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Columnista - 20 abril, 2010

Festival Vallenato, espacio público y algo de política

Por: Alberto Herazo P. Del 27 de abril  al 1  de mayo se darán cita los juglares descendiente  de Francisco  “El Hombre”, en el Parque de La  Leyenda, en Homenaje  al maestro  Rafael Escalona.  En  la  43  versión  del Festival de  la Leyenda  Vallenata  se reúnen los mejores  exponentes  del  son, paseo, merengue  y puya; […]

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Por: Alberto Herazo P.

Del 27 de abril  al 1  de mayo se darán cita los juglares descendiente  de Francisco  “El Hombre”, en el Parque de La  Leyenda, en Homenaje  al maestro  Rafael Escalona.  En  la  43  versión  del Festival de  la Leyenda  Vallenata  se reúnen los mejores  exponentes  del  son, paseo, merengue  y puya; además del tradicional  concurso de  la piqueria.
Por más  de  cien  años los ritmos  vallenatos han alimentado  el folclor, la historia  y el acervo  cultural  en nuestra región.  Desde  1968, cuando Alejo  Durán se  convirtió  en el primer ganador  en la Historia del Festival, el evento, realizado  en esta ciudad, no sólo  ha producido  las mejores canciones, parranda y guayabos, sino la presencia de importantes personalidades  de todo el país.
El Festival también evidencia la vitalidad  de la música vallenata  y su capacidad  de  invitar, tras  43  versiones, a  propios y a extraños a las calles  de  esta  bella ciudad a  deleitarse con el sonido de los acordeones, las cajas y la guacharacas.  Son cuatro días de ininterrumpida parranda  vallenata.
Hay  que saber  de vallenato  y sobre  todo saberlo gozar para apreciar  en toda  su profundidad la riqueza creativa, el calor humano y la fuerza  cultural  de una fiesta que  concentra   los mejores  del más  autentico y vivo  de  nuestro géneros musicales.
Felicitaciones  al actual presidente  de  la Fundación Festival  de  la  Leyenda  Vallenata, Rodolfo  Molina  Araujo y desearle  muchos éxitos  en este certamen.  Y  bienvenidos  los visitantes.

El espacio público

El domingo pasado  el editorialista  de  El Diario  El Pilón tocó un tema  de  mucha  importancia  y de actualidad  sobre   el grave problema  de invasión  del espacio  público,  pero más  aún más grave la proliferación de negocios informales de comidas sin ningún control.
Delicada esta situación y las autoridades tienen que tomar urgentemente cartas  en este asunto.
No debemos olvidar que “es deber del Estado velar por la protección de la integridad del espacio público y por su destinación al uso común, el cual prevalecerá sobre los intereses particulares”.
Ni la propiedad privada puede correr la cerca más allá de su estricto término ni nadie puede usurpar por comodidad individual interés o capricho lo que es de dominio público.  En Valledupar, es común apropiarse de sus terrenos de una u otra manera.
Acordonándolos, convirtiéndolos  en garaje, interrumpiendo  el paso  de  peatones  e incluso montando negocios irregulares en especial la cultura  del automóvil y ahora la de las  motos han transgredido todas las fronteras y atropellando la necesidad y el placer de caminar.
En nuestro medio aunque teóricamente los espacios públicos tienen finalidad concreta, terminaron no siendo de nadie o siendo del que primero le pusiera la mano.  Un ejemplo palpable es  el centro de la ciudad, concretamente las carreras  7 y 8, las calles  16, 16ª, 16B  y los alrededores  de la galería y calles  aledañas, inclusive  la  Plaza Alfonso  López
Lo que  si es cierto es que en todas partes hay sitios de fritangas y que me extraña que mi gran amigo, el Secretario de  Salud  Municipal, Antonio  María Calderón, diga que no le corresponde la parte  del riesgo para la salud publica de los comensales  de estas ventas. Nuestro alcalde  no debe  cejar  en su empeño  del control  de  estas ventas callejeras  y por  convertir los andenes  de las principales calles, carreteras y avenidas  de  la  ciudad  en espacios  amables, estéticamente agradables  y que  le devuelvan al ciudadano el derecho  a  ser peatón.

EL FENOMENO MOCKUS

Sin tener una maquinaría política y sin invertir mucho dinero  en su campaña para lograr la  Presidencia de  la República, este personaje se esta robando  el “Show” del momento.
Un filósofo matemático, de  68  años,  de  edad, con cara  de predicador  de  la  secta  Amish. Su  vertiginosa política la inició siendo rector de la Universidad Nacional al bajarse los pantalones ante 3000  estudiantes, el espectáculo le costo el puesto, pero lo lanzó a  la arena política.
Ha tenido  una forma  bastante  exótica  de  comunicarse.  El fenómeno   Mockus  no es simplemente una  repuesta  emocional  a  sus  irreverencias, sino  que  sus posibilidades  políticas  son evidentemente y lo ha demostrado.  En el sondeo  Mockus  está que  alcanza  a Santos.  Ojo  con este candidato  que puede  dar una  sorpresa.   Quiero  aclarar que hasta  el momento no tengo definido mi candidato  a  la  Presidencia  de   la Republica.

