Por Aquilino Cotes Zuleta

No es cierto y pongo en duda que Diomedes Díaz, el cantante y compositor de música vallenata después de muerto sea un Santo. Al menos, en vida no lo fue, aunque sí fue un músico benévolo y muy dadivoso, además de ser un gran compositor y uno de los cantantes más sobresalientes del folclor vallenato. 

También fue extrovertido, pero su fuerte no fue el interactuar sobre temas cruciales ni mucho menos era idóneo para alocuciones largas, siempre fue muy lacónico en sus respuestas. Muchas veces respondía con interrogantes, por eso no era dado a dar entrevistas, muy pocos periodistas lo entrevistamos, su mayor grandeza fue la composición.  

A finales de noviembre del año 1994, días después del accidente de la avioneta en donde murieron ‘Juancho’ Rois Zúñiga, el bajista Rangel Enrique ‘El Maño’ Torres Jiménez y el técnico de acordeones Eudes Enrique Granados Córdoba, le hice una entrevista de 50 minutos a Diomedes, en su residencia de Valledupar.

Una hora antes lo contacté telefónicamente y accedió a la entrevista para mi noticiero nocturno, denominado ‘Noticiero de las 9’.

La cita fue a las 4 de la tarde. Encontré más de 200 personas en la reja de su casa, esperaban su reacción sobre la declaración del Concejo de San Juan del Cesar que el 28 de noviembre lo declaró “…persona no grata…”, documento firmado por Evelin Fuentes, Nelvis Peralta, Josefa Montaño, Javier Nuñez, José Alfonso Daza, Enrique Vega, Wilmer Fría, René Calderón, José Plata, Raúl Jimenez y Carlos González. No aprobó el escrito Leandro Sierra. 

El Concejo consideró que Diomedes había transgredido el luto que embargaba a las familias de los músicos muertos en el accidente al anunciar a Iván Zuleta como su nuevo acordeonero, en reemplazo de ‘Juancho’ Rois. 

Ese día para entrar a la casa de Diomedes todo fue un caos. Algunos colegas me pidieron que entraran conmigo, pero la persona que abría la reja dijo que no. Luego le hice la petición a Diomedes y me respondió tajantemente: “No Aquilino, tú solo, cuando salgas compartes la entrevista con ellos. Ahora estoy muy averiado y quiero estar solo”, recuerdo que dijo.

Nos sentamos cada uno en un taburete, en un pasadizo de su casa. Yo lo vi muy quebrado por todo lo que estaba pasando. “Mira no quiero ni vestirme”, me dijo mientras mostraba que estaba en pantalón corto (mocho) y un suéter ligero, tenía unas chanclas de baño.  

Sin más preámbulo le pregunté sobre la determinación del Concejo de San Juan del Cesar. Diomedes me dijo: “No existen razones para maltratarme así, yo lo único que hice fue querer a Juancho como lo sigo queriendo. Me duele porque yo soy sanjuanero, mi cédula dice Diomedes Díaz nacido en San Juan del Cesar”.

Me respondió su extrañeza por la decisión del Concejo y explicó los hechos: “yo no he hecho nada. Me limité a traer los cadáveres, porque ‘Juancho’ se mató por culpa de él, porque yo le dije que no fuera para ninguna parte. Yo le dije ‘oiga compadre no vaya para allá, póngale cuidado a esos aviones, ojo con esos aviones’ y se fueron a escondidas mías. Yo estaba en el Caracas Hilton y mandé a apagar el teléfono y dije abajo que dijeran que yo había salido de ahí. Ellos se fueron escondidos de mí”, expresó Diomedes. 

Ahora, 28 años después los medios de comunicación afirman que Diomedes es un Santo que hace milagros porque el reconocido folclorista y manager Joaquín Guillen se ha convertido en un prestidigitador anunciando la santidad de Diomedes, son meras especulaciones. Hasta la próxima semana.

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