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Columnista - 10 diciembre, 2021

Especial atención al grave problema de la desertificación en el Cesar

El día 2 del presente mes y año, por invitación del Banco de la República de esta seccional, me permití desarrollar una charla que tuvimos a bien titular ‘La desertificación en el departamento del Cesar’, teniendo en cuenta el interés e importancia especial que merece esta situación que no ha sido atendida aún al nivel […]

El día 2 del presente mes y año, por invitación del Banco de la República de esta seccional, me permití desarrollar una charla que tuvimos a bien titular ‘La desertificación en el departamento del Cesar’, teniendo en cuenta el interés e importancia especial que merece esta situación que no ha sido atendida aún al nivel que representa para el medio ambiente del departamento. Por tal razón nos parece relevante recabar en esta columna. 

El problema de la desertificación se produce principalmente por las malas actuaciones antrópicas (humanas) y es un problema mundial de inmensa gravedad que continúa en aumento. 

Digamos, entonces, que la desertificación se acentúa por las inveteradas prácticas de la deforestación; las técnicas de irrigación que conducen a la erosión del suelo; la acumulación de sal por lavado de los suelos y los encharcamientos; las prácticas agrícolas en suelos no adecuados; la compactación del suelo por el sobre uso de maquinarias y el traficar del ganado. 

Se conoce como desertificación el proceso de formación o expansión del desierto como consecuencia del cambio climático, una mala gestión del suelo o por ambos. Dentro de los efectos que causa la desertificación se encuentran el hambre, la disminución en la calidad de vida, las sequías frecuentes y el poco o nulo terreno fértil para seguir cultivando, lo cual no es otra cosa que lo que está pasando, por ejemplo, aquí en el departamento del Cesar. 

Haciendo alusión un poco a los antecedentes de este problema en el Cesar, anotemos que avanzó por la deforestación que sucedió con la colonización, especialmente en áreas de la Serranía de Perijá y Sierra Nevada, en donde se refugiaron muchas familias desplazadas de los Santanderes, en este caso, por la violencia política de los años 40. Por su parte, el cultivo del algodón y del arroz en los años 50 en adelante aportaron su significativa cuota hasta el punto que aquí en el Cesar llegamos a cultivar 120 mil hectáreas en la década de los 70 y por supuesto, para ello fueron necesarias la excesiva deforestación, malas prácticas de manejo de los suelos y excesivo uso de pesticidas, herbicidas y abonos sintéticos.

 También se hizo mucho descuaje de vegetación para implementar potreros en desarrollo de la ganadería extensiva. Además, durante los 80 se descombró mucho terreno en Perijá y Sierra Nevada para siembra o cultivos ilícitos, tales como marihuana, amapola y coca. En general, durante gran parte del siglo XX la actividad económica del Cesar estuvo ligada y aún está a la agricultura y ganadería. 

Sin embargo, a finales del siglo pasado surgió como una nueva fuente de ingresos el sector minero con la explotación del carbón, para que en la actualidad el Cesar se muestre como un importante enclave de la minería del carbón a nivel nacional. En los municipios en los que se desarrolla parte de esta actividad, como son La Jagua de Ibirico, Chiriguaná, El Paso, Becerril y el sector sur de Agustín Codazzi, se muestra bastante pronunciada la desertificación. 

No podemos desconocer que existe otro componente que hace parte de este grave problema como lo es la desertización (producto de la evolución natural de la naturaleza).

En síntesis, por causa de estas malas prácticas en las actividades anteriores, el Cesar es uno de los departamentos más afectados en Colombia por estos procesos de desertificación de suelos. 

Aquí se hace necesario decir que el Cesar tiene un área de 2.256.550 hectáreas, de las cuales 1.014.482 se encuentran en diferentes niveles de desertificación (alto, medio y bajo), este dato según un estudio reciente realizado a través del convenio entre el Ministerio de Ambiente, USAID (Agencia de los Estados Unidos para la Cooperación) y Corpocesar.

