El presidente del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), Rafael Grasa, afirmó hoy que uno de los retos que enfrentan los diálogos entre el Gobierno de Colombia y las FARC “son los saboteadores”, porque “hay gente que pierde en el negocio de la paz”.

“El posconflicto en Colombia está muy verde”, afirmó el experto español en su ponencia “Escenarios del posconflicto en la región Caribe y los retos institucionales de la paz”, celebrado en el marco de la Cátedra Europa de la Universidad del Norte de Barranquilla.

“La paz no es una ráfaga de viento sino una piedra que hay que esculpir día a día”, acotó Grasa, quien explicó que otros retos que debe asumir Colombia son “concretar una paz territorial y la participación plena de la sociedad en la construcción de una infraestructura para la paz en donde estén todos los actores”.

Sobre el tema de la refrendación de los acuerdos que alcancen el Gobierno y las FARC en los diálogos de paz en Cuba, el presidente del ICIP opinó que es necesaria una constituyente porque la “Constitución de 1991 está tan parcheada que está desequilibrada”.

La Constituyente es el mecanismo de refrendación defendido por las FARC, pero rechazado por el Gobierno que considera que la mejor herramienta es el plebiscito.

Grasa estuvo acompañado en el panel por el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa; el senador Armando Benedetti y la decana de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, Silvia Gloria.

Verano resaltó por su parte la importancia de llevar a “feliz término” los diálogos con la guerrilla “teniendo en cuenta a los territorios”.

Recordó que cuando asistió a los diálogos de paz durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), como secretario del Partido Liberal, presenció un diálogo entre el fallecido líder de las FARC, alias “Alfonso Cano”, y el hoy senador Horacio Serpa, presidente de su partido.

En esa charla, Cano y Serpa se refirieron a lo perjudicial que sería “levantarse de la mesa porque tendrían que volver a sentarse a hablar de paz después de otros 200.000 muertos”.

Por EFE