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Columnista - 21 julio, 2011

Fútbol, reflejo del país.

DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R. Se nombre una comisión de alto nivel. La conforma un ganador que terminó perdiéndolo todo por querer imponer una fórmula, 1-4-5-1. Ese ilógico fue paseado por Europa, Latinoamérica y Colombia, llevándolo a no dirigir más, pero si a ser el jefe supremo de nuestro fútbol y – claro-,  nombra […]

DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R.

Se nombre una comisión de alto nivel. La conforma un ganador que terminó perdiéndolo todo por querer imponer una fórmula, 1-4-5-1. Ese ilógico fue paseado por Europa, Latinoamérica y Colombia, llevándolo a no dirigir más, pero si a ser el jefe supremo de nuestro fútbol y – claro-,  nombra de técnicos a sus amigos y éstos quieren pasar a la historia con propuestas sin sentido, 4-1-4-1 y pasando por encima de cualquier razonamiento “se muere” con su “novedosa estrategia”.
Jugador por jugador, Colombia es buena, excelente; colectivamente no sabe que hacer y es que ningún equipo en el mundo, y los nuestros están en los mejores, juega a “eso”. Se mueven dentro de lo tradicional, 4-4-2 o 4-3-3 y son campeones.
Nuestro “mago” quiere, en pocos días, que toda una forma aprendida en años de práctica, se cambie por lo que él plantea, por que él manda. Que el 10 ha muerto y pone en el medio delanteros o defensas. Los jugadores son buenos, pero no son máquinas y terminan moviéndose sin rumbo. La carga aprendida fue de volantes mixtos, o de creación o recuperadores y deben tratar de hacer de todo. Nuestros delanteros van por izquierda o derecha o como 9 y se les obliga a ser volantes adelantados o 9 retrasados, y solos. Terminan no siendo nada. Ni volantes ni delanteros.

Colombia pierde y empiezan las disculpas y más cuando también cayeron otros grandes, así que nos fue bien, somos grandes, caídos. El técnico habla de ya tener equipo, que ya está aprendiendo, pero para el 2014 a sabiendas que esos jugadores nunca los tendrá por más de dos semanas antes de cada partido y que los amistosos los juega con los que no serán llamados. No se va. No renuncia. No lo cambian. Perder es ganar un poco. Máxima filosófica colombiana.
Un presidente decide unir ministerios, Hay voces en contra, piden mesura, exponen peligros. El rey manda, nuestra democracia elige emperadores, hace tiranos, dictadores por votos. Los ministerios se unen sin importar los costos. Sus “jugadores” no pueden opinar, sólo juegan a lo que él quiere y la barras aplauden los consejos comunitarios, a altísimos costos, un 4-1-4-1 donde parece que se está ganando y estamos perdiendo porque “perder es ganar un poco” y se tilda de terrorista a todo el que disiente y los falsos positivos se dan en todos los ámbitos porque son miles los proyectos (promesas) y nulos los resultados  y si cuatro años no bastaban, (¿verdad Bolillo?), ocho no fueron suficientes porque él también se “muere con la suya” aunque los muertos son otros.
La incapacidad de la estrategia nos elimina y “todo bien, todo bien”; la inmoralidad y corrupción se cultivaron en el baño de sangre de la seguridad democrática y en los negociados positivos para los titulares de prensa y hoy que nos eliminaron y se destapan los ilícitos seguimos aceptando al mago del balón y escuchando al twitero sin atreverse nadie a ponerles el cascabel a esos gatos.

[email protected]

P:D.1: 20 de Julio, ¿de verdad pasó algo? Ya se nos está olvidando.
P.D.2: los cuatro concejales, ¿existen?, los cien millones ¿se dieron? El contratista ¿existe?

Columnista
21 julio, 2011

Fútbol, reflejo del país.

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Germán Piedrahíta R.

DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R. Se nombre una comisión de alto nivel. La conforma un ganador que terminó perdiéndolo todo por querer imponer una fórmula, 1-4-5-1. Ese ilógico fue paseado por Europa, Latinoamérica y Colombia, llevándolo a no dirigir más, pero si a ser el jefe supremo de nuestro fútbol y – claro-,  nombra […]


DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R.

Se nombre una comisión de alto nivel. La conforma un ganador que terminó perdiéndolo todo por querer imponer una fórmula, 1-4-5-1. Ese ilógico fue paseado por Europa, Latinoamérica y Colombia, llevándolo a no dirigir más, pero si a ser el jefe supremo de nuestro fútbol y – claro-,  nombra de técnicos a sus amigos y éstos quieren pasar a la historia con propuestas sin sentido, 4-1-4-1 y pasando por encima de cualquier razonamiento “se muere” con su “novedosa estrategia”.
Jugador por jugador, Colombia es buena, excelente; colectivamente no sabe que hacer y es que ningún equipo en el mundo, y los nuestros están en los mejores, juega a “eso”. Se mueven dentro de lo tradicional, 4-4-2 o 4-3-3 y son campeones.
Nuestro “mago” quiere, en pocos días, que toda una forma aprendida en años de práctica, se cambie por lo que él plantea, por que él manda. Que el 10 ha muerto y pone en el medio delanteros o defensas. Los jugadores son buenos, pero no son máquinas y terminan moviéndose sin rumbo. La carga aprendida fue de volantes mixtos, o de creación o recuperadores y deben tratar de hacer de todo. Nuestros delanteros van por izquierda o derecha o como 9 y se les obliga a ser volantes adelantados o 9 retrasados, y solos. Terminan no siendo nada. Ni volantes ni delanteros.

Colombia pierde y empiezan las disculpas y más cuando también cayeron otros grandes, así que nos fue bien, somos grandes, caídos. El técnico habla de ya tener equipo, que ya está aprendiendo, pero para el 2014 a sabiendas que esos jugadores nunca los tendrá por más de dos semanas antes de cada partido y que los amistosos los juega con los que no serán llamados. No se va. No renuncia. No lo cambian. Perder es ganar un poco. Máxima filosófica colombiana.
Un presidente decide unir ministerios, Hay voces en contra, piden mesura, exponen peligros. El rey manda, nuestra democracia elige emperadores, hace tiranos, dictadores por votos. Los ministerios se unen sin importar los costos. Sus “jugadores” no pueden opinar, sólo juegan a lo que él quiere y la barras aplauden los consejos comunitarios, a altísimos costos, un 4-1-4-1 donde parece que se está ganando y estamos perdiendo porque “perder es ganar un poco” y se tilda de terrorista a todo el que disiente y los falsos positivos se dan en todos los ámbitos porque son miles los proyectos (promesas) y nulos los resultados  y si cuatro años no bastaban, (¿verdad Bolillo?), ocho no fueron suficientes porque él también se “muere con la suya” aunque los muertos son otros.
La incapacidad de la estrategia nos elimina y “todo bien, todo bien”; la inmoralidad y corrupción se cultivaron en el baño de sangre de la seguridad democrática y en los negociados positivos para los titulares de prensa y hoy que nos eliminaron y se destapan los ilícitos seguimos aceptando al mago del balón y escuchando al twitero sin atreverse nadie a ponerles el cascabel a esos gatos.

[email protected]

P:D.1: 20 de Julio, ¿de verdad pasó algo? Ya se nos está olvidando.
P.D.2: los cuatro concejales, ¿existen?, los cien millones ¿se dieron? El contratista ¿existe?