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Editorial - 23 marzo, 2016

Fredys y sus contratos de despedida

El ahora exalcalde de Valledupar hizo un jonrón con las bases llenas. Pero esas carreras fueron para intereses particulares que las autoridades competentes tendrán que dilucidar. Lo decimos por la salida a la luz pública de los contratos firmados por Emdupar en el último mes del mandato del alcalde Socarrás, sin decirle nada ni a […]

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El ahora exalcalde de Valledupar hizo un jonrón con las bases llenas. Pero esas carreras fueron para intereses particulares que las autoridades competentes tendrán que dilucidar. Lo decimos por la salida a la luz pública de los contratos firmados por Emdupar en el último mes del mandato del alcalde Socarrás, sin decirle nada ni a la opinión pública ni al alcalde entrante.

Estos contratos fueron la entrega en “concesión” de la planta de tratamiento de aguas residuales El Salguero a un privado por la próxima generación; es decir 30 años. Valor del contrato: 49.000 millones de pesos.

Adicionalmente a lo anterior, entregó otro contrato para la disposición final de residuos sólidos por 156.000 millones de pesos. Es decir, en menos de un mes entregó contratos por más de 200.000 millones de pesos sin que los vallenatos nos enteráramos, ni el alcalde entrante. Qué falta de transparencia del exalcalde Fredys Socarras con sus conciudadanos.

Pero ese comportamiento de Socarrás, que no nos debe extrañar, se replica en la clase política local. Se hacen elegir con discursos de hombres honestos y transparentes, para luego actuar a favor de sus intereses y de sus grupos políticos y económicos. El ahora exalcalde desmontó un par de concesiones onerosas al principio de su mandato- Tránsito y Amoblamiento Urbano- y se mostró como un adalid de la lucha contra la corrupción y la defensa de los recursos públicos, actuación con la que se ganó el aplauso y admiración de la ciudadanía. Pero al parecer, las desmontó solo con el propósito de montar las de él, lo que parece ser que un comportamiento típico de los políticos locales.

Ahora le corresponde al alcalde Ramírez Uhia encontrar la manera de desmontarla o negociar unos términos más favorables a unas concesiones que le tocó descubrir. La ciudadanía espera que el alcalde produzca pronto un informe detallado de los alcances de ambos contratos, si son legales o no, económicamente viables o no, y cómo pretende resolver el problema porque solo en el contrato firmado con la firma Aqua de Colombia le corresponde al municipio el 5 % de los ingresos. ¿Se pueden desmontar los contratos? ¿Se pueden renegociar? ¿Qué piensa hacer el alcalde Ramírez con semejante chicharrón?

EL PILÓN hace dos llamados: uno a los entes de control para que investiguen a fondo estos contratos y apoyen al municipio de Valledupar en encontrar una solución. Y otro a la ciudadanía, para que no olvide las malas decisiones de sus mandatarios, como el caso Fredys Socarrás Reales, especialmente a la hora de elegir las personas que conducirán el destino de la ciudad. Generalmente elegimos a lobos disfrazados de ovejas.

Editorial
23 marzo, 2016

Fredys y sus contratos de despedida

El ahora exalcalde de Valledupar hizo un jonrón con las bases llenas. Pero esas carreras fueron para intereses particulares que las autoridades competentes tendrán que dilucidar. Lo decimos por la salida a la luz pública de los contratos firmados por Emdupar en el último mes del mandato del alcalde Socarrás, sin decirle nada ni a […]


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El ahora exalcalde de Valledupar hizo un jonrón con las bases llenas. Pero esas carreras fueron para intereses particulares que las autoridades competentes tendrán que dilucidar. Lo decimos por la salida a la luz pública de los contratos firmados por Emdupar en el último mes del mandato del alcalde Socarrás, sin decirle nada ni a la opinión pública ni al alcalde entrante.

Estos contratos fueron la entrega en “concesión” de la planta de tratamiento de aguas residuales El Salguero a un privado por la próxima generación; es decir 30 años. Valor del contrato: 49.000 millones de pesos.

Adicionalmente a lo anterior, entregó otro contrato para la disposición final de residuos sólidos por 156.000 millones de pesos. Es decir, en menos de un mes entregó contratos por más de 200.000 millones de pesos sin que los vallenatos nos enteráramos, ni el alcalde entrante. Qué falta de transparencia del exalcalde Fredys Socarras con sus conciudadanos.

Pero ese comportamiento de Socarrás, que no nos debe extrañar, se replica en la clase política local. Se hacen elegir con discursos de hombres honestos y transparentes, para luego actuar a favor de sus intereses y de sus grupos políticos y económicos. El ahora exalcalde desmontó un par de concesiones onerosas al principio de su mandato- Tránsito y Amoblamiento Urbano- y se mostró como un adalid de la lucha contra la corrupción y la defensa de los recursos públicos, actuación con la que se ganó el aplauso y admiración de la ciudadanía. Pero al parecer, las desmontó solo con el propósito de montar las de él, lo que parece ser que un comportamiento típico de los políticos locales.

Ahora le corresponde al alcalde Ramírez Uhia encontrar la manera de desmontarla o negociar unos términos más favorables a unas concesiones que le tocó descubrir. La ciudadanía espera que el alcalde produzca pronto un informe detallado de los alcances de ambos contratos, si son legales o no, económicamente viables o no, y cómo pretende resolver el problema porque solo en el contrato firmado con la firma Aqua de Colombia le corresponde al municipio el 5 % de los ingresos. ¿Se pueden desmontar los contratos? ¿Se pueden renegociar? ¿Qué piensa hacer el alcalde Ramírez con semejante chicharrón?

EL PILÓN hace dos llamados: uno a los entes de control para que investiguen a fondo estos contratos y apoyen al municipio de Valledupar en encontrar una solución. Y otro a la ciudadanía, para que no olvide las malas decisiones de sus mandatarios, como el caso Fredys Socarrás Reales, especialmente a la hora de elegir las personas que conducirán el destino de la ciudad. Generalmente elegimos a lobos disfrazados de ovejas.