El balneario Hurtado, con 1.5 kilómetros, es el patio de la casa de alrededor de 500 mil personas, y de otro tanto que visitan Valledupar, principalmente los fines de semana. Es el sitio más emblemático del río Guatapurí, el único río no contaminado que surca un casco urbano en Colombia, una piscina natural con un […]
El balneario Hurtado, con 1.5 kilómetros, es el patio de la casa de alrededor de 500 mil personas, y de otro tanto que visitan Valledupar, principalmente los fines de semana. Es el sitio más emblemático del río Guatapurí, el único río no contaminado que surca un casco urbano en Colombia, una piscina natural con un caudal que emerge a más de 4.000 metros de altura, con un recorrido perpendicular de 50 kilómetros desde la Sierra Nevada hasta su desembocadura en el río Cesar, atravesando asentamientos indígenas, fincas, veredas y corregimientos.
En su entorno hay de todo tipo de oportunidades ecoturísticas, avistamiento de aves, senderismo, natación y otras actividades que pueden desarrollarse en este paraíso natural, sin costo alguno.
Más allá del monumento de la joven Rosario Arciniegas, que según la leyenda, se convirtió en sirena tras desobedecer a sus padres al bañarse en el río un viernes santo, el Guatapurí tiene una mística para cautivar a los visitantes y hasta inspirar canciones.
Tratando de potenciar este tesoro turístico, desde ayer la administración municipal realiza en el afluente las Fiestas del Río, un conjunto de actividades culturales, deportivas y sociales que buscan integrar a los vallenatos y visitantes en torno al río en una celebración que se extenderá hasta el domingo 18 de noviembre.
Destacamos dos de los eventos de hoy, el conversatorio ‘El río Guatapurí, mitos y leyendas’, de 9 a.m. a 12 m, y en la noche converge la programación de las fiestas con el encuentro vallenato femenino Evafe, en el Parque Consuelo Araujo Noguera, a pocos metros del balneario, donde se congregarán las mujeres exponentes de la música vallenata.
Aprovechamos la oportunidad para hacer un llamado a la reflexión sobre el cuidado que debemos tener con el río Guatapurí, debemos recordar que es nuestra principal fuente de agua y está en riesgo por la deforestación y contaminación. Además hay que recordar que esporádicamente mueren personas ahogadas en sus aguas y no se han tomado medidas necesarias para evitar que eso siga ocurriendo, puesto que no hay señalización de las zonas peligrosas ni salvavidas permanentes; una tarea pendiente de la administración municipal que paradójicamente sí destina recursos para espectáculos pomposos con motos acuáticas y toboganes.
No queremos aguar la fiesta, pero debemos decir que esta celebración de 10 días debería estar acompañada de acciones concretas para salvaguardar toda la cuenca del Guatapurí. Con el aporte de los gobernantes y de cada uno de los ciudadanos, las fiestas del río deberían ser todos los días del año.
El balneario Hurtado, con 1.5 kilómetros, es el patio de la casa de alrededor de 500 mil personas, y de otro tanto que visitan Valledupar, principalmente los fines de semana. Es el sitio más emblemático del río Guatapurí, el único río no contaminado que surca un casco urbano en Colombia, una piscina natural con un […]
El balneario Hurtado, con 1.5 kilómetros, es el patio de la casa de alrededor de 500 mil personas, y de otro tanto que visitan Valledupar, principalmente los fines de semana. Es el sitio más emblemático del río Guatapurí, el único río no contaminado que surca un casco urbano en Colombia, una piscina natural con un caudal que emerge a más de 4.000 metros de altura, con un recorrido perpendicular de 50 kilómetros desde la Sierra Nevada hasta su desembocadura en el río Cesar, atravesando asentamientos indígenas, fincas, veredas y corregimientos.
En su entorno hay de todo tipo de oportunidades ecoturísticas, avistamiento de aves, senderismo, natación y otras actividades que pueden desarrollarse en este paraíso natural, sin costo alguno.
Más allá del monumento de la joven Rosario Arciniegas, que según la leyenda, se convirtió en sirena tras desobedecer a sus padres al bañarse en el río un viernes santo, el Guatapurí tiene una mística para cautivar a los visitantes y hasta inspirar canciones.
Tratando de potenciar este tesoro turístico, desde ayer la administración municipal realiza en el afluente las Fiestas del Río, un conjunto de actividades culturales, deportivas y sociales que buscan integrar a los vallenatos y visitantes en torno al río en una celebración que se extenderá hasta el domingo 18 de noviembre.
Destacamos dos de los eventos de hoy, el conversatorio ‘El río Guatapurí, mitos y leyendas’, de 9 a.m. a 12 m, y en la noche converge la programación de las fiestas con el encuentro vallenato femenino Evafe, en el Parque Consuelo Araujo Noguera, a pocos metros del balneario, donde se congregarán las mujeres exponentes de la música vallenata.
Aprovechamos la oportunidad para hacer un llamado a la reflexión sobre el cuidado que debemos tener con el río Guatapurí, debemos recordar que es nuestra principal fuente de agua y está en riesgo por la deforestación y contaminación. Además hay que recordar que esporádicamente mueren personas ahogadas en sus aguas y no se han tomado medidas necesarias para evitar que eso siga ocurriendo, puesto que no hay señalización de las zonas peligrosas ni salvavidas permanentes; una tarea pendiente de la administración municipal que paradójicamente sí destina recursos para espectáculos pomposos con motos acuáticas y toboganes.
No queremos aguar la fiesta, pero debemos decir que esta celebración de 10 días debería estar acompañada de acciones concretas para salvaguardar toda la cuenca del Guatapurí. Con el aporte de los gobernantes y de cada uno de los ciudadanos, las fiestas del río deberían ser todos los días del año.