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Editorial - 20 junio, 2022

Ganaron Petro y la democracia

Más allá del resultado electoral que le dio el triunfo a Gustavo Petro - que pronosticamos después de un análisis en nuestro precedente editorial de fin de semana - fue de gran relevancia la participación masiva del pueblo, apuntalando la democracia.

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El operativo del “Plan Democracia” como lo denominó el Gobierno nacional, fue todo un éxito en esta jornada que se llevó a cabo este domingo para elegir al nuevo presidente de Colombia.

Más allá del resultado electoral que le dio el triunfo a Gustavo Petro – que pronosticamos después de un análisis en nuestro precedente editorial de fin de semana – fue de gran relevancia la participación masiva del pueblo, apuntalando la democracia.

Con satisfacción registramos el parte de normalidad reportado por las distintas autoridades, en el que se señala que fue un proceso eleccionario transcurrido en completa calma en las distintas regiones del país.

La cifra de más de 22 millones de colombianos que esta vez ejercieron su derecho al voto debe ser mirada como la más auténtica expresión de la democracia. Allí el pueblo acaba de entregar un mandato con todas las facultades Gustavo Petro para que lo ejerza como presidente de Colombia durante el periodo 2022-2026.

Es un reto grande el que acaba de asumir Gustavo Petro, pero ese reto requiere de un análisis de mayor profundidad que será abordado en posteriores ediciones.

De manera preliminar se puede advertir que uno de los retos principales del nuevo presidente es el de unir al país, superar la polarización en la que cayó Colombia en las últimas dos décadas, eso es fundamental para garantizar los niveles de gobernabilidad que requiere todo mandatario elegido popularmente; éste, en especial, porque Petro tiene una larga trayectoria, de más de 30 años desde su reincorporación desde la insurgencia a la vida social y política, en la que se generaron tensiones, duros debates, encarnizadas batallas democráticas y enfrentamientos polarizantes y personales.

En el Cesar se expresaron 465.579 votos (sin incluir los del blanco) mientras que en la primera vuelta la cifra fue de 438.530 ciudadanos, con un abstencionismo del 50 %.

La Costa Caribe contribuyó notablemente a la elección del nuevo presidente costeño. Espera, al igual que la del Pacífico, que votó en igual sentido, una gran atención del nivel central cuando evidencia los mayores niveles de pobreza y desempleo frente al centro andino, de mayor desarrollo y bienestar, que esta vez acompañó mayoritariamente con el voto a Rodolfo Hernández.

Los ejes del discurso de Petro ayer dan idea de lo que se propone: La Paz Integral. El entendimiento con la otra Colombia, que representan los electores de Hernández. La construcción del Acuerdo Nacional que inicia en los territorios, a través de diálogos regionales reconociendo su especificidad histórica. Desarrollo del capitalismo, para superar modernas esclavitudes; aclaró que sin producción y crecimiento no hay redistribución; pluralismo económico, justicia social, principalmente para los jóvenes, las mujeres y las minorías étnicas, y justicia ambiental, proponiendo un diálogo latinoamericano con EEUU para preservar la selva amazónica, porque absorbe las emisiones nocivas de los países más ricos propiciando el Cambio Climático. Amplias propuestas, altas expectativas.

Editorial
20 junio, 2022

Ganaron Petro y la democracia

Más allá del resultado electoral que le dio el triunfo a Gustavo Petro - que pronosticamos después de un análisis en nuestro precedente editorial de fin de semana - fue de gran relevancia la participación masiva del pueblo, apuntalando la democracia.


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El operativo del “Plan Democracia” como lo denominó el Gobierno nacional, fue todo un éxito en esta jornada que se llevó a cabo este domingo para elegir al nuevo presidente de Colombia.

Más allá del resultado electoral que le dio el triunfo a Gustavo Petro – que pronosticamos después de un análisis en nuestro precedente editorial de fin de semana – fue de gran relevancia la participación masiva del pueblo, apuntalando la democracia.

Con satisfacción registramos el parte de normalidad reportado por las distintas autoridades, en el que se señala que fue un proceso eleccionario transcurrido en completa calma en las distintas regiones del país.

La cifra de más de 22 millones de colombianos que esta vez ejercieron su derecho al voto debe ser mirada como la más auténtica expresión de la democracia. Allí el pueblo acaba de entregar un mandato con todas las facultades Gustavo Petro para que lo ejerza como presidente de Colombia durante el periodo 2022-2026.

Es un reto grande el que acaba de asumir Gustavo Petro, pero ese reto requiere de un análisis de mayor profundidad que será abordado en posteriores ediciones.

De manera preliminar se puede advertir que uno de los retos principales del nuevo presidente es el de unir al país, superar la polarización en la que cayó Colombia en las últimas dos décadas, eso es fundamental para garantizar los niveles de gobernabilidad que requiere todo mandatario elegido popularmente; éste, en especial, porque Petro tiene una larga trayectoria, de más de 30 años desde su reincorporación desde la insurgencia a la vida social y política, en la que se generaron tensiones, duros debates, encarnizadas batallas democráticas y enfrentamientos polarizantes y personales.

En el Cesar se expresaron 465.579 votos (sin incluir los del blanco) mientras que en la primera vuelta la cifra fue de 438.530 ciudadanos, con un abstencionismo del 50 %.

La Costa Caribe contribuyó notablemente a la elección del nuevo presidente costeño. Espera, al igual que la del Pacífico, que votó en igual sentido, una gran atención del nivel central cuando evidencia los mayores niveles de pobreza y desempleo frente al centro andino, de mayor desarrollo y bienestar, que esta vez acompañó mayoritariamente con el voto a Rodolfo Hernández.

Los ejes del discurso de Petro ayer dan idea de lo que se propone: La Paz Integral. El entendimiento con la otra Colombia, que representan los electores de Hernández. La construcción del Acuerdo Nacional que inicia en los territorios, a través de diálogos regionales reconociendo su especificidad histórica. Desarrollo del capitalismo, para superar modernas esclavitudes; aclaró que sin producción y crecimiento no hay redistribución; pluralismo económico, justicia social, principalmente para los jóvenes, las mujeres y las minorías étnicas, y justicia ambiental, proponiendo un diálogo latinoamericano con EEUU para preservar la selva amazónica, porque absorbe las emisiones nocivas de los países más ricos propiciando el Cambio Climático. Amplias propuestas, altas expectativas.