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Columnista - 6 julio, 2020

“Go home”

Siguiendo las reglas gramaticales de nuestra lengua, cada vez que citemos alocuciones de un idioma extranjero, debemos usar cursivas, y en su defecto emplear las comillas. De conformidad con lo anterior, La frase: “Go home”, que traducido al español significa “Vete a casa”, parece ser la síntesis del reciente fallo de tutela proferido por el […]

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Siguiendo las reglas gramaticales de nuestra lengua, cada vez que citemos alocuciones de un idioma extranjero, debemos usar cursivas, y en su defecto emplear las comillas. De conformidad con lo anterior, La frase: “Go home”, que traducido al español significa “Vete a casa”, parece ser la síntesis del reciente fallo de tutela proferido por el Tribunal de Cundinamarca, con la ponencia de la magistrada Bertha Lucy Ceballos, en virtud del cual se le ordena al Ejecutivo, suspender operaciones militares de las tropas estadounidenses en territorio colombiano durante al menos 48 horas por flagrante violación del artículo 173-4 de la Carta Constitucional, y rinda un informe detallado acerca de la misión que vinieron a cumplir en Colombia.

Lo habíamos anunciado, en nuestra columna “El ministro en su laberinto”, cuando textualmente expresamos: “Holmes Trujillo fue citado para que explicara al Congreso la presencia de tropas estadounidenses en nuestro suelo, proceder a todas luces contrario a la Constitución Política y que compromete seriamente la soberanía nacional”. Es contrario a la norma superior, la presencia o el tránsito de tropas extranjeras en nuestro territorio nacional, sin la autorización del Senado de la República.

La acción de tutela fue instaurada por un grueso número de senadores, y la decisión tomada por el Tribunal de Cundinamarca, es obligatoria para el Ejecutivo, así se pretenda dejarlo sin efecto a través de la impugnación presentada contra esta decisión.

De poco o nada sirvieron los falaces argumentos del ministro Carlos Holmes Trujillo, tratando de convencer al Senado de que no se trata de tropas, sino de una brigada, y que su presencia en Colombia no obedece a una misión militar, por lo que no se requiere el permiso del Senado; solo le faltó decir que tampoco son extranjeros, sino hermanitas de la caridad.

Pero no es primera vez que sucede una cosa como esta, recordemos que, en el año 2009, aconteció algo parecido, pero en esta ocasión el argumento que justificó la presencia de tropas estadounidenses en nuestro suelo, fue la “extensión a viejos Tratados de colaboración suscritos entre Colombia y los EE. UU”. La Corte Constitucional expresó en su fallo, que dichas extensiones debían contar con el aval del Senado de la República, pues de no ser así, se viola el artículo 173-4 de la Carta Política. Lecciones que el ministro Holmes como abogado, o en sus defectos los asesores de la Casa de Nariño, debieron tener en cuenta para no incurrir en errores de esta magnitud.

Nota de cierre: Asfixiante, por decir lo menos, debe ser la situación económica de los comerciantes del centro de Valledupar, quienes además de soportar la cuarentena de más de tres meses por la covid-19, ahora también deben aguantarse el tema de la pavimentación.

[email protected]  

Columnista
6 julio, 2020

“Go home”

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Siguiendo las reglas gramaticales de nuestra lengua, cada vez que citemos alocuciones de un idioma extranjero, debemos usar cursivas, y en su defecto emplear las comillas. De conformidad con lo anterior, La frase: “Go home”, que traducido al español significa “Vete a casa”, parece ser la síntesis del reciente fallo de tutela proferido por el […]


Siguiendo las reglas gramaticales de nuestra lengua, cada vez que citemos alocuciones de un idioma extranjero, debemos usar cursivas, y en su defecto emplear las comillas. De conformidad con lo anterior, La frase: “Go home”, que traducido al español significa “Vete a casa”, parece ser la síntesis del reciente fallo de tutela proferido por el Tribunal de Cundinamarca, con la ponencia de la magistrada Bertha Lucy Ceballos, en virtud del cual se le ordena al Ejecutivo, suspender operaciones militares de las tropas estadounidenses en territorio colombiano durante al menos 48 horas por flagrante violación del artículo 173-4 de la Carta Constitucional, y rinda un informe detallado acerca de la misión que vinieron a cumplir en Colombia.

Lo habíamos anunciado, en nuestra columna “El ministro en su laberinto”, cuando textualmente expresamos: “Holmes Trujillo fue citado para que explicara al Congreso la presencia de tropas estadounidenses en nuestro suelo, proceder a todas luces contrario a la Constitución Política y que compromete seriamente la soberanía nacional”. Es contrario a la norma superior, la presencia o el tránsito de tropas extranjeras en nuestro territorio nacional, sin la autorización del Senado de la República.

La acción de tutela fue instaurada por un grueso número de senadores, y la decisión tomada por el Tribunal de Cundinamarca, es obligatoria para el Ejecutivo, así se pretenda dejarlo sin efecto a través de la impugnación presentada contra esta decisión.

De poco o nada sirvieron los falaces argumentos del ministro Carlos Holmes Trujillo, tratando de convencer al Senado de que no se trata de tropas, sino de una brigada, y que su presencia en Colombia no obedece a una misión militar, por lo que no se requiere el permiso del Senado; solo le faltó decir que tampoco son extranjeros, sino hermanitas de la caridad.

Pero no es primera vez que sucede una cosa como esta, recordemos que, en el año 2009, aconteció algo parecido, pero en esta ocasión el argumento que justificó la presencia de tropas estadounidenses en nuestro suelo, fue la “extensión a viejos Tratados de colaboración suscritos entre Colombia y los EE. UU”. La Corte Constitucional expresó en su fallo, que dichas extensiones debían contar con el aval del Senado de la República, pues de no ser así, se viola el artículo 173-4 de la Carta Política. Lecciones que el ministro Holmes como abogado, o en sus defectos los asesores de la Casa de Nariño, debieron tener en cuenta para no incurrir en errores de esta magnitud.

Nota de cierre: Asfixiante, por decir lo menos, debe ser la situación económica de los comerciantes del centro de Valledupar, quienes además de soportar la cuarentena de más de tres meses por la covid-19, ahora también deben aguantarse el tema de la pavimentación.

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