Los dos labriegos fueron desaparecidos, torturados, abaleados y enterrados en una fosa común, por parte de paramilitares.
En medio de una ceremonia en la que primaron el dolor, los recuerdos, el llanto, los abrazos de solidaridad y hasta el repudio, el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía entregó los restos óseos de dos campesinos que fueron desaparecidos de sus predios, luego torturados, abaleados con tiros de gracia y sepultados en una fosa común.
Los restos mortales que fueron exhumados por personal experto de la Fiscalía, corresponden a los campesinos
Bladimir Flórez Durán de 18 años y Edymer Góngora Barreto de 26 años. Las coordenadas del sitio en donde se encontraban sepultadas estas dos personas, fueron establecidas con el análisis de la información suministrada a una comisión de la subunidad de exhumaciones de la Fiscalía, por Óscar José Ospino Pacheco, Elías Arias y Luis Carlos Marciales Pacheco, postulados a Ley de Justicia y Paz.
El acto de entrega de los restos óseos se llevó a cabo en un hotel de la ciudad y contó con la presencia de los investigadores que realizaron todo el procedimiento de exhumación e identificación.
La fosa común donde fueron hallados los restos humanos, fue construida por el grupo al margen de la ley, quienes utilizaron una retroexcavadora, que según los informantes, estaba en zona rural del municipio de Becerril, Cesar, hasta donde se desplazaron los investigadores para llevar a cabo el proceso de exhumación y luego la investigación y análisis en laboratorios para establecer plenamente a quienes correspondían.
Los restos óseos fueron entregados en pequeñas urnas, tras la exhumación realizada el 20 de mayo del 2011 en el municipio de Becerril, Cesar, por el desaparecido departamento Administrativo de Seguridad, DAS.
Otros tres restos de víctimas del conflicto armado en el Cesar tanto por guerrilleros del Eln y por paramilitares del Bloque Norte de las Auc del frente ‘Juan Andrés Álvarez’, que operaba entre los años de 1999 y el 2005, también fueron entregados a sus familiares.
Las investigaciones determinaron, que el grupo paramilitar responsable de la desaparición y el homicidio de los dos campesinos, tenían injerencia en los municipios de El Copey, Bosconia, La Jagua de Ibirico, Codazzi y Becerril.
Las víctimas, después de ser maltratadas y torturadas por pertenecer, según sus captores a la guerrilla de las Farc, fueron asesinadas y trasladadas hasta una finca donde fueron enterradas.
Por los delitos de desaparición forzada agravada y homicidio en persona protegida, en diciembre de 2013 la Fiscalía dictó medida de aseguramiento consistente en detención preventiva en centro de reclusión para Salvatore Mancuso Gómez y Óscar José Ospino Pacheco. El postulado Alcides Manuel Mattos Tabares, en diligencia de versión libre rendida en julio y noviembre del 2009, aceptó su participación en los hechos.
Por Abdel Martínez Pérez
Los dos labriegos fueron desaparecidos, torturados, abaleados y enterrados en una fosa común, por parte de paramilitares.
En medio de una ceremonia en la que primaron el dolor, los recuerdos, el llanto, los abrazos de solidaridad y hasta el repudio, el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía entregó los restos óseos de dos campesinos que fueron desaparecidos de sus predios, luego torturados, abaleados con tiros de gracia y sepultados en una fosa común.
Los restos mortales que fueron exhumados por personal experto de la Fiscalía, corresponden a los campesinos
Bladimir Flórez Durán de 18 años y Edymer Góngora Barreto de 26 años. Las coordenadas del sitio en donde se encontraban sepultadas estas dos personas, fueron establecidas con el análisis de la información suministrada a una comisión de la subunidad de exhumaciones de la Fiscalía, por Óscar José Ospino Pacheco, Elías Arias y Luis Carlos Marciales Pacheco, postulados a Ley de Justicia y Paz.
El acto de entrega de los restos óseos se llevó a cabo en un hotel de la ciudad y contó con la presencia de los investigadores que realizaron todo el procedimiento de exhumación e identificación.
La fosa común donde fueron hallados los restos humanos, fue construida por el grupo al margen de la ley, quienes utilizaron una retroexcavadora, que según los informantes, estaba en zona rural del municipio de Becerril, Cesar, hasta donde se desplazaron los investigadores para llevar a cabo el proceso de exhumación y luego la investigación y análisis en laboratorios para establecer plenamente a quienes correspondían.
Los restos óseos fueron entregados en pequeñas urnas, tras la exhumación realizada el 20 de mayo del 2011 en el municipio de Becerril, Cesar, por el desaparecido departamento Administrativo de Seguridad, DAS.
Otros tres restos de víctimas del conflicto armado en el Cesar tanto por guerrilleros del Eln y por paramilitares del Bloque Norte de las Auc del frente ‘Juan Andrés Álvarez’, que operaba entre los años de 1999 y el 2005, también fueron entregados a sus familiares.
Las investigaciones determinaron, que el grupo paramilitar responsable de la desaparición y el homicidio de los dos campesinos, tenían injerencia en los municipios de El Copey, Bosconia, La Jagua de Ibirico, Codazzi y Becerril.
Las víctimas, después de ser maltratadas y torturadas por pertenecer, según sus captores a la guerrilla de las Farc, fueron asesinadas y trasladadas hasta una finca donde fueron enterradas.
Por los delitos de desaparición forzada agravada y homicidio en persona protegida, en diciembre de 2013 la Fiscalía dictó medida de aseguramiento consistente en detención preventiva en centro de reclusión para Salvatore Mancuso Gómez y Óscar José Ospino Pacheco. El postulado Alcides Manuel Mattos Tabares, en diligencia de versión libre rendida en julio y noviembre del 2009, aceptó su participación en los hechos.
Por Abdel Martínez Pérez