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Columnista - 15 febrero, 2024

Escoba nueva barre bien

Una vaina, voy a ir a Corpocesar, para que me den los celulares y teléfonos a donde la gente pueda denunciar los atentados que día a día se suceden en la ciudad, nada más porque “me da la gana y el palo es mío”, tumbando árboles frondosos y sanos o pegándoles una feroz machetera cargados […]

Una vaina, voy a ir a Corpocesar, para que me den los celulares y teléfonos a donde la gente pueda denunciar los atentados que día a día se suceden en la ciudad, nada más porque “me da la gana y el palo es mío”, tumbando árboles frondosos y sanos o pegándoles una feroz machetera cargados de flores y frutos biches; ya está bueno dicen con ese “hijueputa palo” que sólo da frutos para que se los roben y hojas que hay que barrer todos los días. Qué horror Dios mío, qué vergüenza y qué ignorancia cuando el árbol es el emblema del reino vegetal y productor de oxígeno, reductor de CO2 y fábrica de agua, es el Rey, es el paraguas, es el aire acondicionado del pobre y cuando oí al famoso ambientalista y columnista distinguido de este periódico el doctor Hernán Maestre disertar sobre las bondades del árbol, casi lloro pensando en ellos; no sé cómo decirles a esos defenestradores de la naturaleza, irracionales por lo menos para no ofenderlos y no me vayan a pegar un trompón por ahí desprevenido, que todos los días ante la mirada indiferente de las autoridades masacran, mutilan o incendian los árboles y después llaman a los carromuleros y no a Interaseo para que boten las ramas y hojas en cualquier parte y convierten a la ciudad en un inmenso basurero y la policía como si nada. 

El colmo la despescuezada de un bello árbol en la carrera 12 frente a la casa de las hermanas Gladys y la Negra, nada más porque botaba mucha hoja y ellas ya no estaban para barrer calles. 

Esto tiene que acabarse y de pronto Ernesto tan lleno de buenos propósitos asuma una actitud radical y sin contemplaciones acabe con esta vergüenza que solo se ve en esta ciudad, pues en Barranquilla, sé que es así, para podar un palito se necesita un permiso de la CRA y para tumbarlo tienen que adelantar un proceso de acuerdo con los Decretos 1070 del 96 y 1076 del 2015 en los artículos 55 al 60. Vamos a ver, escoba nueva barre bien.

Quien quiera denunciar a los “arboricidas” pueden hacerlo a mi celular: 315 870 9687, que yo lo transmito a Corpocesar para ver qué hacen.

Otra vaina, hoy es el día de las vainas: que merequetengue, que enredo, que tragedia y que viacrucis tan grande están viviendo los residentes del Novalito con la construcción del alcantarillado pluvial que hace 90 días está parado, están al borde de la locura y desesperación, porque ahí todo se ha vuelto un enredo, la Séptima ahora en un buen trayecto es doble vía y todos los días hay accidentes y pangones de carros, afortunadamente no hay muertos, pero de pronto, de pronto los habrá y la solución para desenredar ese enredo, como le comenté al señor alcalde, es destapar la carrera Octava con calle 7B, pues según concepto de veteranos ingenieros y arquitectos allí residentes, como por ahora no hay plata para continuar, se puede sin ningún peligro transitar vehículos por ahí. Escoba nueva barre bien.

Una tercera vaina, ¿hasta cuándo la Secretaría de Tránsito Municipal va a oír el clamor de los residentes en la carrera Octava en la zona de Novalito?, ¿hasta cuándo haya un muerto?. Es urgente instalar uno o varios reducidores de velocidad entre la carrera 12 y la calle Sexta o de no en cualquier momento Luchito Pimienta, Airleen Pérez, Gloria Armenta y otros residentes tendrán la ingrata sorpresa de ver metido en su cuarto un carro accidentado, eso no ha pasado porque por fortuna están protegidas por árboles, que ojalá no se les ocurra tumbar, porque botan muchas hojas. Escoba nueva barre bien. 