Columnista
10 diciembre, 2021

Especial atención al grave problema de la desertificación en el Cesar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

El día 2 del presente mes y año, por invitación del Banco de la República de esta seccional, me permití desarrollar una charla que tuvimos a bien titular ‘La desertificación en el departamento del Cesar’, teniendo en cuenta el interés e importancia especial que merece esta situación que no ha sido atendida aún al nivel […]


El día 2 del presente mes y año, por invitación del Banco de la República de esta seccional, me permití desarrollar una charla que tuvimos a bien titular ‘La desertificación en el departamento del Cesar’, teniendo en cuenta el interés e importancia especial que merece esta situación que no ha sido atendida aún al nivel que representa para el medio ambiente del departamento. Por tal razón nos parece relevante recabar en esta columna. 

El problema de la desertificación se produce principalmente por las malas actuaciones antrópicas (humanas) y es un problema mundial de inmensa gravedad que continúa en aumento. 

Digamos, entonces, que la desertificación se acentúa por las inveteradas prácticas de la deforestación; las técnicas de irrigación que conducen a la erosión del suelo; la acumulación de sal por lavado de los suelos y los encharcamientos; las prácticas agrícolas en suelos no adecuados; la compactación del suelo por el sobre uso de maquinarias y el traficar del ganado. 

Se conoce como desertificación el proceso de formación o expansión del desierto como consecuencia del cambio climático, una mala gestión del suelo o por ambos. Dentro de los efectos que causa la desertificación se encuentran el hambre, la disminución en la calidad de vida, las sequías frecuentes y el poco o nulo terreno fértil para seguir cultivando, lo cual no es otra cosa que lo que está pasando, por ejemplo, aquí en el departamento del Cesar. 

Haciendo alusión un poco a los antecedentes de este problema en el Cesar, anotemos que avanzó por la deforestación que sucedió con la colonización, especialmente en áreas de la Serranía de Perijá y Sierra Nevada, en donde se refugiaron muchas familias desplazadas de los Santanderes, en este caso, por la violencia política de los años 40. Por su parte, el cultivo del algodón y del arroz en los años 50 en adelante aportaron su significativa cuota hasta el punto que aquí en el Cesar llegamos a cultivar 120 mil hectáreas en la década de los 70 y por supuesto, para ello fueron necesarias la excesiva deforestación, malas prácticas de manejo de los suelos y excesivo uso de pesticidas, herbicidas y abonos sintéticos.

 También se hizo mucho descuaje de vegetación para implementar potreros en desarrollo de la ganadería extensiva. Además, durante los 80 se descombró mucho terreno en Perijá y Sierra Nevada para siembra o cultivos ilícitos, tales como marihuana, amapola y coca. En general, durante gran parte del siglo XX la actividad económica del Cesar estuvo ligada y aún está a la agricultura y ganadería. 

Sin embargo, a finales del siglo pasado surgió como una nueva fuente de ingresos el sector minero con la explotación del carbón, para que en la actualidad el Cesar se muestre como un importante enclave de la minería del carbón a nivel nacional. En los municipios en los que se desarrolla parte de esta actividad, como son La Jagua de Ibirico, Chiriguaná, El Paso, Becerril y el sector sur de Agustín Codazzi, se muestra bastante pronunciada la desertificación. 

No podemos desconocer que existe otro componente que hace parte de este grave problema como lo es la desertización (producto de la evolución natural de la naturaleza).

En síntesis, por causa de estas malas prácticas en las actividades anteriores, el Cesar es uno de los departamentos más afectados en Colombia por estos procesos de desertificación de suelos. 

Aquí se hace necesario decir que el Cesar tiene un área de 2.256.550 hectáreas, de las cuales 1.014.482 se encuentran en diferentes niveles de desertificación (alto, medio y bajo), este dato según un estudio reciente realizado a través del convenio entre el Ministerio de Ambiente, USAID (Agencia de los Estados Unidos para la Cooperación) y Corpocesar.