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Columnista - 25 mayo, 2020

Ética, política y legalmente correcto

Quienes acostumbran a leer mis columnas saben que soy un duro crítico del actual Gobierno, pero en esta ocasión quiero manifestar, desde esta tribuna de opinión, mi total desacuerdo con quienes censuran el nombramiento de Jorge Rodrigo Tovar Vélez como coordinador al Grupo de Articulación Interna para la Política de Víctimas del Conflicto Armado del […]

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Quienes acostumbran a leer mis columnas saben que soy un duro crítico del actual Gobierno, pero en esta ocasión quiero manifestar, desde esta tribuna de opinión, mi total desacuerdo con quienes censuran el nombramiento de Jorge Rodrigo Tovar Vélez como coordinador al Grupo de Articulación Interna para la Política de Víctimas del Conflicto Armado del Ministerio del Interior, y lo hago porque pienso que este muchacho está siendo injustamente sometido a un linchamiento moral por ser hijo del exparamilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40.  

Desde el punto de vista ético y moral, en nuestra opinión es viable la designación de Tovar Vélez por la potísima razón de que el conflicto colombiano data de más de medio siglo; son muchas las heridas abiertas que deben ser cerradas, y la mejor forma de hacerlo es justamente con los adversarios: “La paz se hace con los enemigos” expresó el premio nobel de paz Juan Manuel Santos. Por cierto ¿no fue Jesús el que enseñó sobre el amor a nuestros enemigos, a tratar bien a quienes nos odian y a bendecir a quienes nos maldicen? Este sí es un principio ético y moral.

Es políticamente correcto, pues no dudo de la idoneidad y capacidad de Tovar Vélez para el desempeño del cargo para el que ha sido designado, y considero que es un paso en la dirección correcta toda vez que es una clara muestra del compromiso del presidente Duque, con la implementación de los acuerdos de la Habana. Finalmente, desde el punto de vista legal, no existen reparos frente a la designación de Tovar Vélez, pues se trata de un ciudadano colombiano de nacimiento, profesional universitario, y no tiene antecedentes penales, policivos, fiscales ni disciplinarios, pero además no hay razón constitucional válida para discriminarlo con fundamento en su origen familiar (artículo 13 de la Carta Política).

En este orden de ideas, debo agregar que en Colombia cada quien responde por sus actos, de manera individual. Las penas se imponen a quien haya resultado vencido en juicio, el cual debe llevarse a feliz término con plena observancia del Debido Proceso. En un Estado Social de Derecho, jamás las penas podrán hacerse extensivas a los miembros de la familia.

En conclusión, vetar el nombramiento de Tovar Vélez por ser hijo de Jorge 40 es desproporcionado e irracional, es volver a la oscura caverna, y muestra a las claras el renacimiento de una nueva inquisición, liderada por quienes hoy se consideran a sí mismos los dueños absolutos de la moral.

Nota de cierre: Davivienda, Banco Agrario, Caja Social, AV Villas, Banco Popular y Bancolombia en lugar de bajar los intereses en acatamiento a la ordenado por el Banco de la República con fundamento en la emergencia sanitaria, lo que hicieron fue subirlos ¿Y la Superintendencia Bancaria? ¡Muy bien gracias!

[email protected]

Columnista
25 mayo, 2020

Ética, política y legalmente correcto

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Quienes acostumbran a leer mis columnas saben que soy un duro crítico del actual Gobierno, pero en esta ocasión quiero manifestar, desde esta tribuna de opinión, mi total desacuerdo con quienes censuran el nombramiento de Jorge Rodrigo Tovar Vélez como coordinador al Grupo de Articulación Interna para la Política de Víctimas del Conflicto Armado del […]


Quienes acostumbran a leer mis columnas saben que soy un duro crítico del actual Gobierno, pero en esta ocasión quiero manifestar, desde esta tribuna de opinión, mi total desacuerdo con quienes censuran el nombramiento de Jorge Rodrigo Tovar Vélez como coordinador al Grupo de Articulación Interna para la Política de Víctimas del Conflicto Armado del Ministerio del Interior, y lo hago porque pienso que este muchacho está siendo injustamente sometido a un linchamiento moral por ser hijo del exparamilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40.  

Desde el punto de vista ético y moral, en nuestra opinión es viable la designación de Tovar Vélez por la potísima razón de que el conflicto colombiano data de más de medio siglo; son muchas las heridas abiertas que deben ser cerradas, y la mejor forma de hacerlo es justamente con los adversarios: “La paz se hace con los enemigos” expresó el premio nobel de paz Juan Manuel Santos. Por cierto ¿no fue Jesús el que enseñó sobre el amor a nuestros enemigos, a tratar bien a quienes nos odian y a bendecir a quienes nos maldicen? Este sí es un principio ético y moral.

Es políticamente correcto, pues no dudo de la idoneidad y capacidad de Tovar Vélez para el desempeño del cargo para el que ha sido designado, y considero que es un paso en la dirección correcta toda vez que es una clara muestra del compromiso del presidente Duque, con la implementación de los acuerdos de la Habana. Finalmente, desde el punto de vista legal, no existen reparos frente a la designación de Tovar Vélez, pues se trata de un ciudadano colombiano de nacimiento, profesional universitario, y no tiene antecedentes penales, policivos, fiscales ni disciplinarios, pero además no hay razón constitucional válida para discriminarlo con fundamento en su origen familiar (artículo 13 de la Carta Política).

En este orden de ideas, debo agregar que en Colombia cada quien responde por sus actos, de manera individual. Las penas se imponen a quien haya resultado vencido en juicio, el cual debe llevarse a feliz término con plena observancia del Debido Proceso. En un Estado Social de Derecho, jamás las penas podrán hacerse extensivas a los miembros de la familia.

En conclusión, vetar el nombramiento de Tovar Vélez por ser hijo de Jorge 40 es desproporcionado e irracional, es volver a la oscura caverna, y muestra a las claras el renacimiento de una nueva inquisición, liderada por quienes hoy se consideran a sí mismos los dueños absolutos de la moral.

Nota de cierre: Davivienda, Banco Agrario, Caja Social, AV Villas, Banco Popular y Bancolombia en lugar de bajar los intereses en acatamiento a la ordenado por el Banco de la República con fundamento en la emergencia sanitaria, lo que hicieron fue subirlos ¿Y la Superintendencia Bancaria? ¡Muy bien gracias!

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