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La discusión de las reformas al Sistema de Seguridad Social del país (laboral, pensional y de salud) han generado un encarnizado contexto cargado de desinformación y mucha narrativa política. Debe ser esa la razón por la que llegamos tarde al desarrollo y nos sorprenden las tendencias.
La discusión de las reformas al Sistema de Seguridad Social del país (laboral, pensional y de salud) han generado un encarnizado contexto cargado de desinformación y mucha narrativa política. Debe ser esa la razón por la que llegamos tarde al desarrollo y nos sorprenden las tendencias. Ese comportamiento compone un desorden moral, social e intelectual que en uso de la ideologización del pensamiento describe lo considerado por Raymond Aron: “Hay intelectuales que son implacables con los defectos de la democracia, pero están dispuestos a tolerar los peores crímenes siempre que sean cometidos en nombre de la doctrina correcta”.
Todos los sistemas de la seguridad social son susceptibles de cambios o modificaciones, ese proceso implica la valoración de las lecciones aprendidas como reutilización del conocimiento, para mostrar cómo se abordaron o deberían abordarse los eventos del proyecto en adelante con el propósito de mejorar el desempeño futuro.
La utilidad de las lecciones aprendidas demanda responder las siguientes preguntas: 1. ¿Qué hicimos bien? 2. ¿Qué podemos hacer mejor? o ¿Qué tenemos que empezar a hacer? 3. ¿Qué tenemos que dejar de hacer? o ¿qué tenemos que hacer menos? 4. ¿Qué problemas pueden volver a suceder si no lo resolvemos ahora?
El sistema de seguridad colombiano no solamente convive con las “Megatendencias y el futuro de la Protección Social”, estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sino, además, con profundos problemas de corrupción, administrativos y presupuestales.
El informe “Megatendencias y el futuro de la Protección Social”, presenta un amplio panorama de la propensión o los patrones claves que impactarán el futuro de la protección social en los países de la OCDE: envejecimiento de la población, cambios en los patrones de oferta laboral, nuevas y emergentes formas de empleo, cambios en la composición de los hogares y el trabajo no remunerado, los efectos de las nuevas tecnologías en el empleo y los salarios, así como los efectos del cambio climático y la transición a cero emisiones netas, con miras a fundamentar futuras reformas.
El envejecimiento de la población derivada de la disminución de las tasas de fertilidad y mortalidad prevén que, para 2050, el 80 % de las personas mayores de 60 años vivirán en países de ingresos bajos y medios. En el rango de los países de ingresos bajos está Colombia.
El envejecimiento de la población exigirá una gran cantidad de infraestructura sanitaria y financiación, para garantizar que los sistemas de salud tengan la capacidad de atender a esas poblaciones. Es menester que la discusión de las reformas conciba las Megatendencias analizadas por la OCDE.
En ese entendido, la salud debe ser preventiva y funcionar sin enfoque mercantilista ni como negocio, los trabajadores deben tener sus derechos universales y procurar que el sistema pensional cumpla su naturaleza. Asimismo, para la armonía del sistema de seguridad social, es imperativo mejorar el ingreso, disminuir la informalidad y el desempleo. Atraer la inversión no debe ser una ventaja para el inversionista, sino una relación de equilibrio para reducir los malos indicadores socioeconómicos y promueva mejoramiento en el devenir.
Por: Luis Díaz.
La discusión de las reformas al Sistema de Seguridad Social del país (laboral, pensional y de salud) han generado un encarnizado contexto cargado de desinformación y mucha narrativa política. Debe ser esa la razón por la que llegamos tarde al desarrollo y nos sorprenden las tendencias.
La discusión de las reformas al Sistema de Seguridad Social del país (laboral, pensional y de salud) han generado un encarnizado contexto cargado de desinformación y mucha narrativa política. Debe ser esa la razón por la que llegamos tarde al desarrollo y nos sorprenden las tendencias. Ese comportamiento compone un desorden moral, social e intelectual que en uso de la ideologización del pensamiento describe lo considerado por Raymond Aron: “Hay intelectuales que son implacables con los defectos de la democracia, pero están dispuestos a tolerar los peores crímenes siempre que sean cometidos en nombre de la doctrina correcta”.
Todos los sistemas de la seguridad social son susceptibles de cambios o modificaciones, ese proceso implica la valoración de las lecciones aprendidas como reutilización del conocimiento, para mostrar cómo se abordaron o deberían abordarse los eventos del proyecto en adelante con el propósito de mejorar el desempeño futuro.
La utilidad de las lecciones aprendidas demanda responder las siguientes preguntas: 1. ¿Qué hicimos bien? 2. ¿Qué podemos hacer mejor? o ¿Qué tenemos que empezar a hacer? 3. ¿Qué tenemos que dejar de hacer? o ¿qué tenemos que hacer menos? 4. ¿Qué problemas pueden volver a suceder si no lo resolvemos ahora?
El sistema de seguridad colombiano no solamente convive con las “Megatendencias y el futuro de la Protección Social”, estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sino, además, con profundos problemas de corrupción, administrativos y presupuestales.
El informe “Megatendencias y el futuro de la Protección Social”, presenta un amplio panorama de la propensión o los patrones claves que impactarán el futuro de la protección social en los países de la OCDE: envejecimiento de la población, cambios en los patrones de oferta laboral, nuevas y emergentes formas de empleo, cambios en la composición de los hogares y el trabajo no remunerado, los efectos de las nuevas tecnologías en el empleo y los salarios, así como los efectos del cambio climático y la transición a cero emisiones netas, con miras a fundamentar futuras reformas.
El envejecimiento de la población derivada de la disminución de las tasas de fertilidad y mortalidad prevén que, para 2050, el 80 % de las personas mayores de 60 años vivirán en países de ingresos bajos y medios. En el rango de los países de ingresos bajos está Colombia.
El envejecimiento de la población exigirá una gran cantidad de infraestructura sanitaria y financiación, para garantizar que los sistemas de salud tengan la capacidad de atender a esas poblaciones. Es menester que la discusión de las reformas conciba las Megatendencias analizadas por la OCDE.
En ese entendido, la salud debe ser preventiva y funcionar sin enfoque mercantilista ni como negocio, los trabajadores deben tener sus derechos universales y procurar que el sistema pensional cumpla su naturaleza. Asimismo, para la armonía del sistema de seguridad social, es imperativo mejorar el ingreso, disminuir la informalidad y el desempleo. Atraer la inversión no debe ser una ventaja para el inversionista, sino una relación de equilibrio para reducir los malos indicadores socioeconómicos y promueva mejoramiento en el devenir.
Por: Luis Díaz.