Pese a la neblina y el sereno que ‘arropaba’ ayer el corregimiento de San José de Oriente, jurisdicción del municipio de La Paz, excombatientes y sus familiares, jóvenes, campesinos y madres cabezas de hogar fueron los protagonistas de la socialización de un mercado campesino con alimentos producidos en esta región del Cesar.

Allí ofrecen yuca, plátano, malanga, guineo, zanahoria, aguacate, cebolla, cebollín, guineo (banano), pimentón, frutas, café, entre otros productos de la canasta básica, a un precio más bajo que los de las tiendas o supermercados.

Se trataba del cierre del Modelo de Fortalecimiento Comunitario Mercado Campesino, liderado por entidades como ARN (Agencia para la Reincorporación y la Normalización), OIM (Organización Internacional para las Migraciones) y USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos), que busca fortalecer liderazgos, promover la seguridad alimentaria en el corregimiento, el rompimiento de intermediarios para la comercialización de los productos y la reconciliación en un territorio que fue golpeado por la guerra.

El profesional de comunidades de la ARN, Roger David Delgado Quiroz, explicó: “Este proyecto inició desde el año pasado y como resultado se logró un mercado campesino, donde varias personas de la comunidad se vinculan. Buscamos incentivar en los jóvenes la importancia de la tierra y la producción agrícola. Fue un proceso lento, donde duramos cerca de dos meses socializando el proceso, puesto que al principio tenían resistencia del proyecto al sentir que estaban excluidos del Estado”.

Recalcó que el proyecto propende la reconciliación, asociatividad y el fortalecimiento de la comunidad y personas que hicieron parte de la guerra de grupos armados ilegal. “San José de Oriente fue una de las zonas afectadas por el conflicto armado, donde hubo muchos hechos de sangre y estuvo por mucho tiempo estigmatizada. Se busca romper los imaginarios colectivos que se tenían y buscar en la comunidad la reconciliación”, puntualizó.

VOCES DE LOS PROTAGONISTAS

Para un excombatiente de la zona, que opta porque lo llamen Gustavo y omite su nombre real, aseguró: “Esta iniciativa fue una bendición que Dios nos dio y fue la puerta que se abrió para generar el progreso en la región, sobre todo en la parte alta del corregimiento de la mano con los campesinos. Al pensar que antes estaba en las armas y ahora en el mercado, me doy cuenta que mejor me queda la camiseta meque un camuflado; antes tenía una vida miserable y sin tranquilidad, ahora tengo la acogida de la comunidad”.

Por su parte, una de las líderes de la zona, Maribel Hernández Torres, expresó: “Hemos aprendido a apoyar a los campesinos, hecho que en este pueblo no se había visto. Acá los campesinos hacen sus labores y es algo que no se les agradece comprándoles sus productos. En un principio no creíamos en esto, pero al ver la seriedad de las empresas que participan dimos un paso hacia adelante por el proyecto y hoy podemos ver cristalizado este sueño”.

Una de las beneficiadas de esta iniciativa es Delibeth Ardila, quien dijo: “Somos la despensa agrícola donde producimos todos los productos de pancoger. La importancia del mercado campesino es darles la garantía de compra a los productores, que tengan cómo comercializar sus productos y darles un valor agregado, teniendo en cuenta que los intermediarios se quedan con toda la ganancia. Aspiramos recoger dos millones de pesos porque por el mal tiempo se nos dificultó que todos los campesinos vinieran, hay siete campesinos y preveíamos que fueran 30. La idea es que todos los campesinos de La Paz se unan a esta iniciativa”.

Manuel Ardila, un joven de 18 años, se vincula manejando las redes sociales del proyecto. Él aseguró: “Esta actividad vincula varios sectores de la comunidad. Esta iniciativa sirve para que las personas compren a bajo precio y para que los campesinos de las veredas Filo Machete, La Laguna, Cerro El Tesoro, Brisas del Perijá, Brisas del Chiriamo, La Laguna, Los Andes, Cerro Matoso, La Quiebra, entre otras, vendan todos sus productos”.

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/ EL PILÓN
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