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Editorial - 11 junio, 2013

Gobernador: los vendedores ambulantes también requieren inversiones

Valledupar alberga el 43% de la población del Cesar, constituyéndose en el principal centro habitacional con más de 400 pobladores, gran parte de ellos desplazados que llegaron esperanzados por las promesas públicas de los aspirantes a alcaldías y Gobernación del Cesar que ofrecieron en sus campañas trabajo, vivienda, salud y educación a tutiplén y se convirtió en un caudal de gentes venidas de todos los departamentos de la Costa Atlántica y del mismo territorio cesarense en busca de tranquilidad y mejor nivel de vida.

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Valledupar alberga el 43% de la población del Cesar, constituyéndose en el principal centro habitacional con más de 400 pobladores, gran parte de ellos desplazados que llegaron esperanzados por las promesas públicas de los aspirantes a alcaldías y Gobernación del Cesar que ofrecieron en sus campañas trabajo, vivienda, salud y educación a tutiplén y se convirtió en un caudal de gentes venidas de todos los departamentos de la Costa Atlántica y del mismo territorio cesarense en busca de tranquilidad y mejor nivel de vida.

El Gobernador del Cesar anunció en su campaña ‘A Salvo’ y lo ratificó en su Plan de Desarrollo aprobado por la Asamblea Departamental, las expectativas antes mencionadas. En ese cúmulo de promesas reiteró en las últimas semanas que ejecutará obras en Valledupar, como el Estadio, el Centro Cultural de la Música Vallenata, el Parque de Las Flores y el complejo de tenis allende al Coliseo Cubierto. Muy buenas esas intenciones señor Gobernador, que debe concretarlas para cumplir con su Plan de Desarrollo; sin embargo, debe reflexionar el mandatario que no todo es diversión y recreación porque el 40% de la población de la capital cesarense gira alrededor del comercio, como gestores del mismo, convirtiéndose ese reglón en una de las principales fuentes de trabajo formal e informal que requiere un complejo de soluciones para garantizar la organización integral del  mismo. Por ejemplo, se hace perentorio que el Gobernador del Cesar y su equipo considere como prioridad, darle vida al Centro Comercial La Granja, porque como están las cosas ese ‘elefante blanco’ no lo sacará de la arena ‘movediza’ solamente la Administración Municipal en razón a que su costo total asciende a $21 mil millones, de los cuales administraciones anteriores han dispuesto partidas que alcanzan los $8.000 millones, que en la verdad real no se ven reflejadas en las exiguas infraestructuras hasta construidas, rodeadas por la maleza y el abandono.

Dicha obra avalada en el contrato 139 de 2007, adjudicado a la Unión Temporal Proyectos de Ingeniería para la primera etapa, tiene una investigación que adelanta la Procuraduría Primera Delgada para la Contratación Estatal, y el contrato 407 para su segunda etapa, presenta control de advertencia de la Contraloría Municipal de Valledupar, lo cual hace incierto el futuro de esta obra y dilatada la esperanza luego de 14 años de haberse pintado como tabla de salvación para la ubicación de 485 miembros de la Asociación de Vendedores Estacionarios y Ambulantes de la ciudad, que de tener el impulso y apoyo eficaz del gobierno departamental, toda esa incertidumbre se volvería una realidad para poner a salvo una mejor imagen y estabilidad productiva de los habitantes de Valledupar, lo que incidiría en la generación de empleo, la seguridad y la estética urbana que tanto claman sus habitantes.

La unidad institucional observada a través de los medios y la empatía que han mostrado los mandatarios Monsalvo y Socarrás, debe ser punta de lanza para gestionar ante el Gobierno Central que se destraben algunos procedimientos relacionados con el lote donde se inició la construcción de este Centro Comercial. La precariedad de la hacienda pública municipal tiene necesariamente que sensibilizar al Gobernador para que entre a avalar gran parte de los costos totales señalados que permitan terminar la obra que podría integrarse con el macroproyecto del estadio municipal, dándole una cara diferente al sector y pensando incluso en el futuro del Mercado Público de Valledupar, cuando en el mismo sector se sumarían a los más de mil vendedores directos que llegarían a esta galería, porque esta zona geográfica merece un cambio radical que permita ser atractiva, incluyente y competitivo para el futuro de la ciudad.

