El 2025 en el Cesar se pintó de contrastes profundos: bloqueos indígenas por la elección de Zarwawiko Torres y tomas campesinas a la Caja Agraria paralizaron Valledupar en reclamos por tierras y autonomía, mientras Corpocesar navegaba entre promesas ambientales y escándalos como la inestabilidad de su dirección; la crisis de la salud y las EPS asfixió hospitales con deudas millonarias, dejando a miles de usuarios en vilo, y el centro histórico se hundió en abandono con habitantes de calle, locales abandonados e inseguridad, pese a mesas de debate en Concejo y Alcaldía.
En medio de servicios públicos deficientes con Afinia y la propuesta del alcalde Ernesto Orozco de crear una nueva empresa de acueducto mixta para los 25 corregimientos, a esto se le sumay una informalidad laboral al 64% pese a la baja del desempleo al 9%, brillaron obras por su veeduría e impactos negativos como la vía Valledupar-La Paz y el Centro Cultural Vallenato, otras como La Casa en el Aire que necesitaron una nueva inversión para su uso, la Biblioteca El Arcoíris fue puesta en marcha tras convertirse en noticia nacional por ser la biblioteca sin libros en el país y avances en protección animal con CBA y la Ley Ángel.
Corpocesar: promesas verdes y escándalos
Corpocesar enfrentó en 2025 un año de dualidades, con avances en la Serranía del Perijá y la margen del río Guatapurí, pero bajo el escrutinio de “¿Qué hace Corpocesar con los recursos ambientales del Cesar?”, como tituló EL PILÓN en un análisis que cuestiona su ejecución presupuestal.
La sede bioclimática se convirtió en símbolo de fracaso, retrasada más de ocho años con un detrimento patrimonial superior a $2.222 millones, calificada como “un fiasco” por columnistas que critican la ineficiencia institucional. Además, el Consejo de Estado anuló nuevamente la elección de la directora Adriana García y devuelta a sus funciones, teniendo como contexto que la entidad ha cambiado de directores con frecuencia en los últimos años, generando inestabilidad y debates sobre inhabilidades que paralizan la entidad ambiental del departamento.
Bloqueos indígenas por Zarwawiko y tomas campesinas
Las comunidades indígenas arhuacas protagonizaron bloqueos en vías de acceso a Valledupar por la no certificación de Zarwawiko Torres por el Ministerio del Interior, lo que derivó en cierres en la ruta Bosconia-Magdalena y tensiones internas entre facciones. Grupos afines al líder cerraron la calle 16, afectando la movilidad mientras otros arhuacos levantaban protestas similares, evidenciando fracturas en la autonomía indígena y conflicto con el Ministerio del Interior.
Paralelamente, en repetidas ocasiones los campesinos del departamento tomaron el edificio de la Caja Agraria exigiendo a la Agencia Nacional de Tierras (ANT) la restitución de miles de hectáreas, tras seis años de incumplimientos que han bloqueado vías y generado paros indefinidos en Valledupar.
Crisis de EPS
El sistema de salud cesarense llegó al límite por deudas históricas de las EPS, con EL PILÓN alertando que “la red de salud del Cesar está en crisis porque las EPS no pagan”, agravado por la atención a migrantes y moras de entidades intervenidas. Clínicas de Valledupar suspendieron servicios a 90.000 afiliados de Nueva EPS, limitándose a urgencias vitales, mientras el Instituto Cardiovascular del Cesar denunció una “bola de nieve” de deudas que amenaza su operación.
Plantones de usuarios de EPS Sanitas, Nueva EPS, Salud Total marcaron el día a día, mientras desde las secretarías de salud municipales y departamentales hacían llamados a un plan de choque gubernamental, con hospitales al borde del cierre por facturas impagas que superan los límites de sostenibilidad.
Centro histórico en decadencia y mesas de debate
El centro histórico de Valledupar languidece en “un preocupante proceso de abandono municipal y cívico”, con locales cerrados, basuras, vandalismo y habitantes de calle como las “siete plagas” identificadas por expertos, según EL PILÓN.
Un censo reveló 113 personas en condición de calle, mayoritariamente recicladores con adicciones y exposición a violencia, lo que impulsó debates en el Concejo y la creación de la Mesa Técnica por Decreto 1216 para una política integral. Otro relevo contó 957 vendedores informales en el sector, refugiándose en el espacio público ante la crisis económica, con discusiones sobre traslados y reactivación urbana.
