Francia dedica al cómic y a la literatura infantil y juvenil buena parte de su actividad cultural en la feria bogotana, en la que es país invitado de honor.
El director general de la Ciudad del Cómic de Angulema (Francia), Pierre Lungheretti, afirmó hoy en Bogotá que ese país está viviendo “la nueva edad de oro del cómic” gracias al creciente interés de la comunidad académica en estudiar su progresión histórica y rescatar su valor artístico.
“El cómic es una expresión artística muy valiosa para Francia, no solo porque se ha convertido en objeto de estudio de las autoridades académicas e institucionales, sino que también es considerado un material de divertimento para niños y adultos”, dijo Lungheretti en la XXX Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo).
Francia dedica al cómic y a la literatura infantil y juvenil buena parte de su actividad cultural en la feria bogotana, en la que es país invitado de honor.
Lungheretti resaltó que el interés académico por el cómic, que se ha incrementado desde el año 2000, se debió a que sus creadores comenzaron a recibir formación profesional, pues “se pasó de tener autores autodidactas en la década de los 60 a tener un 70 % de creadores con formación superior dentro del campo”.
También destacó la irrupción del cómic en esa misma década en las escuelas superiores de arte en Francia, aunque lamentó que esta inclusión no se diera en programas académicos dedicados exclusivamente a él sino en maestrías y doctorados de investigación que han producido 32 tesis entre 2010 y 2014.
Frente a este nuevo fenómeno, Lungheretti asegura que su causa es la “evolución” que ha tenido la historieta franco-belga desde la década de 1960, lo que convirtió al cómic en un material llamativo para investigaciones académicas.
“El cómic en los 60 reflejó de manera fiel la política y la sociedad francesa; en los 70 atacó a la sociedad y se burló de su tradicionalismo, y en los 90 adquirió un tono más alternativo que dio vida a los subgéneros que hoy conocemos”, agregó.
Dicha evolución le ha dado al cómic “mayor presencia en los museos” y le ha otorgado un peso significativo en el mercado de arte francés gracias a su calidad, su variedad y a la obra de referentes de las historietas franco-belgas como Georges Prosper Remi (Hergé) y Christophe Blain, que han motivado a más personas a adentrarse en el mundo de la creación de historietas.
“En la actualidad hay 300 editores de cómic frente a 60 que se tenía en la década de 1960, y además, de 500 álbumes producidos al año en 1995, se han sacado 5.410 en 2014”, apostilló.
Sin embargo, pese al progreso que ha tenido el cómic en la época actual, Lungheretti aseguró que las políticas del Ministerio de Cultura y del Gobierno francés en general “no se han desarrollado mucho”, lo que ha perjudicado en gran medida a los autores de estos productos en materia económica.
“A pesar de que el mercado del cómic es sólido y sus productos se venden muy bien, las ventas por volumen van a la baja, lo que ha repercutido fuertemente en la economía de sus creadores y ha dejado a un 36 % de ellos en la pobreza extrema”, agregó.
Lungheretti subrayó el hecho de que Francia aún no se ha involucrado de manera activa en el nuevo boom del cómic digitalizado, por lo que hizo un llamado a los creadores de historietas para que se adhieran a esta nueva ola.
“Confío en los autores del cómic para que entren en este nuevo mundo digital y que vayan mas allá, pues este fenómeno cada vez toma mas auge”, agregó.
El experto destacó la multiplicación de festivales de historietas, cuyo número llega a 150 y que estuvo en crecimiento constante desde 1974, fecha en la que se fundó el Festival Internacional del Comic de Angulema, encuentro que constituye una importante referencia para la historieta franco-belga, europea y mundial.
EFE
Francia dedica al cómic y a la literatura infantil y juvenil buena parte de su actividad cultural en la feria bogotana, en la que es país invitado de honor.
El director general de la Ciudad del Cómic de Angulema (Francia), Pierre Lungheretti, afirmó hoy en Bogotá que ese país está viviendo “la nueva edad de oro del cómic” gracias al creciente interés de la comunidad académica en estudiar su progresión histórica y rescatar su valor artístico.
“El cómic es una expresión artística muy valiosa para Francia, no solo porque se ha convertido en objeto de estudio de las autoridades académicas e institucionales, sino que también es considerado un material de divertimento para niños y adultos”, dijo Lungheretti en la XXX Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo).
Francia dedica al cómic y a la literatura infantil y juvenil buena parte de su actividad cultural en la feria bogotana, en la que es país invitado de honor.
Lungheretti resaltó que el interés académico por el cómic, que se ha incrementado desde el año 2000, se debió a que sus creadores comenzaron a recibir formación profesional, pues “se pasó de tener autores autodidactas en la década de los 60 a tener un 70 % de creadores con formación superior dentro del campo”.
También destacó la irrupción del cómic en esa misma década en las escuelas superiores de arte en Francia, aunque lamentó que esta inclusión no se diera en programas académicos dedicados exclusivamente a él sino en maestrías y doctorados de investigación que han producido 32 tesis entre 2010 y 2014.
Frente a este nuevo fenómeno, Lungheretti asegura que su causa es la “evolución” que ha tenido la historieta franco-belga desde la década de 1960, lo que convirtió al cómic en un material llamativo para investigaciones académicas.
“El cómic en los 60 reflejó de manera fiel la política y la sociedad francesa; en los 70 atacó a la sociedad y se burló de su tradicionalismo, y en los 90 adquirió un tono más alternativo que dio vida a los subgéneros que hoy conocemos”, agregó.
Dicha evolución le ha dado al cómic “mayor presencia en los museos” y le ha otorgado un peso significativo en el mercado de arte francés gracias a su calidad, su variedad y a la obra de referentes de las historietas franco-belgas como Georges Prosper Remi (Hergé) y Christophe Blain, que han motivado a más personas a adentrarse en el mundo de la creación de historietas.
“En la actualidad hay 300 editores de cómic frente a 60 que se tenía en la década de 1960, y además, de 500 álbumes producidos al año en 1995, se han sacado 5.410 en 2014”, apostilló.
Sin embargo, pese al progreso que ha tenido el cómic en la época actual, Lungheretti aseguró que las políticas del Ministerio de Cultura y del Gobierno francés en general “no se han desarrollado mucho”, lo que ha perjudicado en gran medida a los autores de estos productos en materia económica.
“A pesar de que el mercado del cómic es sólido y sus productos se venden muy bien, las ventas por volumen van a la baja, lo que ha repercutido fuertemente en la economía de sus creadores y ha dejado a un 36 % de ellos en la pobreza extrema”, agregó.
Lungheretti subrayó el hecho de que Francia aún no se ha involucrado de manera activa en el nuevo boom del cómic digitalizado, por lo que hizo un llamado a los creadores de historietas para que se adhieran a esta nueva ola.
“Confío en los autores del cómic para que entren en este nuevo mundo digital y que vayan mas allá, pues este fenómeno cada vez toma mas auge”, agregó.
El experto destacó la multiplicación de festivales de historietas, cuyo número llega a 150 y que estuvo en crecimiento constante desde 1974, fecha en la que se fundó el Festival Internacional del Comic de Angulema, encuentro que constituye una importante referencia para la historieta franco-belga, europea y mundial.
EFE