ha dado los resultados esperados, estas instancias se convirtieron en “cuevas de Rolando” y muy pocos de los elegidos saben qué hacer para cumplir con los objetivos públicos establecidos por la ley. Basta mirar los indicadores sociales, la almendra de la administración pública que, si bien hay excepciones, esta es la regla.

En El Tiempo del pasado domingo 15, se hace referencia a la importancia de la alimentación de la niñez mostrando la inmensa rentabilidad social que tiene una sociedad cuando su niñez es bien alimentada, en especial en los tres primeros años.

Dice que por cada dólar invertido en la nutrición de esta, la sociedad recibiría 45 USD; una altísima elasticidad; la desnutrición de la niñez es una de las principales causas de subdesarrollo pero aquí eso no importa, la plata del PAE se la roban. Hay varias formas de medirla: bajos peso y talla frente a la edad (P/E, T/E) miden desnutrición global y crónica respectivamente, pero si hay bajo peso frente a la talla (P/T), hablamos de desnutrición aguda.

Tanto el Cesar como Valledupar padecen altas tasas de desnutrición crónica (largos periodos de mala alimentación). Según SISPRO (Sistema Integral de Protección en Salud, Ministerio de Salud), la media respectiva del Cesar y Valledupar, entre 2005 y 2015, es de 24.03 y 20.13%; Valledupar obtuvo la 9ª más alta tasa entre capitales y el Cesar la 7ª entre sus pares.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) del 2015 para Colombia fueron de 8%; no los cumplimos. ¿Y, cómo ha variado este indicador? En Valledupar la tasa promedia anual fue de 0.46% en descenso mientras que la del Cesar creció 0.79%. ¿Y, cómo están nuestros pares? Cundinamarca el mejor indicador, 2.3% y Tunja 0.61%. Para ilustrar al lector cuales son nuestras posibilidades, manteniendo el mismo ritmo de variación, Valledupar necesitaría 762 años para tener la tasa media de desnutrición de la niñez, TDN, de Tunja pero el Cesar nunca alcanzaría a Cundinamarca porque, mientras este disminuye, aquel crece.

Para referenciarnos respecto a América Latina, Cuba tiene la mejor TDN, igual a 3%. Pero, la TDN está ligada a la tasa de mortalidad de la niñez, TMN, (0-4 años); por eso he creído oportuno parangonar, también, este indicador con otros entes territoriales; solo comparando sabemos cómo estamos. Las medias respectivas para igual periodo fueron 18.86 y 19.16 muertes por mil nacidos vivos en Valledupar y el Cesar, escalafonados en los puestos 12° y 13° más altos en forma respectiva. Los mejores, Santander con 11.91 y Bucaramanga con 10.73 niños muertos/mil n.v.

En América Latina, Cuba la mejor, 5/1000 n.v. Si las cosas se mantienen (Ceteris Páribus), el Cesar necesitaría 25 años para alcanzar la tasa media (2005-2015) de Santander, y Valledupar lo haría en 46 años frente a Bucaramanga. Por su lado, la tasa de mortalidad materna ha venido creciendo tanto en Valledupar como en el Cesar y ocupan el 10° y 16° más alto puesto respectivamente.

Nuestros mandatarios no son conscientes de la tragedia que vivimos en materia de salud, sus preocupaciones son muy particulares sin importar cuál es el impacto en la calidad de vida de sus gobernados. En 2018 la TDN del Cesar fue 14%; de Valledupar no tenemos información pero seguro no hemos avanzado.