De la vía La Paz al vallenato
La obra de la vía Valledupar–La Paz cerró el 2025 convertida en uno de los proyectos viales más simbólicos para el Cesar, tanto por los avances en pavimentación e intervención de puntos críticos como por las incomodidades que generó durante su ejecución, con cierres parciales, desvíos y quejas de transportadores y comerciantes de la zona. Todavía quedan pendientes tramos, señalización, puente y obras complementarias para garantizar seguridad vial y sostenibilidad en el largo plazo.
Mientras el Centro Cultural de la Música Vallenata se consolida como epicentro folclórico continúa sin ser inaugurado y puesto en marcha tras decenas de prórrogas.
La Casa en el Aire, bajo la Fundación Rafael Escalona, prepara eventos como “Valledupar en Escena” con música, danza y teatro, y la Biblioteca Pública Municipal El Arcoíris, inaugurada el 12 de septiembre, ofrece espacios para lectura y formación necesarios para una ciudad capital que no contaba con un sistema de bibliotecas públicas.
La Avenida del Río en Valledupar emerge como una de las apuestas más ambiciosas para revitalizar el paisaje urbano. Sin embargo, los contras no tardaron en surgir: retrasos por licitaciones fallidas y sobrecostos estimados en $15.000 millones, sumados a críticas por la falta de participación comunitaria y riesgos socioambientales, que cuestionan su sostenibilidad frente al abandono crónico del centro histórico.
Protección animal: centros y leyes en marcha
Valledupar fortaleció la protección animal con el Centro de Bienestar Animal, operativo desde agosto y que ya atiende esterilizaciones gratuitas tras tres meses de labores, rescatando más de 80 animales en desalojos como el del lote IDEMA, así como la lupa al reemplazo de vehículos de tracción animal por motocarros, como una forma de cumplir con la ley nacional vigente.
La Ley Ángel endurece sanciones por maltrato, respondiendo a un “doloroso aumento” de casos pese a políticas públicas en gestación. Sin embargo, retos persisten en barrios y zonas rurales, donde el abandono y la crueldad demandan más recursos. Por otro lado, la articulación entre el Comité Facilitador de Política Pública Animalista con la Alcaldía de Valledupar, permitió avances en el cumplimiento de esta ley.
Servicios, desempleo e informalidad persistentes
Afinia, filial del Grupo EPM, enfrentó en 2025 una crisis financiera aguda que amenaza su sostenibilidad, con pérdidas acumuladas superiores a $1,39 billones en el Cesar por un recaudo del 63% —solo 70 pesos por cada 100 facturados— y fraudes energéticos que representan el 38-46% de la distribución, suficiente para abastecer Valledupar por 15 días, según reveló EL PILÓN en análisis detallados.
EPM impulsó el Proyecto Atenea para escindir el Cesar de Afinia debido a deudas tarifarias de $550.000 millones, pasivos de $5 billones y un no pago del 59% con 40% de conexiones ilegales, deteriorando activos en $542 mil millones y generando pérdidas de $225 mil millones que impactan el balance consolidado de la empresa antioqueña. Aunque mesas interinstitucionales y planes de contingencia buscan soluciones, la CREG autorizó la separación operativa, dejando al Cesar como el “talón de Aquiles” del Caribe.
El desempleo bajó al 9-9,8% en Valledupar, pero la informalidad subió al 64%, con cerca de 120.000 trabajadores sin seguridad social, por encima del promedio nacional. Gremios urgen planes de formación y apoyo a pymes para combatir el rebusque callejero.
El 2025 en el Cesar deja un retrato agridulce que empezó con tensiones indígenas y campesinas por tierras y liderazgo, crisis sanitaria por deudas de EPS, abandono en el centro histórico y servicios públicos deficientes conviven con obras como la vía Valledupar-La Paz, el Centro Cultural Vallenato y avances en protección animal, en un contexto de desempleo menguante pero informalidad rampante y un alza preocupante en violencia de género y homicidios. EL PILÓN evidenció que, pese a los logros en infraestructura cultural y mesas de diálogo en Asamblea y Concejo, el departamento urge de políticas integrales que conviertan las promesas en realidades tangibles para comunidades olvidadas, superando la inercia de Corpocesar y las EPS para un 2026 de equidad y desarrollo sostenible.














