Siempre el buen educador induce al conocimiento y desarrolla el talento con estrategias y amor.
I
Siempre el buen educador
induce al conocimiento
y desarrolla el talento
con estrategias y amor.
Su inmensurable labor
es trabajo permanente:
darle la luz a la mente,
vencer momentos oscuros
para edificar el futuro
con las bases del presente.
II
El compromiso de enseñar
es de aptitud y paciencia
que anima la inteligencia
y cualifica el pensar.
El docente ha de trabajar
con disciplina y esmero,
hilar como un jornalero
y su alma no está en el jornal,
porque su misión esencial
es iluminar los senderos.
III
A todos los profesores
de mi patria colombiana
yo les brindo esta mañana
mis fraternales honores;
ellos llenan de esplendores
caminos en lontananza,
proyectan con la enseñanza
formar personas de bien;
ellos son luz del edén
sembradores de esperanza.
IV
Patrono de los docentes
es Juan Bautista La Salle,
un Papa tuvo el detalle
de otorgarle ese oferente;
en Colombia un presidente
obediente al Vaticano,
con la pluma entre su mano
un decreto firmaría:
quince de mayo es el día
del maestro colombiano.
Por José Atuesta Mindiola
Siempre el buen educador induce al conocimiento y desarrolla el talento con estrategias y amor.
I
Siempre el buen educador
induce al conocimiento
y desarrolla el talento
con estrategias y amor.
Su inmensurable labor
es trabajo permanente:
darle la luz a la mente,
vencer momentos oscuros
para edificar el futuro
con las bases del presente.
II
El compromiso de enseñar
es de aptitud y paciencia
que anima la inteligencia
y cualifica el pensar.
El docente ha de trabajar
con disciplina y esmero,
hilar como un jornalero
y su alma no está en el jornal,
porque su misión esencial
es iluminar los senderos.
III
A todos los profesores
de mi patria colombiana
yo les brindo esta mañana
mis fraternales honores;
ellos llenan de esplendores
caminos en lontananza,
proyectan con la enseñanza
formar personas de bien;
ellos son luz del edén
sembradores de esperanza.
IV
Patrono de los docentes
es Juan Bautista La Salle,
un Papa tuvo el detalle
de otorgarle ese oferente;
en Colombia un presidente
obediente al Vaticano,
con la pluma entre su mano
un decreto firmaría:
quince de mayo es el día
del maestro colombiano.
Por José Atuesta Mindiola