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Columnista - 2 septiembre, 2015

Escándalo en escuela de Valledupar, por pedir plata a padres

Madres y padres de los niños (as) de la Escuela del CDV están molestos y escandalizados porque la presidenta de la Junta de Padres de Familias les reclama el pago de $20 mil a cada uno, para construir un piso en la entrada del plantel educativo. Inclusive, también deben llevar –cada uno- un tablón, para […]

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Madres y padres de los niños (as) de la Escuela del CDV están molestos y escandalizados porque la presidenta de la Junta de Padres de Familias les reclama el pago de $20 mil a cada uno, para construir un piso en la entrada del plantel educativo. Inclusive, también deben llevar –cada uno- un tablón, para la misma obra.

Es decir, que al hacer las cuentas estamos hablando de 4 o 5 millones de pesos.

Los $20 mil deben ser consignados en la cuenta del colegio José Eugenio Martínez, porque el CDV es anexo a dicho plantel, pero todo indica que nadie ha hecho la consignación, alegando que no tienen plata, aunque están de acuerdo en que hay que construir el piso.

Varias madres de familia les confesaron a mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan que todo se planeó de manera inconsulta, desconociendo olímpicamente que todas las familias que tienen sus hijos en el CDV son de estratos 0, 1 y 2, quienes muchas veces no tienen con que darle de comer a sus hijos.

“Conseguir $20 mil es difícil y cuando los tengo enseguida debo abonar algo al recibo de la luz y del agua, que llegan carísimos”, afirmó una de las mamás que habló con mi consejero Tío Nan.

Es increíble que el Rector del “José Eugenio” no haya hecho los trámites ante el mismísimo Alcalde Freddy Socarrás para que dicho funcionario ordene acometer esa obra que –según un maestro de obras del barrio Sabanas- no vale ni un millón de pesos.

“Entonces, para qué recolectar 4 o 5 millones, ¿para quién es el resto?”, pregunta mi consejero Tío Chiro.

Lo otro es que esta pequeña obra debe ser un ejercicio público, que la Alcaldía debe ejecutar sin tanto preámbulo, como estamos seguros mis consejeros periodísticos y yo que seguramente el Alcalde ordenará ejecutar una vez lea esta columna, porque si no es así que se abra la tierra y nos trague a todos por Dios.

Es que ese piso debe hacerse ya, ‘más inmediatamente que pronto´, como solía decir mi cuñado Raúl Barros Moreu, porque los niños (as) y los padres de familias y docentes tienen que hacer periferias y malabares para ingresar al plantel educativo. Además, el lugar está bordeado por basureros que contaminan el sector escolar, que afecta especialmente a los niños de padecer contaminaciones y enfermedades virales.

Si se trata de justicia, uno no entiende como el Gobernador del Cesar contrató por 9.621 millones de pesos una remodelación de lujo alrededor de la Gobernación cuando esa obra no la necesita nadie, mientras que con 10 o 15 milloncitos se puede poner como una tacita de plata la entrada de la escuela del CDV en donde estudian 300 niños (as), entre ellos 65 discapacitados (sordos, invidentes).

Eso sí, por estos días merodean por la escuela los candidatos al Concejo y Alcaldía, buscando votos de los padres y en sus discursos -como lo dice nuestro querido amigo Safady en sus geniales caricaturas- se rasgan las vestiduras ofreciendo pavimentar hasta el Río Cesar. Hasta la próxima semana.

Columnista
2 septiembre, 2015

Escándalo en escuela de Valledupar, por pedir plata a padres

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Madres y padres de los niños (as) de la Escuela del CDV están molestos y escandalizados porque la presidenta de la Junta de Padres de Familias les reclama el pago de $20 mil a cada uno, para construir un piso en la entrada del plantel educativo. Inclusive, también deben llevar –cada uno- un tablón, para […]


Madres y padres de los niños (as) de la Escuela del CDV están molestos y escandalizados porque la presidenta de la Junta de Padres de Familias les reclama el pago de $20 mil a cada uno, para construir un piso en la entrada del plantel educativo. Inclusive, también deben llevar –cada uno- un tablón, para la misma obra.

Es decir, que al hacer las cuentas estamos hablando de 4 o 5 millones de pesos.

Los $20 mil deben ser consignados en la cuenta del colegio José Eugenio Martínez, porque el CDV es anexo a dicho plantel, pero todo indica que nadie ha hecho la consignación, alegando que no tienen plata, aunque están de acuerdo en que hay que construir el piso.

Varias madres de familia les confesaron a mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan que todo se planeó de manera inconsulta, desconociendo olímpicamente que todas las familias que tienen sus hijos en el CDV son de estratos 0, 1 y 2, quienes muchas veces no tienen con que darle de comer a sus hijos.

“Conseguir $20 mil es difícil y cuando los tengo enseguida debo abonar algo al recibo de la luz y del agua, que llegan carísimos”, afirmó una de las mamás que habló con mi consejero Tío Nan.

Es increíble que el Rector del “José Eugenio” no haya hecho los trámites ante el mismísimo Alcalde Freddy Socarrás para que dicho funcionario ordene acometer esa obra que –según un maestro de obras del barrio Sabanas- no vale ni un millón de pesos.

“Entonces, para qué recolectar 4 o 5 millones, ¿para quién es el resto?”, pregunta mi consejero Tío Chiro.

Lo otro es que esta pequeña obra debe ser un ejercicio público, que la Alcaldía debe ejecutar sin tanto preámbulo, como estamos seguros mis consejeros periodísticos y yo que seguramente el Alcalde ordenará ejecutar una vez lea esta columna, porque si no es así que se abra la tierra y nos trague a todos por Dios.

Es que ese piso debe hacerse ya, ‘más inmediatamente que pronto´, como solía decir mi cuñado Raúl Barros Moreu, porque los niños (as) y los padres de familias y docentes tienen que hacer periferias y malabares para ingresar al plantel educativo. Además, el lugar está bordeado por basureros que contaminan el sector escolar, que afecta especialmente a los niños de padecer contaminaciones y enfermedades virales.

Si se trata de justicia, uno no entiende como el Gobernador del Cesar contrató por 9.621 millones de pesos una remodelación de lujo alrededor de la Gobernación cuando esa obra no la necesita nadie, mientras que con 10 o 15 milloncitos se puede poner como una tacita de plata la entrada de la escuela del CDV en donde estudian 300 niños (as), entre ellos 65 discapacitados (sordos, invidentes).

Eso sí, por estos días merodean por la escuela los candidatos al Concejo y Alcaldía, buscando votos de los padres y en sus discursos -como lo dice nuestro querido amigo Safady en sus geniales caricaturas- se rasgan las vestiduras ofreciendo pavimentar hasta el Río Cesar. Hasta la próxima semana.