“Nosotros no somos propietarios de la tierra, esa es una dificultad muy grande para la gente que firmó el Acuerdo de Paz”, expresó uno de ellos en entrevista con EL PILÓN.
A finales de 2016 empezaron a llegar los excombatientes de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a lo que hoy es la vereda Tierra Grata, jurisdicción del municipio de Manaure, departamento del Cesar.
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Hoy son más de 300 familias las que conviven en un terreno de 80 hectáreas, de las cuales solo 24 fueron adquiridas por los firmantes de paz a través de una de sus cooperativas, el resto sigue siendo propiedad de Gonzalo Melo Bueno.
“En estos momentos tenemos una discusión con la ANT (Agencia Nacional de Tierras) porque la finca del señor Gonzalo tiene 80 hectáreas, él vendió a la cooperativa nuestras 24 hectáreas para nosotros formular el proyecto ciudadela de paz de 150 viviendistas”, explicó Gilberto Giraldo a EL PILÓN en medio de un recorrido por el antiguo espacio de capacitación y reincorporación.
“Nosotros compramos, cada uno puso $1.000.000 y luego comenzamos a diseñar la ciudadela, no fue fácil, la Universidad del Atlántico nos ayudó, nos regaló el proyecto que tiene un valor aproximado de $400 millones”, añadió Gilberto, conocido en la guerra como ‘Aldemar’.
De las 150 viviendas, los firmantes han construido con sus propias manos alrededor de 40 unidades, 8 de ellas ya están habitadas, el resto están en obras gris porque no todos tienen los recursos suficientes para comprar la materia prima.
No obstante, 92 reincorporados se asociaron y crearon una ferretería que está registrada en la Cámara de Comercio de Valledupar y con la que hoy devengan recursos para el sostenimiento económico y adquieren parte de los materiales para la construcción de sus hogares.
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Esta empresa de materiales también vende a ciudadanos de las poblaciones aledañas, por lo cual habrá una sede en el sector El Mirador, jurisdicción del municipio de La Paz.
Una de las razones del traslado es que la vía de acceso a Tierra Grata no está en las mejores condiciones, lo que dificulta la movilidad de los compradores ajenos a la comunidad.
Giraldo comentó que van a cumplir 7 años de haber llegado a Tierra Grata y aseguró que: “No ha sido posible que la Gobernación del Cesar, ni las alcaldías vecinas, nos entreguen la titulación de esa tierra”.
El hombre agregó que esperan que con el Gobierno de Gustavo Petro y las nuevas administraciones cada firmante del Acuerdo de paz “pueda tener propiedad sobre la casita que está haciendo y sobre su lote”.
Por su parte, Wilman Aldana, también exguerrillero, lamentó: “Vivimos en hacinamiento, en hornos crematorios y sin servicios públicos”. Según el reincorporado, en los últimos años “no hubo voluntad política para implementar el Acuerdo, la idea era hacerlo trizas”.
En diciembre de 2022, la Agencia Nacional de Tierras, ANT, entregó 188 hectáreas a firmantes del Acuerdo de Paz de 2016 ubicados en zona rural de Fonseca, municipio del sur del departamento de La Guajira.
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Se trata de la Finca San Luis, predio donde los reincorporados del antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación ‘Pondores’ tienen sus proyectos productivos.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
“Nosotros no somos propietarios de la tierra, esa es una dificultad muy grande para la gente que firmó el Acuerdo de Paz”, expresó uno de ellos en entrevista con EL PILÓN.
A finales de 2016 empezaron a llegar los excombatientes de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a lo que hoy es la vereda Tierra Grata, jurisdicción del municipio de Manaure, departamento del Cesar.
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Hoy son más de 300 familias las que conviven en un terreno de 80 hectáreas, de las cuales solo 24 fueron adquiridas por los firmantes de paz a través de una de sus cooperativas, el resto sigue siendo propiedad de Gonzalo Melo Bueno.
“En estos momentos tenemos una discusión con la ANT (Agencia Nacional de Tierras) porque la finca del señor Gonzalo tiene 80 hectáreas, él vendió a la cooperativa nuestras 24 hectáreas para nosotros formular el proyecto ciudadela de paz de 150 viviendistas”, explicó Gilberto Giraldo a EL PILÓN en medio de un recorrido por el antiguo espacio de capacitación y reincorporación.
“Nosotros compramos, cada uno puso $1.000.000 y luego comenzamos a diseñar la ciudadela, no fue fácil, la Universidad del Atlántico nos ayudó, nos regaló el proyecto que tiene un valor aproximado de $400 millones”, añadió Gilberto, conocido en la guerra como ‘Aldemar’.
De las 150 viviendas, los firmantes han construido con sus propias manos alrededor de 40 unidades, 8 de ellas ya están habitadas, el resto están en obras gris porque no todos tienen los recursos suficientes para comprar la materia prima.
No obstante, 92 reincorporados se asociaron y crearon una ferretería que está registrada en la Cámara de Comercio de Valledupar y con la que hoy devengan recursos para el sostenimiento económico y adquieren parte de los materiales para la construcción de sus hogares.
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Esta empresa de materiales también vende a ciudadanos de las poblaciones aledañas, por lo cual habrá una sede en el sector El Mirador, jurisdicción del municipio de La Paz.
Una de las razones del traslado es que la vía de acceso a Tierra Grata no está en las mejores condiciones, lo que dificulta la movilidad de los compradores ajenos a la comunidad.
Giraldo comentó que van a cumplir 7 años de haber llegado a Tierra Grata y aseguró que: “No ha sido posible que la Gobernación del Cesar, ni las alcaldías vecinas, nos entreguen la titulación de esa tierra”.
El hombre agregó que esperan que con el Gobierno de Gustavo Petro y las nuevas administraciones cada firmante del Acuerdo de paz “pueda tener propiedad sobre la casita que está haciendo y sobre su lote”.
Por su parte, Wilman Aldana, también exguerrillero, lamentó: “Vivimos en hacinamiento, en hornos crematorios y sin servicios públicos”. Según el reincorporado, en los últimos años “no hubo voluntad política para implementar el Acuerdo, la idea era hacerlo trizas”.
En diciembre de 2022, la Agencia Nacional de Tierras, ANT, entregó 188 hectáreas a firmantes del Acuerdo de Paz de 2016 ubicados en zona rural de Fonseca, municipio del sur del departamento de La Guajira.
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Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.