Gusto, glamour y estilo son los parámetros que definen el trabajo de este vallenato experto que destaca su virtuosismo y creatividad en sus decoraciones.
Fernando Camargo quien tiene 25 años con su oficio y pasión, suma más de 1.000 eventos dentro de los cuales se destacan: Flores, bodas, 15 años, primeras comuniones, vitrinas, fiestas temáticas, mesa de dulces y todo tipo de celebraciones.
“Tengo alrededor de 25 años de estar en este gremio, fue casual la idea, la gente le fue gustando lo que yo hacía y en determinado momento lo convertí en mi negocio y me dediqué exclusivamente a esto” expresó en entrevista con EL PILÓN.
Su mente camina de la mano del buen gusto, y es por ello que se encargan de transformar cualquier espacio en un lugar único; y crear ambientes románticos y llenarlos de magia y encanto. Su misión es que sus clientes y los invitados sientan que hacen parte de un área memorable, de un espacio nunca antes visto.
“Yo a mis clientas no le pongo presupuesto, yo soy de los que hago cosas con lo que la gente tenga, siempre y cuando lo que quiera se acomode al prepuesto hablado. Lo bueno es poder jugar con el presupuesto; y lo que más me satisface a mí es que no me evalúan, mis clientes dejan todo a mi gusto”. Agregó.
Camargo, ha sido un decorador pionero en Valledupar y ha ido creando de acuerdo a las necesidades de ciertos espacios no solamente en la decoración, sino también en el tema de los reindeer, en las telas y la iluminación. “Era que antes todo se traía de afuera y yo siempre he querido ser autosuficiente, esa es la clave”.
El primero que tuvo forros de sillas, sillas chiavari, muebles blancos, el primero que montó tela en Valledupar y cosas por el estilo fue este experto que día a día sigue innovando de acuerdo a lo que esté de moda.
El éxito que ha alcanzado Fernando Camargo se lo debe a su talento, el cual, además, le ha permitido estar vigente en el gremio de la decoración y planeación de eventos sobre decoración para diversos acontecimientos, bodas y celebraciones.
Sus bodas, a menudo, se califican como fuera de este mundo o excesivas, a lo que él responde que: “Soy un decorador de lo elegante y del buen gusto”.
Su trabajo, una combinación entre una intensa pasión por decorar y un amor profundo, le ha complacido tener compañeros de trabajo que han aprendido de él: “Muchos de los que actualmente son decoradores yo les decoré las bodas, es de gran regocijo para mí porque he hecho escuela y porque sigo vigente” agregó.
“Dios me ha dado el privilegio de no sentir ni envidia ni rabia porque alguien tenga las mismas cosas que yo o porque haga algo que se parezca a mis decoraciones, eso quiere decir que estoy haciendo las cosas bien, puesto que nadie imita lo malo o copia lo malo” acotó enseguida.
Aunque hoy en día exista mucha competencia en decoración para Fernando Camargo no lo es, puesto que explica que: “ahora hay mucho decorador pero con poca creatividad porque todo lo bajan de internet, no te lo niego yo veo páginas pero que sucede, que como yo vengo de otra escuela es más de lo que imagino, muchas veces mis trabajadores se sorprenden porque yo armo cualquier cosa y resultan pareciéndose algo que ya está o que alguien ya hizo”.
Camargo también ha recorrido otras ciudades decorando, tal como le hizo la decoración del matrimonio de Silvestre Dangond y Pieri Avendaño en la ciudad de Cartagena. “Yo estuve en el matrimonio y nadie se imaginó que quien decoró era Fernando Camargo, la gente se imaginaba que lo había hecho los grandes decoradores de Cartagena o un Andrés Cortés, pero no; era yo”.
“Pero en Valledupar se ha creado un mito que la gente cree que por hacerle la fiesta de matrimonio a Silvestre yo soy más costoso de lo que soy, pero es un imaginario que tienen y no él para mí es un cliente más”. Agregó.
Por último en sus propias palabras, lo esencial en su trabajo es ofrecerle a los clientes objetos distintos y personales; y lograr un impacto emocional en todas las personas que van a estar en los espacios del evento. El diseño mobiliario y la ambientación de espacios, sumados a los diferentes tipos de flores, iluminación y distribución de elementos, permiten inventar ambientes y locaciones únicas.
