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Columnista - 23 junio, 2021

Es rescatable el Hospital Rosario Pumarejo de López

No sorprende el estado deplorable del hospital Rosario Pumarejo de López con un pasivo  que bordea los $70 mil millones, un 10 % superior a la cartera. Esa es la cifra que adeuda el centro hospitalario, incluidas acreencias laborales, sueldos al personal médico y administrativo, proveedores, demandas y contingencias judiciales, pero  al hospital le deben […]

No sorprende el estado deplorable del hospital Rosario Pumarejo de López con un pasivo  que bordea los $70 mil millones, un 10 % superior a la cartera.

Esa es la cifra que adeuda el centro hospitalario, incluidas acreencias laborales, sueldos al personal médico y administrativo, proveedores, demandas y contingencias judiciales, pero  al hospital le deben una suma cercana a ese monto, según cifras del presidente de la Asociación de Ginecología y Obstetricia del Cesar, Julio Julio Peralta.

El recaudo por la facturación de servicios languidece, porque ¿cómo compite con las IPS privadas hechas a la medida de la Ley 100? Esto sumado a la abultada deuda de las EPS, que son las que registran mayores obligaciones económicas con el Rosario Pumarejo, muchas de ellas ya liquidadas, puntualizan indagaciones preliminares.

Es pelea de mico con chirimoya ‘amarrá’, proceso que derivó en el marchitamiento de lo público, devorado además por la corrupción, para al final tener un hospital inviable y moribundo, conforme ocurrió con el Idreec. 

Hay normas que aparentemente hacen competitivos a estos hospitales, pero llevándolas a la realidad son letra muerta, y donde se saca y no se echa se acaba la cosecha. 

Un barril sin fondo ha sido sempiternamente nuestro hospital. Tobillo que se hincha, sepultura que relincha, porque el gran negocio lo hacen las EPS, en poder de las élites.

Pero igual surgen opiniones que muestran el reflejo vivo de lo que es Colombia: corrupción, sumado a un manejo inadecuado del hospital, por lo que sugieren un acuerdo de voluntades entre Presidencia de la República, Gobernación del Cesar y Gerencia Hospitalaria.

Es rescatable el hospital Rosario Pumarejo de López porque el pasivo no desborda la cartera, se levantan voces para reiterarlo, pero con la advertencia de un acuerdo tripartito. A eso viene a Valledupar el presidente del Colegio Médico Colombiano, Stevenson Marulanda Plata, para salvar la entidad de primer nivel y referente de la salud en el Cesar, La Guajira, Magdalena y sur de Bolívar.

Se analiza como otro lastre a manera de denuncia pública que haya negociados de la justicia sobre los diferentes embargos que también desangran al hospital, una especie de cartel de la Toga replicada a nivel regional.

Columnista
23 junio, 2021

Es rescatable el Hospital Rosario Pumarejo de López

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Aroca Yepez

No sorprende el estado deplorable del hospital Rosario Pumarejo de López con un pasivo  que bordea los $70 mil millones, un 10 % superior a la cartera. Esa es la cifra que adeuda el centro hospitalario, incluidas acreencias laborales, sueldos al personal médico y administrativo, proveedores, demandas y contingencias judiciales, pero  al hospital le deben […]


No sorprende el estado deplorable del hospital Rosario Pumarejo de López con un pasivo  que bordea los $70 mil millones, un 10 % superior a la cartera.

Esa es la cifra que adeuda el centro hospitalario, incluidas acreencias laborales, sueldos al personal médico y administrativo, proveedores, demandas y contingencias judiciales, pero  al hospital le deben una suma cercana a ese monto, según cifras del presidente de la Asociación de Ginecología y Obstetricia del Cesar, Julio Julio Peralta.

El recaudo por la facturación de servicios languidece, porque ¿cómo compite con las IPS privadas hechas a la medida de la Ley 100? Esto sumado a la abultada deuda de las EPS, que son las que registran mayores obligaciones económicas con el Rosario Pumarejo, muchas de ellas ya liquidadas, puntualizan indagaciones preliminares.

Es pelea de mico con chirimoya ‘amarrá’, proceso que derivó en el marchitamiento de lo público, devorado además por la corrupción, para al final tener un hospital inviable y moribundo, conforme ocurrió con el Idreec. 

Hay normas que aparentemente hacen competitivos a estos hospitales, pero llevándolas a la realidad son letra muerta, y donde se saca y no se echa se acaba la cosecha. 

Un barril sin fondo ha sido sempiternamente nuestro hospital. Tobillo que se hincha, sepultura que relincha, porque el gran negocio lo hacen las EPS, en poder de las élites.

Pero igual surgen opiniones que muestran el reflejo vivo de lo que es Colombia: corrupción, sumado a un manejo inadecuado del hospital, por lo que sugieren un acuerdo de voluntades entre Presidencia de la República, Gobernación del Cesar y Gerencia Hospitalaria.

Es rescatable el hospital Rosario Pumarejo de López porque el pasivo no desborda la cartera, se levantan voces para reiterarlo, pero con la advertencia de un acuerdo tripartito. A eso viene a Valledupar el presidente del Colegio Médico Colombiano, Stevenson Marulanda Plata, para salvar la entidad de primer nivel y referente de la salud en el Cesar, La Guajira, Magdalena y sur de Bolívar.

Se analiza como otro lastre a manera de denuncia pública que haya negociados de la justicia sobre los diferentes embargos que también desangran al hospital, una especie de cartel de la Toga replicada a nivel regional.