Diez familias, entre esas tres de Valledupar, recibirán en una urna los restos mortales de sus seres queridos, quienes murieron a manos de hombres pertenecientes al Bloque Catatumbo de las Auc.
Las víctimas de manera inicial fueron desaparecidas, asesinadas y enterradas en fosas comunes, que luego fueron halladas por personal forense de la Fiscalía de Norte de Santander, iniciándose un proceso de identificación para cumplir con el deber de devolverlas a sus familiares.
Según la información, las víctimas se dedicaban a las labores del campo en diversas veredas de ese departamento, fueron desaparecidas forzosamente entre los años de 1987 y 2004.
En el acto de entrega previsto para hoy, estará presente una comisión de la Fiscalía, con el apoyo del ICBF, el Ministerio de Salud y la Unidad de Atención y Reparación Integral a Víctimas, en el que los dolientes además del apoyo psicosocial, contarán respaldo jurídico y administrativo para la entrega de actas y documentos de sus los fallecidos. Además recibirán una explicación técnico- científica forense del proceso de exhumación e identificación de los restos realizados por la policía judicial y el grupo de exhumaciones de la Fiscalía, que harán el acompañamiento a los cementerios escogidos por cada familia para la inhumación de los mismos.
Entre los desaparecidos se encuentran dos menores de edad, uno de 13 y otro de 17 años. El más pequeño, según relatan sus familiares, fue víctima de un campo minado y su cuerpo fue enterrado por su bisabuela.
Los restos óseos de los cesarenses, serán trasladados a los municipios de San Alberto, Aguachica y Río de Oro. Estas personas fueron desaparecidas cuando realizaban labores del campo en el departamento de Norte de Santander, según lo confesado en versiones libres por Salvatore Mancuso Gómez, José Baldovino Toro, William Rodríguez Grimaldo y Jorge Iván Laverde Zapata, postulados del Bloque Catatumbo de las Auc.
Valledupar también ha sido escenario de varios actos similares, cuyos cuerpos también han sido exhumados de fosas comunes halladas en los municipios de Codazzi, San Diego, La Paz, Manaure, Becerril y La Jagua de Ibirico, entre otros.