Por: Camila Villazón / EL PILÓN
[email protected]
Gusto, glamour y estilo son los parámetros que definen el trabajo de este vallenato experto que destaca su virtuosismo y creatividad en sus decoraciones.
Fernando Camargo quien tiene 25 años con su oficio y pasión, suma más de 1.000 eventos dentro de los cuales se destacan: Flores, bodas, 15 años, primeras comuniones, vitrinas, fiestas temáticas, mesa de dulces y todo tipo de celebraciones.
“Tengo alrededor de 25 años de estar en este gremio, fue casual la idea, la gente le fue gustando lo que yo hacía y en determinado momento lo convertí en mi negocio y me dediqué exclusivamente a esto” expresó en entrevista con EL PILÓN.
Su mente camina de la mano del buen gusto, y es por ello que se encargan de transformar cualquier espacio en un lugar único; y crear ambientes románticos y llenarlos de magia y encanto. Su misión es que sus clientes y los invitados sientan que hacen parte de un área memorable, de un espacio nunca antes visto.
“Yo a mis clientas no le pongo presupuesto, yo soy de los que hago cosas con lo que la gente tenga, siempre y cuando lo que quiera se acomode al prepuesto hablado. Lo bueno es poder jugar con el presupuesto; y lo que más me satisface a mí es que no me evalúan, mis clientes dejan todo a mi gusto”. Agregó.
Camargo, ha sido un decorador pionero en Valledupar y ha ido creando de acuerdo a las necesidades de ciertos espacios no solamente en la decoración, sino también en el tema de los reindeer, en las telas y la iluminación. “Era que antes todo se traía de afuera y yo siempre he querido ser autosuficiente, esa es la clave”.
El primero que tuvo forros de sillas, sillas chiavari, muebles blancos, el primero que montó tela en Valledupar y cosas por el estilo fue este experto que día a día sigue innovando de acuerdo a lo que esté de moda.
El éxito que ha alcanzado Fernando Camargo se lo debe a su talento, el cual, además, le ha permitido estar vigente en el gremio de la decoración y planeación de eventos sobre decoración para diversos acontecimientos, bodas y celebraciones.
Sus bodas, a menudo, se califican como fuera de este mundo o excesivas, a lo que él responde que: “Soy un decorador de lo elegante y del buen gusto”.
Su trabajo, una combinación entre una intensa pasión por decorar y un amor profundo, le ha complacido tener compañeros de trabajo que han aprendido de él: “Muchos de los que actualmente son decoradores yo les decoré las bodas, es de gran regocijo para mí porque he hecho escuela y porque sigo vigente” agregó.
“Dios me ha dado el privilegio de no sentir ni envidia ni rabia porque alguien tenga las mismas cosas que yo o porque haga algo que se parezca a mis decoraciones, eso quiere decir que estoy haciendo las cosas bien, puesto que nadie imita lo malo o copia lo malo” acotó enseguida.
Aunque hoy en día exista mucha competencia en decoración para Fernando Camargo no lo es, puesto que explica que: “ahora hay mucho decorador pero con poca creatividad porque todo lo bajan de internet, no te lo niego yo veo páginas pero que sucede, que como yo vengo de otra escuela es más de lo que imagino, muchas veces mis trabajadores se sorprenden porque yo armo cualquier cosa y resultan pareciéndose algo que ya está o que alguien ya hizo”.
Camargo también ha recorrido otras ciudades decorando, tal como le hizo la decoración del matrimonio de Silvestre Dangond y Pieri Avendaño en la ciudad de Cartagena. “Yo estuve en el matrimonio y nadie se imaginó que quien decoró era Fernando Camargo, la gente se imaginaba que lo había hecho los grandes decoradores de Cartagena o un Andrés Cortés, pero no; era yo”.
“Pero en Valledupar se ha creado un mito que la gente cree que por hacerle la fiesta de matrimonio a Silvestre yo soy más costoso de lo que soy, pero es un imaginario que tienen y no él para mí es un cliente más”. Agregó.
Por último en sus propias palabras, lo esencial en su trabajo es ofrecerle a los clientes objetos distintos y personales; y lograr un impacto emocional en todas las personas que van a estar en los espacios del evento. El diseño mobiliario y la ambientación de espacios, sumados a los diferentes tipos de flores, iluminación y distribución de elementos, permiten inventar ambientes y locaciones únicas.
Por: Camila Villazón / EL PILÓN
[email protected]