Acostumbro ir a misa todos los sábados por la tarde, o los domingos, casi siempre acompañado de mi esposa e hijos, pues considero que la Eucaristía, es el alimento espiritual que fortalece nuestra fe. El domingo 18, fui a la antigua catedral y allí escuche con atención el Evangelio de Lucas. 14:51-53 Jesús causa de […]
Acostumbro ir a misa todos los sábados por la tarde, o los domingos, casi siempre acompañado de mi esposa e hijos, pues considero que la Eucaristía, es el alimento espiritual que fortalece nuestra fe. El domingo 18, fui a la antigua catedral y allí escuche con atención el Evangelio de Lucas. 14:51-53 Jesús causa de disensión, cuyo mensaje expresa que Jesús no ha venido a traernos paz, sino división, porque estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.
Es un evangelio duro, difícil de digerir, y que puede dar lugar a malos entendidos. Debo confesar, que en principio no entendí, porque ese Jesús, que perdonó a la mujer adúltera, que curó a tantos enfermos, que se apiadó de la multitud hambrienta, y que resucitó a Lázaro, hoy nos dice que he venido a dividir. La explicación resulta más sencilla de lo que parece, y la escuche del padre Dorian Rocha, en un mensaje publicado a través de las redes sociales, que palabras más, o palabras menos, nos recomienda que esa cita debe ser leída, teniendo como referente otro pasaje del Nuevo Testamento: El hijo pródigo (Lucas:11 12-32).
Es que creer en Jesús, genera división, entre bautizados y no bautizados, entre quienes creen en la teoría del big bang y quienes creen en Dios como creador del universo, en quienes depositan su confianza en las leyes humanas, y en quienes creen en la ley divina. Pero fíjense ustedes, el hijo le pide la herencia al padre, sin que este haya fallecido, es decir por adelantado, el padre con dolor accede a lo solicitado, dejándolo en libertad para que disponga de la herencia como le parezca, el hijo derrocha la herencia y viéndose solo, y hambriento, decide regresar a pedir la clemencia de su progenitor: “He pecado contra el cielo y contra ti” le dice, el padre lo abraza, lo perdona, le devuelve su estatus de hijo amado, y ordena matar el novillo cebado, el hijo mayor llega, y al enterarse del alborozo, desaprueba la actitud de su padre y le recrimina el trato dispensado a él, comparándolo con el trato benevolente que le dispensa a su hermano menor. Ciertamente este pasaje nos invita a reflexionar sobre el disenso que existe entre la propia familia por causa de Jesús. Hoy la familia se encuentra amenazada por un sinnúmero de disposiciones que se alejan del plan de Dios.
Nota de cierre: Quisiera disculparme porque en el artículo anterior, cometí un error cuando hable de “preservar accidentes” cuando lo que quise decir fue evitar accidentes.
Acostumbro ir a misa todos los sábados por la tarde, o los domingos, casi siempre acompañado de mi esposa e hijos, pues considero que la Eucaristía, es el alimento espiritual que fortalece nuestra fe. El domingo 18, fui a la antigua catedral y allí escuche con atención el Evangelio de Lucas. 14:51-53 Jesús causa de […]
Acostumbro ir a misa todos los sábados por la tarde, o los domingos, casi siempre acompañado de mi esposa e hijos, pues considero que la Eucaristía, es el alimento espiritual que fortalece nuestra fe. El domingo 18, fui a la antigua catedral y allí escuche con atención el Evangelio de Lucas. 14:51-53 Jesús causa de disensión, cuyo mensaje expresa que Jesús no ha venido a traernos paz, sino división, porque estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.
Es un evangelio duro, difícil de digerir, y que puede dar lugar a malos entendidos. Debo confesar, que en principio no entendí, porque ese Jesús, que perdonó a la mujer adúltera, que curó a tantos enfermos, que se apiadó de la multitud hambrienta, y que resucitó a Lázaro, hoy nos dice que he venido a dividir. La explicación resulta más sencilla de lo que parece, y la escuche del padre Dorian Rocha, en un mensaje publicado a través de las redes sociales, que palabras más, o palabras menos, nos recomienda que esa cita debe ser leída, teniendo como referente otro pasaje del Nuevo Testamento: El hijo pródigo (Lucas:11 12-32).
Es que creer en Jesús, genera división, entre bautizados y no bautizados, entre quienes creen en la teoría del big bang y quienes creen en Dios como creador del universo, en quienes depositan su confianza en las leyes humanas, y en quienes creen en la ley divina. Pero fíjense ustedes, el hijo le pide la herencia al padre, sin que este haya fallecido, es decir por adelantado, el padre con dolor accede a lo solicitado, dejándolo en libertad para que disponga de la herencia como le parezca, el hijo derrocha la herencia y viéndose solo, y hambriento, decide regresar a pedir la clemencia de su progenitor: “He pecado contra el cielo y contra ti” le dice, el padre lo abraza, lo perdona, le devuelve su estatus de hijo amado, y ordena matar el novillo cebado, el hijo mayor llega, y al enterarse del alborozo, desaprueba la actitud de su padre y le recrimina el trato dispensado a él, comparándolo con el trato benevolente que le dispensa a su hermano menor. Ciertamente este pasaje nos invita a reflexionar sobre el disenso que existe entre la propia familia por causa de Jesús. Hoy la familia se encuentra amenazada por un sinnúmero de disposiciones que se alejan del plan de Dios.
Nota de cierre: Quisiera disculparme porque en el artículo anterior, cometí un error cuando hable de “preservar accidentes” cuando lo que quise decir fue evitar accidentes.