La familia Plata Martínez recibió 18 hectáreas de tierra, en la que desarrollarán su idea productiva y mejorarán sus condiciones de vida.
El corregimiento de Mariangola, ubicado a 40 minutos de Valledupar, está siendo transformado con el trabajo de campesinos restituidos. La familia Plata Martínez recibió 18 hectáreas de tierra, en la que desarrollarán su idea productiva y mejorarán sus condiciones de vida.
Rosa Martínez y Luis Plata recuperaron lo que la violencia les quitó gracias al apoyo de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. “Estamos muy contentos y satisfechos porque estamos de vuelta en nuestros terrenos que fueron despojados por culpa de la violencia. Es hora de forjar un nuevo porvenir para nuestros hijos y nietos, quienes serán los que le darán vida a estas tierras”, afirmó Luis Plata.
Los resultados alcanzados en Mariangola también se viven en diferentes municipios del Cesar en donde han sido restituidas 21.914 hectáreas de tierras, beneficiando alrededor de 1.318 familias a través de la emisión de 275 sentencias por parte de jueces y magistrados.
“Tras haber recibido los títulos de propiedad de su predio esta familia pondrá en marcha una iniciativa productiva enfocada en la cría y levante de ganado para la producción de leche y carne. Esto les permitirá mejorar sus ingresos económicos”, explicó la directora de la URT en Cesar y La Guajira, Claudia Manotas.
Según el expediente del caso, desde principios de los años 80, el frente 42 de las Farc y el ELN presionaron a la gente de la región con el fin de garantizar su lucha armada. Tomas guerrilleras, secuestros, pescas milagrosas y amenazas fueron enfrentadas por las familias.
A mediados de los 90 la violencia aumentó con la llegada de los paramilitares. La masacre de siete campesinos, sucedida el 11 de noviembre de 1995, marcó para siempre la vida de los habitantes de Mariangola, hecho que generó su desplazamiento.
“Regresamos y no nos volvemos a ir. Ahora vamos a trabajar en lo que sabemos y vamos a recuperar el tiempo perdido”, concluyó Luis Plata.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]
La familia Plata Martínez recibió 18 hectáreas de tierra, en la que desarrollarán su idea productiva y mejorarán sus condiciones de vida.
El corregimiento de Mariangola, ubicado a 40 minutos de Valledupar, está siendo transformado con el trabajo de campesinos restituidos. La familia Plata Martínez recibió 18 hectáreas de tierra, en la que desarrollarán su idea productiva y mejorarán sus condiciones de vida.
Rosa Martínez y Luis Plata recuperaron lo que la violencia les quitó gracias al apoyo de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. “Estamos muy contentos y satisfechos porque estamos de vuelta en nuestros terrenos que fueron despojados por culpa de la violencia. Es hora de forjar un nuevo porvenir para nuestros hijos y nietos, quienes serán los que le darán vida a estas tierras”, afirmó Luis Plata.
Los resultados alcanzados en Mariangola también se viven en diferentes municipios del Cesar en donde han sido restituidas 21.914 hectáreas de tierras, beneficiando alrededor de 1.318 familias a través de la emisión de 275 sentencias por parte de jueces y magistrados.
“Tras haber recibido los títulos de propiedad de su predio esta familia pondrá en marcha una iniciativa productiva enfocada en la cría y levante de ganado para la producción de leche y carne. Esto les permitirá mejorar sus ingresos económicos”, explicó la directora de la URT en Cesar y La Guajira, Claudia Manotas.
Según el expediente del caso, desde principios de los años 80, el frente 42 de las Farc y el ELN presionaron a la gente de la región con el fin de garantizar su lucha armada. Tomas guerrilleras, secuestros, pescas milagrosas y amenazas fueron enfrentadas por las familias.
A mediados de los 90 la violencia aumentó con la llegada de los paramilitares. La masacre de siete campesinos, sucedida el 11 de noviembre de 1995, marcó para siempre la vida de los habitantes de Mariangola, hecho que generó su desplazamiento.
“Regresamos y no nos volvemos a ir. Ahora vamos a trabajar en lo que sabemos y vamos a recuperar el tiempo perdido”, concluyó Luis Plata.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
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