José Manuel Aponte Martínez

Columnista
15 febrero, 2024

Escoba nueva barre bien

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Una vaina, voy a ir a Corpocesar, para que me den los celulares y teléfonos a donde la gente pueda denunciar los atentados que día a día se suceden en la ciudad, nada más porque “me da la gana y el palo es mío”, tumbando árboles frondosos y sanos o pegándoles una feroz machetera cargados […]


Una vaina, voy a ir a Corpocesar, para que me den los celulares y teléfonos a donde la gente pueda denunciar los atentados que día a día se suceden en la ciudad, nada más porque “me da la gana y el palo es mío”, tumbando árboles frondosos y sanos o pegándoles una feroz machetera cargados de flores y frutos biches; ya está bueno dicen con ese “hijueputa palo” que sólo da frutos para que se los roben y hojas que hay que barrer todos los días. Qué horror Dios mío, qué vergüenza y qué ignorancia cuando el árbol es el emblema del reino vegetal y productor de oxígeno, reductor de CO2 y fábrica de agua, es el Rey, es el paraguas, es el aire acondicionado del pobre y cuando oí al famoso ambientalista y columnista distinguido de este periódico el doctor Hernán Maestre disertar sobre las bondades del árbol, casi lloro pensando en ellos; no sé cómo decirles a esos defenestradores de la naturaleza, irracionales por lo menos para no ofenderlos y no me vayan a pegar un trompón por ahí desprevenido, que todos los días ante la mirada indiferente de las autoridades masacran, mutilan o incendian los árboles y después llaman a los carromuleros y no a Interaseo para que boten las ramas y hojas en cualquier parte y convierten a la ciudad en un inmenso basurero y la policía como si nada. 

El colmo la despescuezada de un bello árbol en la carrera 12 frente a la casa de las hermanas Gladys y la Negra, nada más porque botaba mucha hoja y ellas ya no estaban para barrer calles. 

Esto tiene que acabarse y de pronto Ernesto tan lleno de buenos propósitos asuma una actitud radical y sin contemplaciones acabe con esta vergüenza que solo se ve en esta ciudad, pues en Barranquilla, sé que es así, para podar un palito se necesita un permiso de la CRA y para tumbarlo tienen que adelantar un proceso de acuerdo con los Decretos 1070 del 96 y 1076 del 2015 en los artículos 55 al 60. Vamos a ver, escoba nueva barre bien.

Quien quiera denunciar a los “arboricidas” pueden hacerlo a mi celular: 315 870 9687, que yo lo transmito a Corpocesar para ver qué hacen.

Otra vaina, hoy es el día de las vainas: que merequetengue, que enredo, que tragedia y que viacrucis tan grande están viviendo los residentes del Novalito con la construcción del alcantarillado pluvial que hace 90 días está parado, están al borde de la locura y desesperación, porque ahí todo se ha vuelto un enredo, la Séptima ahora en un buen trayecto es doble vía y todos los días hay accidentes y pangones de carros, afortunadamente no hay muertos, pero de pronto, de pronto los habrá y la solución para desenredar ese enredo, como le comenté al señor alcalde, es destapar la carrera Octava con calle 7B, pues según concepto de veteranos ingenieros y arquitectos allí residentes, como por ahora no hay plata para continuar, se puede sin ningún peligro transitar vehículos por ahí. Escoba nueva barre bien.

Una tercera vaina, ¿hasta cuándo la Secretaría de Tránsito Municipal va a oír el clamor de los residentes en la carrera Octava en la zona de Novalito?, ¿hasta cuándo haya un muerto?. Es urgente instalar uno o varios reducidores de velocidad entre la carrera 12 y la calle Sexta o de no en cualquier momento Luchito Pimienta, Airleen Pérez, Gloria Armenta y otros residentes tendrán la ingrata sorpresa de ver metido en su cuarto un carro accidentado, eso no ha pasado porque por fortuna están protegidas por árboles, que ojalá no se les ocurra tumbar, porque botan muchas hojas. Escoba nueva barre bien. 

José Manuel Aponte Martínez