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Columnista - 25 agosto, 2011

Fútbol, antifaces y decires

DOS PUNTOS: Por: Germán Piedrahita R. Terminó el mundial y Colombia cumplió. Por suerte ya no hay más inauguraciones ni cierres. Digo esto porque no hemos aprendido a mostrar lo nuestro con calidad, altura y elegancia. En Barranquilla nada vimos y la crítica se dio un banquete por ser día miércoles y los dos días  […]

DOS PUNTOS:

Por: Germán Piedrahita R.

Terminó el mundial y Colombia cumplió. Por suerte ya no hay más inauguraciones ni cierres. Digo esto porque no hemos aprendido a mostrar lo nuestro con calidad, altura y elegancia. En Barranquilla nada vimos y la crítica se dio un banquete por ser día miércoles y los dos días  siguientes tenían radio y prensa, prendidos. En Bogotá, fue sábado y el domingo sin noticieros, sin programas de opinión, nada se dijo. Quizá yo estoy en “el lugar equivocado” pero no sé si el mundo entendió esa flaca copia del Circo del Sol con la leyenda de Sue y Chía, dos figuras “flotando”, dos gritonas, no sé si ustedes supieron qué decían; unos tamboreos con ritmos de todo y nada y un grupo, sí, colombiano, pero que nos mostró como festival de barrio. Bogotá no nos salvó la imagen, repitió el poco de gente en la cancha con imágenes recortadas que para la visión en televisión no unían la supuesta historia. La fea “copa” también flotando, ahora todo flota, como en circo de pueblo. Lo pasable las figuras electrónicas con el nombre de los países competidores y la pólvora, perdón, fuegos artificiales. Terminó el mundial, la publicidad para el país valió la pena, pero ¡no más inauguraciones y cierres tratando de copiar, mal, lo extranjero!
Y marchamos ¿marchamos? El plural puede quedar largo porque la situación de la corrupción en el país no daba para la poca asistencia, pareciera que poco importa lo que está pasando o que ya no creemos ni en nosotros mismos. Pero hay faltas notables. No podré entender nunca que los dueños de medios, directores de noticieros, periodistas de radio, prensa, televisión, columnistas, no se vieran en un número verdaderamente representativo. No entiendo esos golpes de pecho, esos llamados a la pulcritud, esos señalamientos, gritos, alharacas, puyas, caricaturas, si los que las pronuncian y reclaman no tuvieron el valor moral para ponerse el antifaz, marchar y después quitárselo como símbolo de no corrupción. ¿Y los artistas? ¿No les afecta la corrupción? Dónde la gente del teatro, de la danza, la música, la pintura. A los poetas y escritores solo les afecta que no les compren libros, lo demás, hojas en blanco. ¿Y los estudiantes? Son más de 35 mil en universidades y corporaciones sin contar los de colegio y nada, no hubo presencia del “futuro del país”. ¿Y los sindicalistas? “Allá están, esos son, los que roban la nación”  un grito más que repetido, pero en sus marchas, cuando les tocan sus barrigas. Los balones no rodaron, ni las bielas, patines, nadie trotó, ni corrió, los deportistas estaban cansados.
Así mismo, con el eufemismo de que la marcha no era política en una mano cabían los candidatos  sin temor a caminar. El acto sí era político. Contra la  corrupción de lo político,  contra  la compra de votos, contra el robo continuado del erario público. Colombia es un país verdaderamente rico, en todo. No es fácil comprender que con las cifras que se manejan no haya colapsado el país. Son billones de pesos en todas las entidades, son billones votados, robados de las regalías, son miles de millones y el país no se ha quebrado. Si lográramos que los elegidos no permitieran la corrupción por medios legales, Colombia sería el mejor país del mundo. No nos dejemos engañar, lo tenemos todo para vivir bien y con la marcha se intentaba hacer conciencia. Pero, somos así, folclóricos y ciegos… ¿corruptos?.
Renuncia irrevocable. Se dio por las palabras del presidente o si no estaríamos dando bolillo. ¿Y la golpeada? Transmito los decires, chismes de la gente, para ella no aparecer. El Bolillo es casado. Que la mujer podría ser  la esposa de un jugador. Que podría ser secretaria de la Federación o hija de un presidente de equipo Que es una niña de la alta sociedad bogotana. Por los golpes “como a un hombre” porque era un travesti y por eso la ira del entrenador y mas si ya habría besitos de por medio. Y si aparece y efectivamente es un hombre, travesti o gay ¿que tan culpable sería el Bolillo?.
Con él se va Maturana y los temores de un nuevo técnico no aparecieron en la pasada eliminatoria cuando cambiaron de técnico en plena campaña. Lo de un técnico nuestro por conocer a los jugadores no es cierto porque todos los seleccionables juegan en el exterior, pero considero elegible a Alexis García que ha llevado a la Equidad, un equipo sin estrellas a finales todo el tiempo.

