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Columnista - 21 diciembre, 2015

Falsa chequera y falso titular

Nunca se había visto desde que la Constituyente de 1991 implementara el mecanismo de suplencia del Vicepresidente, se le concediera tantas facultades al segundo al mando que confundiera la identidad de cargo del primer mandatario de los colombianos, es decir, que se esté reconociendo a Vargas Lleras como Presidente, que al propio Santos que fue […]

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Nunca se había visto desde que la Constituyente de 1991 implementara el mecanismo de suplencia del Vicepresidente, se le concediera tantas facultades al segundo al mando que confundiera la identidad de cargo del primer mandatario de los colombianos, es decir, que se esté reconociendo a Vargas Lleras como Presidente, que al propio Santos que fue elegido.

Ciertamente los medios han inducido a que se valide esta apreciación, al difundir sus correrías en todo el territorio nacional, como emisor de las buenas nuevas del Plan de Desarrollo “Todos por un nuevo país”; una mediatización excesiva de cada una de sus acciones, que ni siquiera su superior tiene. Por esa razón dentro del gabinete, se han suscitado recelos de los cercanos al dignatario, que instigan a que Santos sospeche de las intenciones de su sustituto, generando así desconfianza en una relación que parecía entrañable, y que ahora paso hacer estrictamente utilitarista.

Los privilegios conferidos a los cooperadores de la relección, fueron promesas cumplidas, unos más especiales que otros, como la popular “chequera”, un obsequio que se atribuyó así mismo el Vicepresidente, por considerarse pieza fundamental del triunfo, y que después se rehusó a hacerlo efectivo, no solo por no ser titular del mismo, sino por los continuos regaños de un jefe encolerizado, por haber convertido un presupuesto promocional en caballito de batalla para las elecciones de gobernadores y alcaldes, como parte de su estrategia para suceder a su patrón.

Es bien conocido que para lograr ser Presidente, se debe ser tan sistemático como oportunista, es cuestión de planear una buena táctica que te asegure respaldo político, así lo han hecho muchos, lo hizo Santos, y lo pretende hacer Vargas, que aprovechándose de la licencia de ser un anunciante de las inversiones de este gobierno, conmino a muchos electores, que escogieran su opción amiga, para que pudiesen disfrutar de la financiación de obras con una cuantiosa suma imaginaria, que paso de ser una encantadora propuesta a una hábil y mañosa maniobra de juego.

Todo lo acontecido alrededor de los comicios territoriales, favorecieron a este Vicepresidente cuentista, quien logró que sus candidatos militantes de su partido, obtuvieran la mayoría de los cargos en Colombia, y como resultado se comience a hablar sobre su postulación como candidato presidencial, que a muchos les preocupa, debido a que su campaña política es netamente gubernamental, no obstante ese espaldarazo de socios que espera el líder de Cambio Radical, se ve amenazado por su afán de protagonismo.

En definitiva, su plan para nadie es secreto, lo ideado lo ha revelado, y los que hacen fila, no se quedaran de brazos cruzados, y buscaran de alguna manera u otra, echarle a piso sus aspiraciones, a este astuto y prepotente hombre, que ansía habitar en la Casa de Nariño. De todas maneras, no está de más recordarle a este señor de casta presidencial, que el panorama cambia, que hay mejores aspirantes, que lo que haga Santos lo salpica a él, que como van las cosas las Farc participaran en política, que el uribismo desabrido se le quiere juntar y que no debe pensar en el día de mañana, si no sabe lo que le depara el día de hoy.

Columnista
21 diciembre, 2015

Falsa chequera y falso titular

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Sergio Barranco

Nunca se había visto desde que la Constituyente de 1991 implementara el mecanismo de suplencia del Vicepresidente, se le concediera tantas facultades al segundo al mando que confundiera la identidad de cargo del primer mandatario de los colombianos, es decir, que se esté reconociendo a Vargas Lleras como Presidente, que al propio Santos que fue […]


Nunca se había visto desde que la Constituyente de 1991 implementara el mecanismo de suplencia del Vicepresidente, se le concediera tantas facultades al segundo al mando que confundiera la identidad de cargo del primer mandatario de los colombianos, es decir, que se esté reconociendo a Vargas Lleras como Presidente, que al propio Santos que fue elegido.

Ciertamente los medios han inducido a que se valide esta apreciación, al difundir sus correrías en todo el territorio nacional, como emisor de las buenas nuevas del Plan de Desarrollo “Todos por un nuevo país”; una mediatización excesiva de cada una de sus acciones, que ni siquiera su superior tiene. Por esa razón dentro del gabinete, se han suscitado recelos de los cercanos al dignatario, que instigan a que Santos sospeche de las intenciones de su sustituto, generando así desconfianza en una relación que parecía entrañable, y que ahora paso hacer estrictamente utilitarista.

Los privilegios conferidos a los cooperadores de la relección, fueron promesas cumplidas, unos más especiales que otros, como la popular “chequera”, un obsequio que se atribuyó así mismo el Vicepresidente, por considerarse pieza fundamental del triunfo, y que después se rehusó a hacerlo efectivo, no solo por no ser titular del mismo, sino por los continuos regaños de un jefe encolerizado, por haber convertido un presupuesto promocional en caballito de batalla para las elecciones de gobernadores y alcaldes, como parte de su estrategia para suceder a su patrón.

Es bien conocido que para lograr ser Presidente, se debe ser tan sistemático como oportunista, es cuestión de planear una buena táctica que te asegure respaldo político, así lo han hecho muchos, lo hizo Santos, y lo pretende hacer Vargas, que aprovechándose de la licencia de ser un anunciante de las inversiones de este gobierno, conmino a muchos electores, que escogieran su opción amiga, para que pudiesen disfrutar de la financiación de obras con una cuantiosa suma imaginaria, que paso de ser una encantadora propuesta a una hábil y mañosa maniobra de juego.

Todo lo acontecido alrededor de los comicios territoriales, favorecieron a este Vicepresidente cuentista, quien logró que sus candidatos militantes de su partido, obtuvieran la mayoría de los cargos en Colombia, y como resultado se comience a hablar sobre su postulación como candidato presidencial, que a muchos les preocupa, debido a que su campaña política es netamente gubernamental, no obstante ese espaldarazo de socios que espera el líder de Cambio Radical, se ve amenazado por su afán de protagonismo.

En definitiva, su plan para nadie es secreto, lo ideado lo ha revelado, y los que hacen fila, no se quedaran de brazos cruzados, y buscaran de alguna manera u otra, echarle a piso sus aspiraciones, a este astuto y prepotente hombre, que ansía habitar en la Casa de Nariño. De todas maneras, no está de más recordarle a este señor de casta presidencial, que el panorama cambia, que hay mejores aspirantes, que lo que haga Santos lo salpica a él, que como van las cosas las Farc participaran en política, que el uribismo desabrido se le quiere juntar y que no debe pensar en el día de mañana, si no sabe lo que le depara el día de hoy.