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Columnista - 18 agosto, 2023

“Está lloviendo en La Nevada…”

En mi artículo anterior me extendí y me aplicaron la tijera, en la parte donde decía: Ya los informales están tan formales que la mayoría con mucho juicio le aportan al sector salud para gozar en un futuro una pensión que les garantice su vejez decorosa; así que ese cuento del DANE sobre la pésima y precaria situación de la gente de este Valle querido vayan recogiéndolos que eso no es verdad.

En mi artículo anterior me extendí y me aplicaron la tijera, en la parte donde decía: Ya los informales están tan formales que la mayoría con mucho juicio le aportan al sector salud para gozar en un futuro una pensión que les garantice su vejez decorosa; así que ese cuento del DANE sobre la pésima y precaria situación de la gente de este Valle querido vayan recogiéndolos que eso no es verdad.

Vayan a cualquier barrio de clase media, alta, bajo o mediana, para ver quien no tiene en su garaje un carro bueno, nada de cacharros viejos y éste es otro cuento lamentable y mentiroso del Valle, una ciudad en proceso de transformación de ciudad realmente en donde la gente tiene la costumbre de ir a comprar los carros costosos y de alta gama, que son la mayoría de la clase alta y media de esta ciudad, a otras ciudades y completan el acto de desagradecimiento con nuestros concesionarios matriculándolos y dejándolos radicados en muchas ciudades del interior a donde todos los años acuden a pagar los impuestos, que por miles de millones deja de recibir el departamento, ya que está aprobado que el 70% de los 150 mil que aproximadamente transitan en nuestras carreteras son de placa de otros departamentos y no ha habido forma de que las diferentes secretarias inicien una campaña con mano fuerte para que esos propietarios y choferes que todos los días utilizan nuestras vías, calles y carreras trasladen sus cuentas a esta ciudad y aquí paguen los respectivos impuestos.

Me llama la atención la propuesta de Emdupar para que la gente adquiera tanques de 500 y 1.000 litros para provisionarse de agua y así no sufra porque “se fue el agua”, hecho recurrente en esta ciudad cada vez que cae un aguacero fuerte y el río crece y pienso dos cosas: primero, el por qué esa empresa de carácter comercial que tiene no las siete vidas de un gato, sino que las supera y que aguanta más que quizás que y que ahí está, intervenida, agonizando y boquiando pero viva, por qué no vende esos tanques a quien los quiera a un precio módico y pagable en cómodas cuotas mensuales y lo otro, cuando comenzarán a modernizar la bocatoma para que el agua no entre libre y sucia cuando llueve instalando modernos filtros que para la ingeniería moderna es pan comido.

Ya está bueno de tanta desidia, ya está bueno que apenas veamos que “está lloviendo en la Nevada arriba de Valledupar” pensemos que mañana se va el agua. Se pone caliente la política, hay candidatos para la Gobernación y las Alcaldías de todas las especies: óptimos, buenos, malos, pésimos, vamos a ver quienes llegan al final. En un futuro fijaremos nuestro criterio en procura del bienestar de Valledupar y del Cesar.

Columnista
18 agosto, 2023

“Está lloviendo en La Nevada…”

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

En mi artículo anterior me extendí y me aplicaron la tijera, en la parte donde decía: Ya los informales están tan formales que la mayoría con mucho juicio le aportan al sector salud para gozar en un futuro una pensión que les garantice su vejez decorosa; así que ese cuento del DANE sobre la pésima y precaria situación de la gente de este Valle querido vayan recogiéndolos que eso no es verdad.


En mi artículo anterior me extendí y me aplicaron la tijera, en la parte donde decía: Ya los informales están tan formales que la mayoría con mucho juicio le aportan al sector salud para gozar en un futuro una pensión que les garantice su vejez decorosa; así que ese cuento del DANE sobre la pésima y precaria situación de la gente de este Valle querido vayan recogiéndolos que eso no es verdad.

Vayan a cualquier barrio de clase media, alta, bajo o mediana, para ver quien no tiene en su garaje un carro bueno, nada de cacharros viejos y éste es otro cuento lamentable y mentiroso del Valle, una ciudad en proceso de transformación de ciudad realmente en donde la gente tiene la costumbre de ir a comprar los carros costosos y de alta gama, que son la mayoría de la clase alta y media de esta ciudad, a otras ciudades y completan el acto de desagradecimiento con nuestros concesionarios matriculándolos y dejándolos radicados en muchas ciudades del interior a donde todos los años acuden a pagar los impuestos, que por miles de millones deja de recibir el departamento, ya que está aprobado que el 70% de los 150 mil que aproximadamente transitan en nuestras carreteras son de placa de otros departamentos y no ha habido forma de que las diferentes secretarias inicien una campaña con mano fuerte para que esos propietarios y choferes que todos los días utilizan nuestras vías, calles y carreras trasladen sus cuentas a esta ciudad y aquí paguen los respectivos impuestos.

Me llama la atención la propuesta de Emdupar para que la gente adquiera tanques de 500 y 1.000 litros para provisionarse de agua y así no sufra porque “se fue el agua”, hecho recurrente en esta ciudad cada vez que cae un aguacero fuerte y el río crece y pienso dos cosas: primero, el por qué esa empresa de carácter comercial que tiene no las siete vidas de un gato, sino que las supera y que aguanta más que quizás que y que ahí está, intervenida, agonizando y boquiando pero viva, por qué no vende esos tanques a quien los quiera a un precio módico y pagable en cómodas cuotas mensuales y lo otro, cuando comenzarán a modernizar la bocatoma para que el agua no entre libre y sucia cuando llueve instalando modernos filtros que para la ingeniería moderna es pan comido.

Ya está bueno de tanta desidia, ya está bueno que apenas veamos que “está lloviendo en la Nevada arriba de Valledupar” pensemos que mañana se va el agua. Se pone caliente la política, hay candidatos para la Gobernación y las Alcaldías de todas las especies: óptimos, buenos, malos, pésimos, vamos a ver quienes llegan al final. En un futuro fijaremos nuestro criterio en procura del bienestar de Valledupar y del Cesar.