Columnista
20 abril, 2010

Festival Vallenato, espacio público y algo de política

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Por: Alberto Herazo P. Del 27 de abril  al 1  de mayo se darán cita los juglares descendiente  de Francisco  “El Hombre”, en el Parque de La  Leyenda, en Homenaje  al maestro  Rafael Escalona.  En  la  43  versión  del Festival de  la Leyenda  Vallenata  se reúnen los mejores  exponentes  del  son, paseo, merengue  y puya; […]


Por: Alberto Herazo P.

Del 27 de abril  al 1  de mayo se darán cita los juglares descendiente  de Francisco  “El Hombre”, en el Parque de La  Leyenda, en Homenaje  al maestro  Rafael Escalona.  En  la  43  versión  del Festival de  la Leyenda  Vallenata  se reúnen los mejores  exponentes  del  son, paseo, merengue  y puya; además del tradicional  concurso de  la piqueria.
Por más  de  cien  años los ritmos  vallenatos han alimentado  el folclor, la historia  y el acervo  cultural  en nuestra región.  Desde  1968, cuando Alejo  Durán se  convirtió  en el primer ganador  en la Historia del Festival, el evento, realizado  en esta ciudad, no sólo  ha producido  las mejores canciones, parranda y guayabos, sino la presencia de importantes personalidades  de todo el país.
El Festival también evidencia la vitalidad  de la música vallenata  y su capacidad  de  invitar, tras  43  versiones, a  propios y a extraños a las calles  de  esta  bella ciudad a  deleitarse con el sonido de los acordeones, las cajas y la guacharacas.  Son cuatro días de ininterrumpida parranda  vallenata.
Hay  que saber  de vallenato  y sobre  todo saberlo gozar para apreciar  en toda  su profundidad la riqueza creativa, el calor humano y la fuerza  cultural  de una fiesta que  concentra   los mejores  del más  autentico y vivo  de  nuestro géneros musicales.
Felicitaciones  al actual presidente  de  la Fundación Festival  de  la  Leyenda  Vallenata, Rodolfo  Molina  Araujo y desearle  muchos éxitos  en este certamen.  Y  bienvenidos  los visitantes.

El espacio público

El domingo pasado  el editorialista  de  El Diario  El Pilón tocó un tema  de  mucha  importancia  y de actualidad  sobre   el grave problema  de invasión  del espacio  público,  pero más  aún más grave la proliferación de negocios informales de comidas sin ningún control.
Delicada esta situación y las autoridades tienen que tomar urgentemente cartas  en este asunto.
No debemos olvidar que “es deber del Estado velar por la protección de la integridad del espacio público y por su destinación al uso común, el cual prevalecerá sobre los intereses particulares”.
Ni la propiedad privada puede correr la cerca más allá de su estricto término ni nadie puede usurpar por comodidad individual interés o capricho lo que es de dominio público.  En Valledupar, es común apropiarse de sus terrenos de una u otra manera.
Acordonándolos, convirtiéndolos  en garaje, interrumpiendo  el paso  de  peatones  e incluso montando negocios irregulares en especial la cultura  del automóvil y ahora la de las  motos han transgredido todas las fronteras y atropellando la necesidad y el placer de caminar.
En nuestro medio aunque teóricamente los espacios públicos tienen finalidad concreta, terminaron no siendo de nadie o siendo del que primero le pusiera la mano.  Un ejemplo palpable es  el centro de la ciudad, concretamente las carreras  7 y 8, las calles  16, 16ª, 16B  y los alrededores  de la galería y calles  aledañas, inclusive  la  Plaza Alfonso  López
Lo que  si es cierto es que en todas partes hay sitios de fritangas y que me extraña que mi gran amigo, el Secretario de  Salud  Municipal, Antonio  María Calderón, diga que no le corresponde la parte  del riesgo para la salud publica de los comensales  de estas ventas. Nuestro alcalde  no debe  cejar  en su empeño  del control  de  estas ventas callejeras  y por  convertir los andenes  de las principales calles, carreteras y avenidas  de  la  ciudad  en espacios  amables, estéticamente agradables  y que  le devuelvan al ciudadano el derecho  a  ser peatón.

EL FENOMENO MOCKUS

Sin tener una maquinaría política y sin invertir mucho dinero  en su campaña para lograr la  Presidencia de  la República, este personaje se esta robando  el “Show” del momento.
Un filósofo matemático, de  68  años,  de  edad, con cara  de predicador  de  la  secta  Amish. Su  vertiginosa política la inició siendo rector de la Universidad Nacional al bajarse los pantalones ante 3000  estudiantes, el espectáculo le costo el puesto, pero lo lanzó a  la arena política.
Ha tenido  una forma  bastante  exótica  de  comunicarse.  El fenómeno   Mockus  no es simplemente una  repuesta  emocional  a  sus  irreverencias, sino  que  sus posibilidades  políticas  son evidentemente y lo ha demostrado.  En el sondeo  Mockus  está que  alcanza  a Santos.  Ojo  con este candidato  que puede  dar una  sorpresa.   Quiero  aclarar que hasta  el momento no tengo definido mi candidato  a  la  Presidencia  de   la Republica.