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Columnista - 1 mayo, 2010

Felipe Zuleta Lleras, un anti-Vallenato

Por: José Gregorio Guerrero Ramírez Me causó gracia leer una diatriba (crítica mordaz) que hizo el columnista Felipe Zuleta Lleras, el año pasado en la revista SOHO, en contra de los cachacos que vienen al Festival Vallenato. De entrada Felipe manifiesta no haber venido nunca, ni vendrá jamás a nuestro Festival, pero se va lance […]

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Por: José Gregorio Guerrero Ramírez

Me causó gracia leer una diatriba (crítica mordaz) que hizo el columnista Felipe Zuleta Lleras, el año pasado en la revista SOHO, en contra de los cachacos que vienen al Festival Vallenato.
De entrada Felipe manifiesta no haber venido nunca, ni vendrá jamás a nuestro Festival, pero se va lance en ristre contra sus paisanos y contra las mujeres Vallenatas, que según él se  les despernancan al mejor postor, a cachaquitos perfumados de la élite Bogotana, todo esto para darle movilidad a fortunas hechas de ganado, algodón, arroz, carbón y palma.
Porque cada vez que llegan los cachacos a la capital de la República, después de haber gozado un Festival, queda más de un matrimonio maltrecho, honras mancilladas e historias que contar con morbo y cotilleo; al menos eso dice Felipe.  Es decir, la mujer Vallenata es irresistible contra el cachaco y viceversa. Queda claro que lo que Felipe quiere decir, es que ellos tienen al año cinco días para darle rienda suelta a la concupiscencia y el lugar escogido para tales bacanales es Valledupar.
Y luego en otro aparte de su escrito, dice que los cachacos van al Guatapurí, antes de montarse al avión, para que las frías corrientes se lleven las culpas y los pecadillos adquiridos en esos días en el Festival Vallenato y luego se diluyan con facilidad en el mar Caribe.
¿Habrá pensado Felipe en el daño que les causó a su hija y a su mujer cuando decidió salirse del closet, y le dio la espalda al mundo masculino?. ¿Habrá pensado Felipe, cuántos jóvenes partidarios de sus columnas están siguiendo sus malos pasos?. Quisiera regalarle a Felipe un espejo retrovisor, para que antes de escribir, viera la estela mal oliente y perversa que va dejando al aire por donde pasa.  De verdad pensé que él tenía un poquitico de hombría, pero definitivamente lo que le hace falta es la falda.
Lo califico hoy como columnista calumniador, no asertivo, bochinchero, pendenciero, impensado y mal intencionado, cuyo dedo señalador lo activa sin temor de ninguna especie, ó ¿Quién tendrá más pecados, un paramilitar que ha matado a cien hombres, ó un hombre que ha despreciado su género y que siente gusto que le entren por la puerta del patio?.
El columnista para escribir debe ser consciente y equilibrado, pero no permito que este maricón de poco pelo, venga a señalar a las fiestas Vallenatas como un desagüe de pecados y de efluvios desmandados.
Más adelante en el escrito, Felipe hace comparaciones burlescas y execrables entre el Festival Vallenato y el Carnaval de Río de Janeiro. Deja un mensaje de devalúo ante este folclore que ha hecho grande a Colombia; más bien pienso que Felipe tiene miedo de venir al Festival, porque después de unos traguitos, se le dé por mirar a los hermanos, primos o tíos de las jovencitas que persiguen a los cachacos.  Ahora que estuvo en su campaña al senado, no estuvo por aquí, pues quería decírselo personalmente, pero mejor!, ni falta que nos hace; sería de muy mal gusto que no venga a un Festival y si  a pedir votos.
Para terminar quiero dejar claro que no soy homofóbico, respeto las tendencias sexuales, lo que pasa es que hasta para ser marica hay que ser serio.
Feliz fin de semana.
www.goyoguerrero.com
[email protected]

