Que el gobierno Duque contrató $ 5.400 millones para divulgar sus políticas y principalmente su plan de desarrollo; que lo hizo por $ 480 millones para evaluar el desempeño de sus ministerios mediante encuestas con el Centro Nacional de Consultoría, que se usaron recursos del Fondo Paz para una estrategia digital de $ 3.000 millones […]
Que el gobierno Duque contrató $ 5.400 millones para divulgar sus políticas y principalmente su plan de desarrollo; que lo hizo por $ 480 millones para evaluar el desempeño de sus ministerios mediante encuestas con el Centro Nacional de Consultoría, que se usaron recursos del Fondo Paz para una estrategia digital de $ 3.000 millones con una firma en la cual bajo contrato de servicio trabaja el hijo de Luigi Echeverry, amigo y asesor de Duque, que el senador Roy Barreras, un inteligente opositor, acusa al otro senador y expresidente Álvaro Uribe por tráfico de influencias en la selección del contratista y éste le anuncia denuncia penal; que los opositores de Claudia López, del Centro Democrático, anuncien investigaciones por la contratación del manejo de imagen, son elementos cotidianos de discusión cuando habría, a juicio de los críticos, cosas más prioritarias.
Eso lo hacen todos los gobiernos, de derecha, centro o izquierda, y qué no decir de lo que gastan en ello los gobiernos departamentales y municipales.
EL PILÓN tiene intereses en esta discusión, como empresa editorial y como casa periodística. De hecho es receptor de publicidad oficial, la cual en realidad no supera el 6 % de sus ingresos totales; y muchos periodistas de la región, que no trabajan en EL PILÓN, la gran mayoría, también prestan sus meritorios servicios radiales, de televisión y en redes sociales a las instituciones públicas.
Algunas veces nuestras páginas son usadas para campañas que adelantan los gobiernos, por municipios y departamento para por ejemplo promover el pago de los impuestos. En ocasiones sin contraprestación, como debe ser, llamamos a la contribución con el erario para fortalecer el gobierno y poder después acompañar, como lo hacemos, a los contribuyentes para que exijan a los gobernantes el mejor uso de sus recursos.
Recientemente en medio de la crisis económica por la pandemia llamamos a pagar los impuestos de Valledupar, como un esfuerzo solidario de empresas y personas que podían hacerlo. La Secretaría de Hacienda, como hecho inusual, no contrató la amplia publicación en nuestras páginas llamando a tributar y exhibiendo los descuentos. Pero eso no fue óbice para que hiciéramos la recordación a la gente.
Ello no nos impide adoptar una opinión pensando en el bien común:
La prensa libre, objetiva e imparcial requiere el apoyo de todos los estamentos de la sociedad públicos y privados, y los periodistas todos requieren oportunidades y remuneración de forma leal y transparente de su actividad. Igualmente las agencias de publicidad y los asesores en comunicación.
Más allá: no se puede gobernar sin comunicar bien, y esto requiere asesoría, saber qué piensa la gente y cómo percibe al gobierno. Y si algo ha demostrado la lucha contra la covid-19 es que se gana no solo con acciones de gobierno sino con buena comunicación (que podrían llamarla peyorativamente publicidad); y no solo por el sector público, sino que los privados lo entienden tan bien que, en el momento en que se puede advertir su precipicio, levantan su bandera y con publicidad nos han acompañado, en un momento difícil, y han gritado con EL PILON ‘estamos y seguimos contigo’.
Que el gobierno Duque contrató $ 5.400 millones para divulgar sus políticas y principalmente su plan de desarrollo; que lo hizo por $ 480 millones para evaluar el desempeño de sus ministerios mediante encuestas con el Centro Nacional de Consultoría, que se usaron recursos del Fondo Paz para una estrategia digital de $ 3.000 millones […]
Que el gobierno Duque contrató $ 5.400 millones para divulgar sus políticas y principalmente su plan de desarrollo; que lo hizo por $ 480 millones para evaluar el desempeño de sus ministerios mediante encuestas con el Centro Nacional de Consultoría, que se usaron recursos del Fondo Paz para una estrategia digital de $ 3.000 millones con una firma en la cual bajo contrato de servicio trabaja el hijo de Luigi Echeverry, amigo y asesor de Duque, que el senador Roy Barreras, un inteligente opositor, acusa al otro senador y expresidente Álvaro Uribe por tráfico de influencias en la selección del contratista y éste le anuncia denuncia penal; que los opositores de Claudia López, del Centro Democrático, anuncien investigaciones por la contratación del manejo de imagen, son elementos cotidianos de discusión cuando habría, a juicio de los críticos, cosas más prioritarias.
Eso lo hacen todos los gobiernos, de derecha, centro o izquierda, y qué no decir de lo que gastan en ello los gobiernos departamentales y municipales.
EL PILÓN tiene intereses en esta discusión, como empresa editorial y como casa periodística. De hecho es receptor de publicidad oficial, la cual en realidad no supera el 6 % de sus ingresos totales; y muchos periodistas de la región, que no trabajan en EL PILÓN, la gran mayoría, también prestan sus meritorios servicios radiales, de televisión y en redes sociales a las instituciones públicas.
Algunas veces nuestras páginas son usadas para campañas que adelantan los gobiernos, por municipios y departamento para por ejemplo promover el pago de los impuestos. En ocasiones sin contraprestación, como debe ser, llamamos a la contribución con el erario para fortalecer el gobierno y poder después acompañar, como lo hacemos, a los contribuyentes para que exijan a los gobernantes el mejor uso de sus recursos.
Recientemente en medio de la crisis económica por la pandemia llamamos a pagar los impuestos de Valledupar, como un esfuerzo solidario de empresas y personas que podían hacerlo. La Secretaría de Hacienda, como hecho inusual, no contrató la amplia publicación en nuestras páginas llamando a tributar y exhibiendo los descuentos. Pero eso no fue óbice para que hiciéramos la recordación a la gente.
Ello no nos impide adoptar una opinión pensando en el bien común:
La prensa libre, objetiva e imparcial requiere el apoyo de todos los estamentos de la sociedad públicos y privados, y los periodistas todos requieren oportunidades y remuneración de forma leal y transparente de su actividad. Igualmente las agencias de publicidad y los asesores en comunicación.
Más allá: no se puede gobernar sin comunicar bien, y esto requiere asesoría, saber qué piensa la gente y cómo percibe al gobierno. Y si algo ha demostrado la lucha contra la covid-19 es que se gana no solo con acciones de gobierno sino con buena comunicación (que podrían llamarla peyorativamente publicidad); y no solo por el sector público, sino que los privados lo entienden tan bien que, en el momento en que se puede advertir su precipicio, levantan su bandera y con publicidad nos han acompañado, en un momento difícil, y han gritado con EL PILON ‘estamos y seguimos contigo’.