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Editorial - 28 junio, 2022

Expectativas por la verdad

Todo ese mundo de misterio, y los miles de interrogantes sin respuestas, en torno a lo que sucedió, o pudo haber sucedido, en medio del conflicto armado en Colombia, está a punto de comenzar a despejarse o por lo menos a tener una primera aproximación a la realidad de esos dolorosos hechos que marcaron al pueblo colombiano.

Todo ese mundo de misterio, y los miles de interrogantes sin respuestas, en torno a lo que sucedió, o pudo haber sucedido, en medio del conflicto armado en Colombia, está a punto de comenzar a despejarse o por lo menos a tener una primera aproximación a la realidad de esos dolorosos hechos que marcaron al pueblo colombiano.

Este martes 28 de junio es el día escogido para la presentación de lo que los organismos comprometidos con el tema han denominado el Informe Final de la Verdad, un documento de muchos años de investigación y trabajo de campo encaminado a reconstruir la memoria histórica de esa época de violencia desarrollada en muchas regiones de nuestro país.

Se trata de un informe sobre los últimos 50 años de historia de la violencia colombiana, es decir, desde 1958 hasta el día que se firmó el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc, lo cual dio origen a la Comisión de la Verdad, tras los acuerdos firmados en La Habana, Cuba, surgiendo además el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición y que le dio vida jurídica a instituciones como la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP y a la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas.

La de este martes es una coyuntura de gran significación y de mucha expectativa para la comunidad, en especial para las miles de víctimas de la violencia que espera una luz de esperanza frente al esclarecimiento de la verdad tan esperada por muchos años.

Podría decirse que a partir de este informe se configura un momento o periodo de punto de quiebre de todo el contexto del conflicto armado en Colombia, si bien el informe deberá despejar un sinnúmero de inquietudes es inevitable que también origine nuevas preguntas: ¿qué se va hacer con esa verdad? ¿cuál es el uso o manejo que se le dará a esa verdad? ¿de qué le servirá tanto a las instituciones del Estado como a la sociedad civil toda la verdad revelada en ese informe? ¿qué van a hacer los medios de comunicación y los diferentes periodistas con esa verdad? ¿cuál será el impacto internacional de este informe?

Todo eso hace pensar que la palabra final no está escrita y ni se podrá escribir todavía, es un camino largo al que todavía le faltan muchos kilómetros por recorrer, pero esa es la ruta que, aunque tortuosa, debe seguirse paso a paso hasta llegar al destino ideal que espera todo un pueblo sediento de verdad, justicia y reparación con dignidad.

De allí la importancia de la memoria para construir la verdad, que en este momento realiza la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.

Fueron más de 27 mil colombianos y colombianas que, en representación de las más de 8 millones de víctimas, rindieron testimonios.

Algo muy importante de este informe serán las recomendaciones para que esta historia de guerra y horror no se repita.

Editorial
28 junio, 2022

Expectativas por la verdad

Todo ese mundo de misterio, y los miles de interrogantes sin respuestas, en torno a lo que sucedió, o pudo haber sucedido, en medio del conflicto armado en Colombia, está a punto de comenzar a despejarse o por lo menos a tener una primera aproximación a la realidad de esos dolorosos hechos que marcaron al pueblo colombiano.


Todo ese mundo de misterio, y los miles de interrogantes sin respuestas, en torno a lo que sucedió, o pudo haber sucedido, en medio del conflicto armado en Colombia, está a punto de comenzar a despejarse o por lo menos a tener una primera aproximación a la realidad de esos dolorosos hechos que marcaron al pueblo colombiano.

Este martes 28 de junio es el día escogido para la presentación de lo que los organismos comprometidos con el tema han denominado el Informe Final de la Verdad, un documento de muchos años de investigación y trabajo de campo encaminado a reconstruir la memoria histórica de esa época de violencia desarrollada en muchas regiones de nuestro país.

Se trata de un informe sobre los últimos 50 años de historia de la violencia colombiana, es decir, desde 1958 hasta el día que se firmó el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc, lo cual dio origen a la Comisión de la Verdad, tras los acuerdos firmados en La Habana, Cuba, surgiendo además el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición y que le dio vida jurídica a instituciones como la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP y a la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas.

La de este martes es una coyuntura de gran significación y de mucha expectativa para la comunidad, en especial para las miles de víctimas de la violencia que espera una luz de esperanza frente al esclarecimiento de la verdad tan esperada por muchos años.

Podría decirse que a partir de este informe se configura un momento o periodo de punto de quiebre de todo el contexto del conflicto armado en Colombia, si bien el informe deberá despejar un sinnúmero de inquietudes es inevitable que también origine nuevas preguntas: ¿qué se va hacer con esa verdad? ¿cuál es el uso o manejo que se le dará a esa verdad? ¿de qué le servirá tanto a las instituciones del Estado como a la sociedad civil toda la verdad revelada en ese informe? ¿qué van a hacer los medios de comunicación y los diferentes periodistas con esa verdad? ¿cuál será el impacto internacional de este informe?

Todo eso hace pensar que la palabra final no está escrita y ni se podrá escribir todavía, es un camino largo al que todavía le faltan muchos kilómetros por recorrer, pero esa es la ruta que, aunque tortuosa, debe seguirse paso a paso hasta llegar al destino ideal que espera todo un pueblo sediento de verdad, justicia y reparación con dignidad.

De allí la importancia de la memoria para construir la verdad, que en este momento realiza la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.

Fueron más de 27 mil colombianos y colombianas que, en representación de las más de 8 millones de víctimas, rindieron testimonios.

Algo muy importante de este informe serán las recomendaciones para que esta historia de guerra y horror no se repita.