Columnista
1 mayo, 2010

Felipe Zuleta Lleras, un anti-Vallenato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Gregorio Guerrero Ramírez

Por: José Gregorio Guerrero Ramírez Me causó gracia leer una diatriba (crítica mordaz) que hizo el columnista Felipe Zuleta Lleras, el año pasado en la revista SOHO, en contra de los cachacos que vienen al Festival Vallenato. De entrada Felipe manifiesta no haber venido nunca, ni vendrá jamás a nuestro Festival, pero se va lance […]


Por: José Gregorio Guerrero Ramírez

Me causó gracia leer una diatriba (crítica mordaz) que hizo el columnista Felipe Zuleta Lleras, el año pasado en la revista SOHO, en contra de los cachacos que vienen al Festival Vallenato.
De entrada Felipe manifiesta no haber venido nunca, ni vendrá jamás a nuestro Festival, pero se va lance en ristre contra sus paisanos y contra las mujeres Vallenatas, que según él se  les despernancan al mejor postor, a cachaquitos perfumados de la élite Bogotana, todo esto para darle movilidad a fortunas hechas de ganado, algodón, arroz, carbón y palma.
Porque cada vez que llegan los cachacos a la capital de la República, después de haber gozado un Festival, queda más de un matrimonio maltrecho, honras mancilladas e historias que contar con morbo y cotilleo; al menos eso dice Felipe.  Es decir, la mujer Vallenata es irresistible contra el cachaco y viceversa. Queda claro que lo que Felipe quiere decir, es que ellos tienen al año cinco días para darle rienda suelta a la concupiscencia y el lugar escogido para tales bacanales es Valledupar.
Y luego en otro aparte de su escrito, dice que los cachacos van al Guatapurí, antes de montarse al avión, para que las frías corrientes se lleven las culpas y los pecadillos adquiridos en esos días en el Festival Vallenato y luego se diluyan con facilidad en el mar Caribe.
¿Habrá pensado Felipe en el daño que les causó a su hija y a su mujer cuando decidió salirse del closet, y le dio la espalda al mundo masculino?. ¿Habrá pensado Felipe, cuántos jóvenes partidarios de sus columnas están siguiendo sus malos pasos?. Quisiera regalarle a Felipe un espejo retrovisor, para que antes de escribir, viera la estela mal oliente y perversa que va dejando al aire por donde pasa.  De verdad pensé que él tenía un poquitico de hombría, pero definitivamente lo que le hace falta es la falda.
Lo califico hoy como columnista calumniador, no asertivo, bochinchero, pendenciero, impensado y mal intencionado, cuyo dedo señalador lo activa sin temor de ninguna especie, ó ¿Quién tendrá más pecados, un paramilitar que ha matado a cien hombres, ó un hombre que ha despreciado su género y que siente gusto que le entren por la puerta del patio?.
El columnista para escribir debe ser consciente y equilibrado, pero no permito que este maricón de poco pelo, venga a señalar a las fiestas Vallenatas como un desagüe de pecados y de efluvios desmandados.
Más adelante en el escrito, Felipe hace comparaciones burlescas y execrables entre el Festival Vallenato y el Carnaval de Río de Janeiro. Deja un mensaje de devalúo ante este folclore que ha hecho grande a Colombia; más bien pienso que Felipe tiene miedo de venir al Festival, porque después de unos traguitos, se le dé por mirar a los hermanos, primos o tíos de las jovencitas que persiguen a los cachacos.  Ahora que estuvo en su campaña al senado, no estuvo por aquí, pues quería decírselo personalmente, pero mejor!, ni falta que nos hace; sería de muy mal gusto que no venga a un Festival y si  a pedir votos.
Para terminar quiero dejar claro que no soy homofóbico, respeto las tendencias sexuales, lo que pasa es que hasta para ser marica hay que ser serio.
Feliz fin de semana.
www.goyoguerrero.com
[email protected]