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Columnista - 11 agosto, 2013

Escritores, en tinieblas

La labor de escribir, cada día se hace más difícil en una sociedad que no reconoce los valores de quienes llevados por una pasión, van construyendo historias que reflejan el sentir y la problemática social de una región.

Por Jacobo Solano

La labor de escribir, cada día se hace más difícil en una sociedad que no reconoce los valores de quienes llevados por una pasión, van construyendo historias que reflejan el sentir y la problemática social de una región.

¿De qué depende que no estén aflorando escritores e investigadores? Existe una desmotivación colectiva, obligados a mantenerse en el anonimato por falta de apoyo, porque las entidades encargadas de promoverlos, no tienen una política encaminada a desarrollar actividades que los beneficien: ferias o encuentrosque reúnan exponentes de las letras, plasmadas en literatura, cine, música y arte, como el Hay Festival de Cartagena; mucho menos, becas yestímulos. El sector privado, tampoco es solidario con quienes forjan un nuevo espacio de conocimiento. Tenemos excelentes creadores, literatura de buen nivel, pero se hace nada o muy poco para impulsarlos, a pesar de su calidad, se mantienen, por desgracia, casi inéditos, olvidados, silenciados y omitidos. El escritor no puede ser apéndice de los gobiernos de turno porque perdería el sentido crítico y la libertad para pensar, pero no por eso se le puede negar el soporte,máxime en esta época en la que editores privados abusan desus trabajos y no le apuestan a nombres nuevos, es necesarioarticular una política desarrollada por el mismo gremio de escritores que garantice inclusión, priorizando la promoción del pensamiento. Un escritor se hace leyendo, interactuando con otros escritoresy fortaleciendo su conocimiento para plasmarlo en el papel, visitando ferias del libro, nacionales e internacionales,para fomentar la lectura,cuentos de la región, literatura folclórica, novedades en novela y poesía que resalten nuestros paisajes y personajes, literatura infantil, explorar el guión cinematográfico y de televisión,es ahí donde se debe trabajar.Soy escéptico con estos temas por  la falta de conciencia cultural institucionalque busca rebajarle el presupuesto a la cultura, un hechoinexplicable, si tenemos en cuentaque esesta la razón para que nuestroterritorio sea admirado y reconocido.Aquí el enfoque cultural está encaminado, más a girar los pocos recursos para los festivalesregionales,en los  que pagan millonadas a losconjuntos vallenatos y no se promueve la base cultural que son los concursos, casi siempre colgados con los premios, yterminan convertidos en eventos políticos, para promocionar a los candidatos de turno.¿Por qué no se presentan al OCAD proyectos de investigación cultural? la gran la oportunidad que tienen las regiones para invertir el 10% de las regalías en Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación.Qué bueno sería contar con El Libro de Oro deValleduparo del Cesar para los Bibliobancos de las escuelas; documentales de nuestros juglares, que están muriendo y no queda material fílmico; involucrar historiadores para precisar y actualizar la memoria histórica;concebir nuestra propia feria del libro con diversas actividades.

Es un momento interesante para debatir el futuro de los escritores, no podía dejar de sumarme almovimiento que inició la escritora Mary Daza Orozco con su artículo Escritores Abandonados, ojaláseamos máslos preocupadas por el avancecultural, para promover espacios de debate y reflexión, generando una sociedad más abierta y multicultural. Vivimos en una región muy dada a la expresión musical, que al fin y al cabo, es literatura cantada; los cuentos, historias y anécdotas.¿Por qué no profundizar en el apoyo a escritores que nos representen a nivel nacional y conviertan nuestra problemática en literatura?Eso sí, involucrando a los jóvenes para asegurar el futuro literario que está en peligro.

 

Columnista
11 agosto, 2013

Escritores, en tinieblas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

La labor de escribir, cada día se hace más difícil en una sociedad que no reconoce los valores de quienes llevados por una pasión, van construyendo historias que reflejan el sentir y la problemática social de una región.


Por Jacobo Solano

La labor de escribir, cada día se hace más difícil en una sociedad que no reconoce los valores de quienes llevados por una pasión, van construyendo historias que reflejan el sentir y la problemática social de una región.

¿De qué depende que no estén aflorando escritores e investigadores? Existe una desmotivación colectiva, obligados a mantenerse en el anonimato por falta de apoyo, porque las entidades encargadas de promoverlos, no tienen una política encaminada a desarrollar actividades que los beneficien: ferias o encuentrosque reúnan exponentes de las letras, plasmadas en literatura, cine, música y arte, como el Hay Festival de Cartagena; mucho menos, becas yestímulos. El sector privado, tampoco es solidario con quienes forjan un nuevo espacio de conocimiento. Tenemos excelentes creadores, literatura de buen nivel, pero se hace nada o muy poco para impulsarlos, a pesar de su calidad, se mantienen, por desgracia, casi inéditos, olvidados, silenciados y omitidos. El escritor no puede ser apéndice de los gobiernos de turno porque perdería el sentido crítico y la libertad para pensar, pero no por eso se le puede negar el soporte,máxime en esta época en la que editores privados abusan desus trabajos y no le apuestan a nombres nuevos, es necesarioarticular una política desarrollada por el mismo gremio de escritores que garantice inclusión, priorizando la promoción del pensamiento. Un escritor se hace leyendo, interactuando con otros escritoresy fortaleciendo su conocimiento para plasmarlo en el papel, visitando ferias del libro, nacionales e internacionales,para fomentar la lectura,cuentos de la región, literatura folclórica, novedades en novela y poesía que resalten nuestros paisajes y personajes, literatura infantil, explorar el guión cinematográfico y de televisión,es ahí donde se debe trabajar.Soy escéptico con estos temas por  la falta de conciencia cultural institucionalque busca rebajarle el presupuesto a la cultura, un hechoinexplicable, si tenemos en cuentaque esesta la razón para que nuestroterritorio sea admirado y reconocido.Aquí el enfoque cultural está encaminado, más a girar los pocos recursos para los festivalesregionales,en los  que pagan millonadas a losconjuntos vallenatos y no se promueve la base cultural que son los concursos, casi siempre colgados con los premios, yterminan convertidos en eventos políticos, para promocionar a los candidatos de turno.¿Por qué no se presentan al OCAD proyectos de investigación cultural? la gran la oportunidad que tienen las regiones para invertir el 10% de las regalías en Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación.Qué bueno sería contar con El Libro de Oro deValleduparo del Cesar para los Bibliobancos de las escuelas; documentales de nuestros juglares, que están muriendo y no queda material fílmico; involucrar historiadores para precisar y actualizar la memoria histórica;concebir nuestra propia feria del libro con diversas actividades.

Es un momento interesante para debatir el futuro de los escritores, no podía dejar de sumarme almovimiento que inició la escritora Mary Daza Orozco con su artículo Escritores Abandonados, ojaláseamos máslos preocupadas por el avancecultural, para promover espacios de debate y reflexión, generando una sociedad más abierta y multicultural. Vivimos en una región muy dada a la expresión musical, que al fin y al cabo, es literatura cantada; los cuentos, historias y anécdotas.¿Por qué no profundizar en el apoyo a escritores que nos representen a nivel nacional y conviertan nuestra problemática en literatura?Eso sí, involucrando a los jóvenes para asegurar el futuro literario que está en peligro.