Los propietarios de las más de 20 estaciones de servicio que a medias operan en Valledupar cerrarán sus puertas desde el primer minuto de este lunes 6 de febrero. La decisión fue tomada producto del contrabando de combustible ilegal y la incapacidad del Estado.
Los propietarios de las más de 20 estaciones de servicio que a medias operan en Valledupar cerrarán sus puertas desde el primer minuto de este lunes 6 de febrero.
El contrabando de gasolina y diesel provenientes de Venezuela y la incapacidad del Estado para frenar esta actividad ilegal llevaron a dueños y administradores de las gasolineras a tomar esta decisión.
“No hay otra opción, pese al anuncio de cierre de las estaciones de servicio, las autoridades locales, salvo un tímido pronunciamiento del Alcalde de Valledupar, no han mostrado interés para tratar de resolver una crisis que tocará al municipio y al departamento”, advirtió Aristóbulo Cortés, administrador de una de las gasolineras que suspenderán la venta de combustible.
El Municipio sin ingresos por sobretasa
Valledupar ha dejado de percibir millonarios recursos por concepto de la sobretasa a la gasolina. De un recaudo anual, entre las vigencias 2008 y 2010, equivalente a los $12.000 millones, los ingresos de este impuesto descendieron dramáticamente a $1.000 millones en 2011, es decir, cerca de $85 millones mensuales.
“Frente a un recaudo tan irrisorio, el Municipio no tendrá capacidad para arreglar la malla vial urbana, clamor de los habitantes de Valledupar”, sentenció Socarrás Reales.
El cierre de las estaciones de servicio dejará en la calle a más de mil empleados en Valledupar, quienes han expresado su preocupación frente a una crisis que cortará de tajo el ingreso con el que sostienen a sus familias.
Las gasolineras de Valledupar serán las primeras en cerrar sus puertas, aunque seis de ellas, localizadas en La Paz y Codazzi, dejaron de operar hace ocho meses por cuenta de la comercialización ilegal de combustible. Paulatinamente, suspenderán actividades las ‘bombas’ de todo el Cesar.
“La única salida de esta crisis es que el Estado se decida a combatir a las redes del contrabando de combustible, sólo hasta entonces abriremos las puertas nuevamente”, subrayó Aristóbulo Cortés.
Los propietarios de las más de 20 estaciones de servicio que a medias operan en Valledupar cerrarán sus puertas desde el primer minuto de este lunes 6 de febrero. La decisión fue tomada producto del contrabando de combustible ilegal y la incapacidad del Estado.
Los propietarios de las más de 20 estaciones de servicio que a medias operan en Valledupar cerrarán sus puertas desde el primer minuto de este lunes 6 de febrero.
El contrabando de gasolina y diesel provenientes de Venezuela y la incapacidad del Estado para frenar esta actividad ilegal llevaron a dueños y administradores de las gasolineras a tomar esta decisión.
“No hay otra opción, pese al anuncio de cierre de las estaciones de servicio, las autoridades locales, salvo un tímido pronunciamiento del Alcalde de Valledupar, no han mostrado interés para tratar de resolver una crisis que tocará al municipio y al departamento”, advirtió Aristóbulo Cortés, administrador de una de las gasolineras que suspenderán la venta de combustible.
El Municipio sin ingresos por sobretasa
Valledupar ha dejado de percibir millonarios recursos por concepto de la sobretasa a la gasolina. De un recaudo anual, entre las vigencias 2008 y 2010, equivalente a los $12.000 millones, los ingresos de este impuesto descendieron dramáticamente a $1.000 millones en 2011, es decir, cerca de $85 millones mensuales.
“Frente a un recaudo tan irrisorio, el Municipio no tendrá capacidad para arreglar la malla vial urbana, clamor de los habitantes de Valledupar”, sentenció Socarrás Reales.
El cierre de las estaciones de servicio dejará en la calle a más de mil empleados en Valledupar, quienes han expresado su preocupación frente a una crisis que cortará de tajo el ingreso con el que sostienen a sus familias.
Las gasolineras de Valledupar serán las primeras en cerrar sus puertas, aunque seis de ellas, localizadas en La Paz y Codazzi, dejaron de operar hace ocho meses por cuenta de la comercialización ilegal de combustible. Paulatinamente, suspenderán actividades las ‘bombas’ de todo el Cesar.
“La única salida de esta crisis es que el Estado se decida a combatir a las redes del contrabando de combustible, sólo hasta entonces abriremos las puertas nuevamente”, subrayó Aristóbulo Cortés.