El togado advirtió que ante la falta de compromiso del acusado envió un médico al servicio del despacho al centro asistencial para diagnosticar que el acusado estaba en condiciones de acudir a la diligencia, aunque la defensa expresó lo contrario.
Por segunda vez consecutiva fracasó el inicio de juicio oral en contra de Luis Quiñonez Rodríguez, el taxista que habría transportado al sicario que mató al ganadero Efraín Calderón Calderón, la tarde del 18 de agosto del 2017 mientras se encontraba en su vehículo, en un costado de la Fundación Universitaria del Área Andina, noroccidente de Valledupar.
La audiencia programa en el Palacio de Justicia de la ciudad en la mañana de ayer no se efectuó por la ausencia del incriminado que a través de su defensa manifestó estar incapacitado por un malestar físico que le están atendiendo actualmente en el Hospital Rosario Pumarejo de López.
El Juzgado Tercero Penal del Circuito advirtió que el proceso se ha convertido en un “tema de dilaciones que cuando no está enferma la defensora, está enfermo el procesado”.
El togado advirtió que ante la falta de compromiso del acusado envió un médico al servicio del despacho al centro asistencial para diagnosticar que el acusado estaba en condiciones de acudir a la diligencia, aunque la defensa expresó lo contrario.
Quiñonez está privado de la libertad desde que fue capturado el día de los hechos, en la calle 22 con carrera 17 de Valledupar, tras una persecución policial que lo abordó en plena vía pública, cuando presuntamente el asesino ya había descendido del vehículo de transporte público.
El togado advirtió que ante la falta de compromiso del acusado envió un médico al servicio del despacho al centro asistencial para diagnosticar que el acusado estaba en condiciones de acudir a la diligencia, aunque la defensa expresó lo contrario.
Por segunda vez consecutiva fracasó el inicio de juicio oral en contra de Luis Quiñonez Rodríguez, el taxista que habría transportado al sicario que mató al ganadero Efraín Calderón Calderón, la tarde del 18 de agosto del 2017 mientras se encontraba en su vehículo, en un costado de la Fundación Universitaria del Área Andina, noroccidente de Valledupar.
La audiencia programa en el Palacio de Justicia de la ciudad en la mañana de ayer no se efectuó por la ausencia del incriminado que a través de su defensa manifestó estar incapacitado por un malestar físico que le están atendiendo actualmente en el Hospital Rosario Pumarejo de López.
El Juzgado Tercero Penal del Circuito advirtió que el proceso se ha convertido en un “tema de dilaciones que cuando no está enferma la defensora, está enfermo el procesado”.
El togado advirtió que ante la falta de compromiso del acusado envió un médico al servicio del despacho al centro asistencial para diagnosticar que el acusado estaba en condiciones de acudir a la diligencia, aunque la defensa expresó lo contrario.
Quiñonez está privado de la libertad desde que fue capturado el día de los hechos, en la calle 22 con carrera 17 de Valledupar, tras una persecución policial que lo abordó en plena vía pública, cuando presuntamente el asesino ya había descendido del vehículo de transporte público.