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Columnista - 27 agosto, 2022

¿Es osado un tranvía para Valledupar? 

La preocupación por el transporte y movilidad amigable con el medio ambiente es tendencia.

Los sistemas de tranvía datan de finales del siglo XIX y principios del XX, muchos fueron cerrados a mediados del siglo XX debido a la aparición y apogeo de los automóviles (incluido el autobús). En la actualidad en las ciudades de todo el mundo se viene trabajando en la implementación de entornos más limpios y saludables, los métodos alternativos de transporte se han convertido en un tema candente, debido a las emisiones generadas por la quema de combustibles fósiles y el aumento de la población que ejerce presión en las ciudades y sus redes de transporte.  

La preocupación por el transporte y movilidad amigable con el medio ambiente es una tendencia creciente que incluye la experiencia China y japonesa con la tecnología maglev (transporte de levitación magnética), los trenes movidos con energía solar y el reciente estreno en Alemania del primer tren de hidrógeno, promovido por Alstom, líder mundial en movilidad inteligente y sostenible. La movilidad libre de emisiones es una necesidad mundial, que comparte escenario con el desuso del petróleo y el desincentivo del uso del carro.  Las noticias permanentes sobre los asuntos ambientales y energéticos desembocan en la transición energética, también conocida como descarbonizacion. 

Mientras en el mundo se desarrolla una conversación fluida sobre la actuación del sector transporte en el calentamiento global debido a la responsabilidad del 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y el estreno de sistemas de transporte movidos por energía no convencional, en el SIVA (Sistema Integrado de Transporte de Valledupar), ronda la incertidumbre con anuncios embusteros y promesas incumplidas. No hay duda, todo indica que no analizan el entorno o simplemente, no les interesa hacerlo.  

Un amigo decía ante situaciones recurrentes: “estás escuchando el taconeo y me preguntas donde es la fiesta” Asi están los políticos y dirigentes de Valledupar, ante el ruido de la transición energética, las preocupaciones por la movilidad amigable, el ocasional anuncio de impacto fiscal por el subsidio a la gasolina, y, el inminente desuso de los combustibles fósiles. 

Cuando fue anunciado el Sistema Estratégico de Transporte Público, lo asumí como el proyecto de mayor envergadura de los últimos 30 años en Valledupar. Sin embargo, no se sabe mucho sobre su implementación, ni de sus metas, ha quedado en anuncios como si se tratara de un hecho informativo y no de un problema sensible para los vallenatos. 

En varias columnas he sido insistente en la preocupación del tantas veces aplazado sistema de transporte, asimismo, con sustento en la revisión del contexto, en especial, las variables en materia ambiental, movilidad y transporte, he osado en proponer un Tranvía para Valledupar, movido por energía solar. Esa osadía no es descabellada, varios vallenatos entre ellos Sergio Araujo Castro, creen en esa posibilidad. 

La preocupación climática es una realidad, el mundo desarrollado con China a la cabeza, transita en la investigación de nuevas formas de hacer eficientes las energías no convencionales, para enfrentar la era del mundo sin combustibles fósiles, que no será abrupta, sino gradualmente. 

El gobierno del presidente Gustavo Petro cree en la transición energética y en la diversificación de la matriz energética del país, razón favorable para considerar la implementación de un tranvía para Valledupar, con base en el diseño de una estructura y análisis de costos y con una lista de socios interesados en financiar el proyecto. Valledupar, tiene el recurso, el nivel de radiación solar en la ciudad oscila entre 6 y 8.3 horas/día, mediante ese aprovechamiento se puede solucionar el problema del transporte público y podría, incluso prestarse como infraestructura para el turismo y como elemento disuasivo para neutralizar el juicio cultural del carro como vehículo de posicionamiento social.

Columnista
27 agosto, 2022

¿Es osado un tranvía para Valledupar? 

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

La preocupación por el transporte y movilidad amigable con el medio ambiente es tendencia.


Los sistemas de tranvía datan de finales del siglo XIX y principios del XX, muchos fueron cerrados a mediados del siglo XX debido a la aparición y apogeo de los automóviles (incluido el autobús). En la actualidad en las ciudades de todo el mundo se viene trabajando en la implementación de entornos más limpios y saludables, los métodos alternativos de transporte se han convertido en un tema candente, debido a las emisiones generadas por la quema de combustibles fósiles y el aumento de la población que ejerce presión en las ciudades y sus redes de transporte.  

La preocupación por el transporte y movilidad amigable con el medio ambiente es una tendencia creciente que incluye la experiencia China y japonesa con la tecnología maglev (transporte de levitación magnética), los trenes movidos con energía solar y el reciente estreno en Alemania del primer tren de hidrógeno, promovido por Alstom, líder mundial en movilidad inteligente y sostenible. La movilidad libre de emisiones es una necesidad mundial, que comparte escenario con el desuso del petróleo y el desincentivo del uso del carro.  Las noticias permanentes sobre los asuntos ambientales y energéticos desembocan en la transición energética, también conocida como descarbonizacion. 

Mientras en el mundo se desarrolla una conversación fluida sobre la actuación del sector transporte en el calentamiento global debido a la responsabilidad del 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y el estreno de sistemas de transporte movidos por energía no convencional, en el SIVA (Sistema Integrado de Transporte de Valledupar), ronda la incertidumbre con anuncios embusteros y promesas incumplidas. No hay duda, todo indica que no analizan el entorno o simplemente, no les interesa hacerlo.  

Un amigo decía ante situaciones recurrentes: “estás escuchando el taconeo y me preguntas donde es la fiesta” Asi están los políticos y dirigentes de Valledupar, ante el ruido de la transición energética, las preocupaciones por la movilidad amigable, el ocasional anuncio de impacto fiscal por el subsidio a la gasolina, y, el inminente desuso de los combustibles fósiles. 

Cuando fue anunciado el Sistema Estratégico de Transporte Público, lo asumí como el proyecto de mayor envergadura de los últimos 30 años en Valledupar. Sin embargo, no se sabe mucho sobre su implementación, ni de sus metas, ha quedado en anuncios como si se tratara de un hecho informativo y no de un problema sensible para los vallenatos. 

En varias columnas he sido insistente en la preocupación del tantas veces aplazado sistema de transporte, asimismo, con sustento en la revisión del contexto, en especial, las variables en materia ambiental, movilidad y transporte, he osado en proponer un Tranvía para Valledupar, movido por energía solar. Esa osadía no es descabellada, varios vallenatos entre ellos Sergio Araujo Castro, creen en esa posibilidad. 

La preocupación climática es una realidad, el mundo desarrollado con China a la cabeza, transita en la investigación de nuevas formas de hacer eficientes las energías no convencionales, para enfrentar la era del mundo sin combustibles fósiles, que no será abrupta, sino gradualmente. 

El gobierno del presidente Gustavo Petro cree en la transición energética y en la diversificación de la matriz energética del país, razón favorable para considerar la implementación de un tranvía para Valledupar, con base en el diseño de una estructura y análisis de costos y con una lista de socios interesados en financiar el proyecto. Valledupar, tiene el recurso, el nivel de radiación solar en la ciudad oscila entre 6 y 8.3 horas/día, mediante ese aprovechamiento se puede solucionar el problema del transporte público y podría, incluso prestarse como infraestructura para el turismo y como elemento disuasivo para neutralizar el juicio cultural del carro como vehículo de posicionamiento social.