Rindo con este artículo, un homenaje a todos aquellos que haciendo uso de la libertad de expresión, y corriendo el riesgo de ser víctimas de la intolerancia, se atreven a decir lo que piensan, y muy especialmente a Diego Felipe Becerra, joven artista bogotano, vilmente asesinado, por agentes del Estado, hace dos años y cuyo delito aún se mantiene en la impunidad.
Por Darío Arregocés
Rindo con este artículo, un homenaje a todos aquellos que haciendo uso de la libertad de expresión, y corriendo el riesgo de ser víctimas de la intolerancia, se atreven a decir lo que piensan, y muy especialmente a Diego Felipe Becerra, joven artista bogotano, vilmente asesinado, por agentes del Estado, hace dos años y cuyo delito aún se mantiene en la impunidad.
La palabra Graffiti, según el diccionario Pequeño Larousse, es un sustantivo masculino, plural (voz italiana) que significa inscripción o dibujo realizado sobre la pared. Es utilizado desde antigüedad, solo que se conoce con el nombre de grafito.
Las personas dedicadas al arte de losgrafitis, por lo general jóvenes estudiantes, son estigmatizadas como “anarquistas” y algunos son multados, por atentar contra el medio ambiente, por aquello de la contaminación visual, considerada como conducta contravencional, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 7° Numeral 2° del Decreto Ley 19 de 2000.
Pero lo cierto es que cuando visito una ciudad, me entretengo mucho, leyendo estos mensajes, pues de alguna manera reflejan el grado de cultura de la urbe que visito.
Por lo general para hacer los grafitis, se utilizan aerosoles, de diferentes colores y los hay de variados estilos, que se asocian con otras manifestaciones del arte, tales como la música, el humor, e incluso la política, entendida como el arte de seducir con ideas.
No olvido la vez que paseando por las calles de la capital del Atlántico, me tropecé con un grafiti, que aconsejaba: “Más vale india conocida, que gringa con sida”.
Pero además los grafitis, son un medio expedito para resaltar los atributos voluptuosos que la naturaleza, concede a ciertas mujeres, y que sirvieron de musa al admirador de turno, quien en medio de su embeleso le expresa: “Tienes un gran talento, pero te sientas en él”.
O aquel que leí en alguna oportunidad en la Universidad Popular del Cesar, cuyo anónimo autor, en un arrebato de hesitación y franqueza consigo mismo, plasmó en el aula de clase la siguiente frase: “Yo antes era indeciso, ahora no sé”.
El humor picaresco, se hace presente en los grafitis y para muestra esta perla: “Te podrás olvidar de mí, pero no de lo que hicimos”. Por último, la palabra graffitti, de origen italiano, como ya se dijo, es un sustantivo plural masculino, que puede ser usado en singular: grafiti, o en plural: grafitis, por recomendación del diccionario prehispánico de dudas de la Real Academia Española.
Rindo con este artículo, un homenaje a todos aquellos que haciendo uso de la libertad de expresión, y corriendo el riesgo de ser víctimas de la intolerancia, se atreven a decir lo que piensan, y muy especialmente a Diego Felipe Becerra, joven artista bogotano, vilmente asesinado, por agentes del Estado, hace dos años y cuyo delito aún se mantiene en la impunidad.
Por Darío Arregocés
Rindo con este artículo, un homenaje a todos aquellos que haciendo uso de la libertad de expresión, y corriendo el riesgo de ser víctimas de la intolerancia, se atreven a decir lo que piensan, y muy especialmente a Diego Felipe Becerra, joven artista bogotano, vilmente asesinado, por agentes del Estado, hace dos años y cuyo delito aún se mantiene en la impunidad.
La palabra Graffiti, según el diccionario Pequeño Larousse, es un sustantivo masculino, plural (voz italiana) que significa inscripción o dibujo realizado sobre la pared. Es utilizado desde antigüedad, solo que se conoce con el nombre de grafito.
Las personas dedicadas al arte de losgrafitis, por lo general jóvenes estudiantes, son estigmatizadas como “anarquistas” y algunos son multados, por atentar contra el medio ambiente, por aquello de la contaminación visual, considerada como conducta contravencional, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 7° Numeral 2° del Decreto Ley 19 de 2000.
Pero lo cierto es que cuando visito una ciudad, me entretengo mucho, leyendo estos mensajes, pues de alguna manera reflejan el grado de cultura de la urbe que visito.
Por lo general para hacer los grafitis, se utilizan aerosoles, de diferentes colores y los hay de variados estilos, que se asocian con otras manifestaciones del arte, tales como la música, el humor, e incluso la política, entendida como el arte de seducir con ideas.
No olvido la vez que paseando por las calles de la capital del Atlántico, me tropecé con un grafiti, que aconsejaba: “Más vale india conocida, que gringa con sida”.
Pero además los grafitis, son un medio expedito para resaltar los atributos voluptuosos que la naturaleza, concede a ciertas mujeres, y que sirvieron de musa al admirador de turno, quien en medio de su embeleso le expresa: “Tienes un gran talento, pero te sientas en él”.
O aquel que leí en alguna oportunidad en la Universidad Popular del Cesar, cuyo anónimo autor, en un arrebato de hesitación y franqueza consigo mismo, plasmó en el aula de clase la siguiente frase: “Yo antes era indeciso, ahora no sé”.
El humor picaresco, se hace presente en los grafitis y para muestra esta perla: “Te podrás olvidar de mí, pero no de lo que hicimos”. Por último, la palabra graffitti, de origen italiano, como ya se dijo, es un sustantivo plural masculino, que puede ser usado en singular: grafiti, o en plural: grafitis, por recomendación del diccionario prehispánico de dudas de la Real Academia Española.