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Editorial - 10 febrero, 2014

Gracias, Luis Augusto

Todos los lunes, durante casi dos décadas, el abogado vallenato Luis Augusto González Pimienta, contribuyó desde su columna en nuestras páginas de opinión con el crecimiento no solo de EL PILÓN, sino de sus lectores que extraían la sustancia de cada tema abordado.

Todos los lunes, durante casi dos décadas, el abogado vallenato Luis Augusto González Pimienta, contribuyó desde su columna en nuestras páginas de opinión con el crecimiento no solo de EL PILÓN, sino de sus lectores que extraían la sustancia de cada tema abordado.

Uno de los columnistas más antiguos, de los fundadores se podría decir, que demostró con su constancia y entrega, su talante, vocación de servicio y honestidad, valores que esgrimió en su ejercicio del Derecho como Juez, Procurador Judicial, Registrador y asesor en el sector privado.

Luis Augusto era un hombre de leyes, con admirable acervo cultural, perseverante, responsable, detallista, crítico y propositivo. Llevaba en su sangre el espíritu periodístico, que escudriñó como gerente de Radio Valledupar, pero que heredó de su padre, abogado distinguido de Valledupar, su madre, Gala Pimienta, ejemplar dama, y su abuelo ‘Tino’ González.

Valores todos que cimentó en su entorno familiar, como esposo y padre, e irradió a sus amigos y compañeros de la vida.

Ser columnista es tener la capacidad en contexto universal de investigar sobre la realidad, para opinar y orientar con claridad a la comunidad. Eso hizo Luis Augusto en gran parte de su vida, en su columna Miscelánea, que lo llevó a compilar gran parte de ellas en su libro ‘Analectas’.

Todas las generaciones de periodistas que han pasado por esta Casa Editorial, tuvieron la oportunidad de conocerlo y algunos, la dicha, de esperar cada martes los apuntes picantes y críticos que hacían los miembros del primer Consejo Editorial de EL PILÓN, del cual era miembro. Su limpieza gramatical y manejo de la sintaxis enriquecían el trabajo de vigías de la calidad periodística en su momento.

Los miembros de la Junta Directiva, su Gerente, el Equipo Periodístico y Administrativo de EL PILÓN y sus compañeros columnistas, lamentan profundamente su partida, una irreparable pérdida para la comunidad vallenata, y acompañan a su esposa, hijos, hermanos y demás familiares en este doloroso momento.

Su vida dejó huellas, que perdurarán en las páginas de este Diario.  Paz en su tumba.

Editorial
10 febrero, 2014

Gracias, Luis Augusto

Todos los lunes, durante casi dos décadas, el abogado vallenato Luis Augusto González Pimienta, contribuyó desde su columna en nuestras páginas de opinión con el crecimiento no solo de EL PILÓN, sino de sus lectores que extraían la sustancia de cada tema abordado.


Todos los lunes, durante casi dos décadas, el abogado vallenato Luis Augusto González Pimienta, contribuyó desde su columna en nuestras páginas de opinión con el crecimiento no solo de EL PILÓN, sino de sus lectores que extraían la sustancia de cada tema abordado.

Uno de los columnistas más antiguos, de los fundadores se podría decir, que demostró con su constancia y entrega, su talante, vocación de servicio y honestidad, valores que esgrimió en su ejercicio del Derecho como Juez, Procurador Judicial, Registrador y asesor en el sector privado.

Luis Augusto era un hombre de leyes, con admirable acervo cultural, perseverante, responsable, detallista, crítico y propositivo. Llevaba en su sangre el espíritu periodístico, que escudriñó como gerente de Radio Valledupar, pero que heredó de su padre, abogado distinguido de Valledupar, su madre, Gala Pimienta, ejemplar dama, y su abuelo ‘Tino’ González.

Valores todos que cimentó en su entorno familiar, como esposo y padre, e irradió a sus amigos y compañeros de la vida.

Ser columnista es tener la capacidad en contexto universal de investigar sobre la realidad, para opinar y orientar con claridad a la comunidad. Eso hizo Luis Augusto en gran parte de su vida, en su columna Miscelánea, que lo llevó a compilar gran parte de ellas en su libro ‘Analectas’.

Todas las generaciones de periodistas que han pasado por esta Casa Editorial, tuvieron la oportunidad de conocerlo y algunos, la dicha, de esperar cada martes los apuntes picantes y críticos que hacían los miembros del primer Consejo Editorial de EL PILÓN, del cual era miembro. Su limpieza gramatical y manejo de la sintaxis enriquecían el trabajo de vigías de la calidad periodística en su momento.

Los miembros de la Junta Directiva, su Gerente, el Equipo Periodístico y Administrativo de EL PILÓN y sus compañeros columnistas, lamentan profundamente su partida, una irreparable pérdida para la comunidad vallenata, y acompañan a su esposa, hijos, hermanos y demás familiares en este doloroso momento.

Su vida dejó huellas, que perdurarán en las páginas de este Diario.  Paz en su tumba.