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Columnista - 23 abril, 2024

Escuchar las marchas

La manifestación es, sin duda, una de las expresiones democráticas más puras. Es el grito colectivo de un pueblo que necesita ser escuchado, un llamado a la acción y a la reflexión profunda sobre los problemas que aquejan a nuestra sociedad. Hoy, más que nunca, es válido plantear un ejercicio de escucha y construcción colectiva […]

La manifestación es, sin duda, una de las expresiones democráticas más puras. Es el grito colectivo de un pueblo que necesita ser escuchado, un llamado a la acción y a la reflexión profunda sobre los problemas que aquejan a nuestra sociedad. Hoy, más que nunca, es válido plantear un ejercicio de escucha y construcción colectiva en pro del país.

Es importante reconocer que la división izquierda-derecha es una forma simple de retratar a la sociedad. La marcha del domingo no se trata simplemente de una confrontación política entre dos fuerzas políticas, sino de la reacción de personas que sienten que hay un pésimo gobierno y una profunda preocupación por el futuro de Colombia. Es mucho más que un asunto de etiquetas políticas.

El gobierno nacional ha pecado de sobradez ideológica y de falta de pragmatismo. Ha fallado en la tarea de concertar las reformas sociales que nuestro país tanto necesita. Tanto Duque como Santos antes que él, han cometido errores graves al no escuchar a la ciudadanía. Duque se hizo el sordo ante las demandas del pueblo, y las calles se llenaron de voces indignadas. Santos, por su parte, minimizó la importancia del paro nacional agrario, y el paro se hizo inevitable.

Ahora, vemos cómo Petro cae en la provocación, negación y la estigmatización de quienes marchan generalizándolos. Esta actitud solo generará un gran rechazo hacia su gobierno. En lugar de escuchar y dialogar, se empeña en polarizar y confrontar. Pero la realidad es que la solución a los problemas de nuestro país no se encuentra en la confrontación, sino en el diálogo y la concertación.

Es hora de que el gobierno nacional y todos los actores políticos del país aprendan la lección. Es hora de que dejen de lado las ideologías y se enfoquen en encontrar soluciones pragmáticas y efectivas para los problemas que nos aquejan. Es hora de que escuchen al pueblo, porque la voz de la calle es la voz de Colombia.

Alfredo Jones Sánchez

@alfredojonessan

Columnista
23 abril, 2024

Escuchar las marchas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alfredo Jones Sánchez

La manifestación es, sin duda, una de las expresiones democráticas más puras. Es el grito colectivo de un pueblo que necesita ser escuchado, un llamado a la acción y a la reflexión profunda sobre los problemas que aquejan a nuestra sociedad. Hoy, más que nunca, es válido plantear un ejercicio de escucha y construcción colectiva […]


La manifestación es, sin duda, una de las expresiones democráticas más puras. Es el grito colectivo de un pueblo que necesita ser escuchado, un llamado a la acción y a la reflexión profunda sobre los problemas que aquejan a nuestra sociedad. Hoy, más que nunca, es válido plantear un ejercicio de escucha y construcción colectiva en pro del país.

Es importante reconocer que la división izquierda-derecha es una forma simple de retratar a la sociedad. La marcha del domingo no se trata simplemente de una confrontación política entre dos fuerzas políticas, sino de la reacción de personas que sienten que hay un pésimo gobierno y una profunda preocupación por el futuro de Colombia. Es mucho más que un asunto de etiquetas políticas.

El gobierno nacional ha pecado de sobradez ideológica y de falta de pragmatismo. Ha fallado en la tarea de concertar las reformas sociales que nuestro país tanto necesita. Tanto Duque como Santos antes que él, han cometido errores graves al no escuchar a la ciudadanía. Duque se hizo el sordo ante las demandas del pueblo, y las calles se llenaron de voces indignadas. Santos, por su parte, minimizó la importancia del paro nacional agrario, y el paro se hizo inevitable.

Ahora, vemos cómo Petro cae en la provocación, negación y la estigmatización de quienes marchan generalizándolos. Esta actitud solo generará un gran rechazo hacia su gobierno. En lugar de escuchar y dialogar, se empeña en polarizar y confrontar. Pero la realidad es que la solución a los problemas de nuestro país no se encuentra en la confrontación, sino en el diálogo y la concertación.

Es hora de que el gobierno nacional y todos los actores políticos del país aprendan la lección. Es hora de que dejen de lado las ideologías y se enfoquen en encontrar soluciones pragmáticas y efectivas para los problemas que nos aquejan. Es hora de que escuchen al pueblo, porque la voz de la calle es la voz de Colombia.

Alfredo Jones Sánchez

@alfredojonessan