Editorial
11 junio, 2013

Gobernador: los vendedores ambulantes también requieren inversiones

Valledupar alberga el 43% de la población del Cesar, constituyéndose en el principal centro habitacional con más de 400 pobladores, gran parte de ellos desplazados que llegaron esperanzados por las promesas públicas de los aspirantes a alcaldías y Gobernación del Cesar que ofrecieron en sus campañas trabajo, vivienda, salud y educación a tutiplén y se convirtió en un caudal de gentes venidas de todos los departamentos de la Costa Atlántica y del mismo territorio cesarense en busca de tranquilidad y mejor nivel de vida.


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Valledupar alberga el 43% de la población del Cesar, constituyéndose en el principal centro habitacional con más de 400 pobladores, gran parte de ellos desplazados que llegaron esperanzados por las promesas públicas de los aspirantes a alcaldías y Gobernación del Cesar que ofrecieron en sus campañas trabajo, vivienda, salud y educación a tutiplén y se convirtió en un caudal de gentes venidas de todos los departamentos de la Costa Atlántica y del mismo territorio cesarense en busca de tranquilidad y mejor nivel de vida.

El Gobernador del Cesar anunció en su campaña ‘A Salvo’ y lo ratificó en su Plan de Desarrollo aprobado por la Asamblea Departamental, las expectativas antes mencionadas. En ese cúmulo de promesas reiteró en las últimas semanas que ejecutará obras en Valledupar, como el Estadio, el Centro Cultural de la Música Vallenata, el Parque de Las Flores y el complejo de tenis allende al Coliseo Cubierto. Muy buenas esas intenciones señor Gobernador, que debe concretarlas para cumplir con su Plan de Desarrollo; sin embargo, debe reflexionar el mandatario que no todo es diversión y recreación porque el 40% de la población de la capital cesarense gira alrededor del comercio, como gestores del mismo, convirtiéndose ese reglón en una de las principales fuentes de trabajo formal e informal que requiere un complejo de soluciones para garantizar la organización integral del  mismo. Por ejemplo, se hace perentorio que el Gobernador del Cesar y su equipo considere como prioridad, darle vida al Centro Comercial La Granja, porque como están las cosas ese ‘elefante blanco’ no lo sacará de la arena ‘movediza’ solamente la Administración Municipal en razón a que su costo total asciende a $21 mil millones, de los cuales administraciones anteriores han dispuesto partidas que alcanzan los $8.000 millones, que en la verdad real no se ven reflejadas en las exiguas infraestructuras hasta construidas, rodeadas por la maleza y el abandono.

Dicha obra avalada en el contrato 139 de 2007, adjudicado a la Unión Temporal Proyectos de Ingeniería para la primera etapa, tiene una investigación que adelanta la Procuraduría Primera Delgada para la Contratación Estatal, y el contrato 407 para su segunda etapa, presenta control de advertencia de la Contraloría Municipal de Valledupar, lo cual hace incierto el futuro de esta obra y dilatada la esperanza luego de 14 años de haberse pintado como tabla de salvación para la ubicación de 485 miembros de la Asociación de Vendedores Estacionarios y Ambulantes de la ciudad, que de tener el impulso y apoyo eficaz del gobierno departamental, toda esa incertidumbre se volvería una realidad para poner a salvo una mejor imagen y estabilidad productiva de los habitantes de Valledupar, lo que incidiría en la generación de empleo, la seguridad y la estética urbana que tanto claman sus habitantes.

La unidad institucional observada a través de los medios y la empatía que han mostrado los mandatarios Monsalvo y Socarrás, debe ser punta de lanza para gestionar ante el Gobierno Central que se destraben algunos procedimientos relacionados con el lote donde se inició la construcción de este Centro Comercial. La precariedad de la hacienda pública municipal tiene necesariamente que sensibilizar al Gobernador para que entre a avalar gran parte de los costos totales señalados que permitan terminar la obra que podría integrarse con el macroproyecto del estadio municipal, dándole una cara diferente al sector y pensando incluso en el futuro del Mercado Público de Valledupar, cuando en el mismo sector se sumarían a los más de mil vendedores directos que llegarían a esta galería, porque esta zona geográfica merece un cambio radical que permita ser atractiva, incluyente y competitivo para el futuro de la ciudad.