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Columnista - 30 diciembre, 2022

Fin de año, época de reflexión

Si hay una época en el año que nos invita a la reflexión, es el final del mes de diciembre. La razón es muy sencilla, marca el final de un año y el inicio de uno nuevo. 

Si hay una época en el año que nos invita a la reflexión, es el final del mes de diciembre. La razón es muy sencilla, marca el final de un año y el inicio de uno nuevo. 

Este año,  globalmente ha sido un año más cercano a lo que venía pasando antes de la pandemia de la COVID 19, puesto que las medidas de confinamiento y restricción quedaron prácticamente abolidas. Retornamos a la presencialidad para realizar nuestros trabajos. Los restaurantes, eventos públicos, conciertos y demás actividades lúdicas reaparecieron por completo. Pero también comenzamos a ver los efectos de esos casi 18 meses en que el mundo quedó paralizado: hay una crisis económica generalizada, guerra entre naciones, escasez de insumos y de alimentos, entre otros.

Desde el punto de vista individual, las personas que no padecieron la infección por SARS-CoV hoy se están encontrando con una realidad de salud muy compleja, como el empeoramiento de las enfermedades crónicas (hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemia), aumento de la obesidad y trastornos metabólicos por el sedentarismo y los malos hábitos de alimentación, incremento en el diagnóstico de enfermedades como el cáncer y particularmente se han disparado los índices de trastornos mentales como depresión, ansiedad y pánico. 

Este es un momento para reflexionar cómo están los hábitos: ¿qué tal te alimentas?, ¿tienes una vida activa físicamente?, ¿el patrón de sueño es el adecuado?. Estos son los tres aspectos que conforman los pilares de una buena salud. Si la respuesta a la pregunta es que no son los mejores, no te preocupes, siempre hay una oportunidad para mejorarlos y para ello el primer paso es saber cual es el estado actual, contestar esas preguntas con sinceridad. Una vez identificada la situación real, el siguiente paso es crear una estrategia para mejorar aquellos aspectos que lo requieren, esto se logra fijando objetivos reales y alcanzables. Por ejemplo si te diste cuenta que debes mejorar la actividad física y resulta que nunca has hecho ejercicio, no pongas como objetivo ir al gimnasio todos los días, es preferible proponerse algo como salir a caminar mínimo 20 minutos tres veces a la semana durante los primeros 3 meses y en la medida que se construye el hábito de hacer ejercicio se van definiendo metas más alcanzables. Lo importante es el cambio hacia algo que tome esfuerzo pero que sepas que lo puedes lograr, para ir incrementando ese esfuerzo hasta llegar al estado ideal. 

Somos lo que son nuestros hábitos, si queremos un cambio debemos reemplazar los hábitos que tenemos y que nos hacen daño por aquellos que nos permiten que estemos mejor cada día. Que este fin de año no se quede en anhelos de una vida mejor, sino en acciones, que aunque pequeñas nos lleven hacia la mejoría.

Definitivamente estamos en una época que nos invita a reflexionar y si hay algo en lo que vale la pena hacerlo es acerca de cómo está nuestra salud, revisar esos tres pilares y definir metas para mejorarlos;  porque como dice un antiguo proverbio árabe “aquel que tiene salud tiene esperanza y quien tiene esperanza lo tiene todo”.

Por Ricardo Guerra Fuentes

Columnista
30 diciembre, 2022

Fin de año, época de reflexión

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Ricardo Guerra Fuentes

Si hay una época en el año que nos invita a la reflexión, es el final del mes de diciembre. La razón es muy sencilla, marca el final de un año y el inicio de uno nuevo. 


Si hay una época en el año que nos invita a la reflexión, es el final del mes de diciembre. La razón es muy sencilla, marca el final de un año y el inicio de uno nuevo. 

Este año,  globalmente ha sido un año más cercano a lo que venía pasando antes de la pandemia de la COVID 19, puesto que las medidas de confinamiento y restricción quedaron prácticamente abolidas. Retornamos a la presencialidad para realizar nuestros trabajos. Los restaurantes, eventos públicos, conciertos y demás actividades lúdicas reaparecieron por completo. Pero también comenzamos a ver los efectos de esos casi 18 meses en que el mundo quedó paralizado: hay una crisis económica generalizada, guerra entre naciones, escasez de insumos y de alimentos, entre otros.

Desde el punto de vista individual, las personas que no padecieron la infección por SARS-CoV hoy se están encontrando con una realidad de salud muy compleja, como el empeoramiento de las enfermedades crónicas (hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemia), aumento de la obesidad y trastornos metabólicos por el sedentarismo y los malos hábitos de alimentación, incremento en el diagnóstico de enfermedades como el cáncer y particularmente se han disparado los índices de trastornos mentales como depresión, ansiedad y pánico. 

Este es un momento para reflexionar cómo están los hábitos: ¿qué tal te alimentas?, ¿tienes una vida activa físicamente?, ¿el patrón de sueño es el adecuado?. Estos son los tres aspectos que conforman los pilares de una buena salud. Si la respuesta a la pregunta es que no son los mejores, no te preocupes, siempre hay una oportunidad para mejorarlos y para ello el primer paso es saber cual es el estado actual, contestar esas preguntas con sinceridad. Una vez identificada la situación real, el siguiente paso es crear una estrategia para mejorar aquellos aspectos que lo requieren, esto se logra fijando objetivos reales y alcanzables. Por ejemplo si te diste cuenta que debes mejorar la actividad física y resulta que nunca has hecho ejercicio, no pongas como objetivo ir al gimnasio todos los días, es preferible proponerse algo como salir a caminar mínimo 20 minutos tres veces a la semana durante los primeros 3 meses y en la medida que se construye el hábito de hacer ejercicio se van definiendo metas más alcanzables. Lo importante es el cambio hacia algo que tome esfuerzo pero que sepas que lo puedes lograr, para ir incrementando ese esfuerzo hasta llegar al estado ideal. 

Somos lo que son nuestros hábitos, si queremos un cambio debemos reemplazar los hábitos que tenemos y que nos hacen daño por aquellos que nos permiten que estemos mejor cada día. Que este fin de año no se quede en anhelos de una vida mejor, sino en acciones, que aunque pequeñas nos lleven hacia la mejoría.

Definitivamente estamos en una época que nos invita a reflexionar y si hay algo en lo que vale la pena hacerlo es acerca de cómo está nuestra salud, revisar esos tres pilares y definir metas para mejorarlos;  porque como dice un antiguo proverbio árabe “aquel que tiene salud tiene esperanza y quien tiene esperanza lo tiene todo”.

Por Ricardo Guerra Fuentes