El médico y político liberal, Jaime Gnecco Hernández, columnista y colaborador de este diario falleció ayer en Valledupar, a la edad de 81 años. En los últimos años, se había dedicado a sus libros y a escribir su columna dominical en EL PILÓN, “Periscopio”. Su velación se realiza en la Funeraria Recordar.
Última hora:
El médico y político liberal, Jaime Gnecco Hernández, columnista y colaborador de este diario falleció ayer en Valledupar, a la edad de 81 años.
Defensor de las ideas liberales, Gnecco Hernández realizó sus estudios de medicina en Argentina, en la Universidad Nacional de Buenos Aires.
En ese país se casó con la señora Josefa Dora Pla, con quien tuvo seis hijos. Volvió a Colombia, donde incursionó en la política y en la diplomacia, además de ejercer la medicina. En los últimos años se había dedicado a sus libros y a escribir su columna dominical, “Periscopio”, donde analizaba con un estilo personal, muy particular, el acontecer político regional y nacional.
Era un hombre de carácter recio, sincero, franco y agradable conversador. Un buen lector, aficionado al futbol y admirador de la cultura y la vida argentina, país donde vivió muchos años. Su velación se cumple en la Funeraria Recordar. Paz en la tumba del colaborador y amigo.
El médico y político liberal, Jaime Gnecco Hernández, columnista y colaborador de este diario falleció ayer en Valledupar, a la edad de 81 años. En los últimos años, se había dedicado a sus libros y a escribir su columna dominical en EL PILÓN, “Periscopio”. Su velación se realiza en la Funeraria Recordar.
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El médico y político liberal, Jaime Gnecco Hernández, columnista y colaborador de este diario falleció ayer en Valledupar, a la edad de 81 años.
Defensor de las ideas liberales, Gnecco Hernández realizó sus estudios de medicina en Argentina, en la Universidad Nacional de Buenos Aires.
En ese país se casó con la señora Josefa Dora Pla, con quien tuvo seis hijos. Volvió a Colombia, donde incursionó en la política y en la diplomacia, además de ejercer la medicina. En los últimos años se había dedicado a sus libros y a escribir su columna dominical, “Periscopio”, donde analizaba con un estilo personal, muy particular, el acontecer político regional y nacional.
Era un hombre de carácter recio, sincero, franco y agradable conversador. Un buen lector, aficionado al futbol y admirador de la cultura y la vida argentina, país donde vivió muchos años. Su velación se cumple en la Funeraria Recordar. Paz en la tumba del colaborador y amigo.