[email protected]

Columnista
25 agosto, 2011

Fútbol, antifaces y decires

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Germán Piedrahíta R.

DOS PUNTOS: Por: Germán Piedrahita R. Terminó el mundial y Colombia cumplió. Por suerte ya no hay más inauguraciones ni cierres. Digo esto porque no hemos aprendido a mostrar lo nuestro con calidad, altura y elegancia. En Barranquilla nada vimos y la crítica se dio un banquete por ser día miércoles y los dos días  […]


DOS PUNTOS:

Por: Germán Piedrahita R.

Terminó el mundial y Colombia cumplió. Por suerte ya no hay más inauguraciones ni cierres. Digo esto porque no hemos aprendido a mostrar lo nuestro con calidad, altura y elegancia. En Barranquilla nada vimos y la crítica se dio un banquete por ser día miércoles y los dos días  siguientes tenían radio y prensa, prendidos. En Bogotá, fue sábado y el domingo sin noticieros, sin programas de opinión, nada se dijo. Quizá yo estoy en “el lugar equivocado” pero no sé si el mundo entendió esa flaca copia del Circo del Sol con la leyenda de Sue y Chía, dos figuras “flotando”, dos gritonas, no sé si ustedes supieron qué decían; unos tamboreos con ritmos de todo y nada y un grupo, sí, colombiano, pero que nos mostró como festival de barrio. Bogotá no nos salvó la imagen, repitió el poco de gente en la cancha con imágenes recortadas que para la visión en televisión no unían la supuesta historia. La fea “copa” también flotando, ahora todo flota, como en circo de pueblo. Lo pasable las figuras electrónicas con el nombre de los países competidores y la pólvora, perdón, fuegos artificiales. Terminó el mundial, la publicidad para el país valió la pena, pero ¡no más inauguraciones y cierres tratando de copiar, mal, lo extranjero!
Y marchamos ¿marchamos? El plural puede quedar largo porque la situación de la corrupción en el país no daba para la poca asistencia, pareciera que poco importa lo que está pasando o que ya no creemos ni en nosotros mismos. Pero hay faltas notables. No podré entender nunca que los dueños de medios, directores de noticieros, periodistas de radio, prensa, televisión, columnistas, no se vieran en un número verdaderamente representativo. No entiendo esos golpes de pecho, esos llamados a la pulcritud, esos señalamientos, gritos, alharacas, puyas, caricaturas, si los que las pronuncian y reclaman no tuvieron el valor moral para ponerse el antifaz, marchar y después quitárselo como símbolo de no corrupción. ¿Y los artistas? ¿No les afecta la corrupción? Dónde la gente del teatro, de la danza, la música, la pintura. A los poetas y escritores solo les afecta que no les compren libros, lo demás, hojas en blanco. ¿Y los estudiantes? Son más de 35 mil en universidades y corporaciones sin contar los de colegio y nada, no hubo presencia del “futuro del país”. ¿Y los sindicalistas? “Allá están, esos son, los que roban la nación”  un grito más que repetido, pero en sus marchas, cuando les tocan sus barrigas. Los balones no rodaron, ni las bielas, patines, nadie trotó, ni corrió, los deportistas estaban cansados.
Así mismo, con el eufemismo de que la marcha no era política en una mano cabían los candidatos  sin temor a caminar. El acto sí era político. Contra la  corrupción de lo político,  contra  la compra de votos, contra el robo continuado del erario público. Colombia es un país verdaderamente rico, en todo. No es fácil comprender que con las cifras que se manejan no haya colapsado el país. Son billones de pesos en todas las entidades, son billones votados, robados de las regalías, son miles de millones y el país no se ha quebrado. Si lográramos que los elegidos no permitieran la corrupción por medios legales, Colombia sería el mejor país del mundo. No nos dejemos engañar, lo tenemos todo para vivir bien y con la marcha se intentaba hacer conciencia. Pero, somos así, folclóricos y ciegos… ¿corruptos?.
Renuncia irrevocable. Se dio por las palabras del presidente o si no estaríamos dando bolillo. ¿Y la golpeada? Transmito los decires, chismes de la gente, para ella no aparecer. El Bolillo es casado. Que la mujer podría ser  la esposa de un jugador. Que podría ser secretaria de la Federación o hija de un presidente de equipo Que es una niña de la alta sociedad bogotana. Por los golpes “como a un hombre” porque era un travesti y por eso la ira del entrenador y mas si ya habría besitos de por medio. Y si aparece y efectivamente es un hombre, travesti o gay ¿que tan culpable sería el Bolillo?.
Con él se va Maturana y los temores de un nuevo técnico no aparecieron en la pasada eliminatoria cuando cambiaron de técnico en plena campaña. Lo de un técnico nuestro por conocer a los jugadores no es cierto porque todos los seleccionables juegan en el exterior, pero considero elegible a Alexis García que ha llevado a la Equidad, un equipo sin estrellas a finales todo el tiempo.

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