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Columnista - 23 enero, 2019

Es muy importante el optimismo

Entremos al nuevo año con mucho optimismo. Compartamos, no idealicemos. ¿Por qué desesperarnos?… generalmente las cosas no se dan como usted piensa que deben ser. Es muy importante el optimismo pero si nos apartamos de la realidad creyendo, mágicamente, que todo lo que planeamos o esperamos se debe producir cuando creemos que es el momento, estaremos abocados a muchas frustraciones. Siempre que emprendemos un camino, sólo soñamos con llegar a la meta.

Entremos al nuevo año con mucho optimismo. Compartamos, no idealicemos. ¿Por qué desesperarnos?… generalmente las cosas no se dan como usted piensa que deben ser. Es muy importante el optimismo pero si nos apartamos de la realidad creyendo, mágicamente, que todo lo que planeamos o esperamos se debe producir cuando creemos que es el momento, estaremos abocados a muchas frustraciones. Siempre que emprendemos un camino, sólo soñamos con llegar a la meta.

Sin embargo, no tenemos en cuenta que esa aventura de vida nos tiene deparadas muchas sorpresas determinadas por circunstancias impredecibles, sorpresivas, imaginables… un error frecuente en las relaciones interpersonales lo constituye la tendencia a idealizar al otro e incluso a la misma relación. ¡Qué peligro!… las personas estamos llenas de sorpresas y los procesos se presentan inundados de elementos condicionados por situaciones que van demostrando realmente quien es quien… por eso las promesas no tienen siempre honestidad, ni las ilusiones tienen realidad, ni los sueños, por esos, por los que a veces tanto se entrega, vale la pena… ntes de emprender una tarea, es preciso soñarla.

Antes de decidir emplear, en la realidad un esfuerzo y un compromiso es necesario situarse con sentimientos lógicos para no llevarse sorpresas que con frecuencia dejan marcas muy dolorosas. Soñar y luchar es un dúo que llena la vida del sentido, pero antes es importante conocer con quién se camina, para dónde vamos, qué deseamos y qué tanto nos dejamos llevar del corazón que todo lo perdona.

No se desespere si no se dan las cosas. Retome su control y corrija… Quizás no valía la pena.
Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: ¿Sobran los personajes del año? Si hay una costumbre que debería dejarse ya de lado es la que proviene de los medios de estar eligiendo el “personaje del año”. Hay casos justificados, como el reconocimiento a nuestra Policía y soldados que voluntariamente enfrentan a la delincuencia y al terrorismo. De reconocimientos en nuestra Valledupar ha habido de todos los pelambres.

Tratándose de “personas” casi siempre son los mismos, pues en la gran mayoría de los casos están asociados al uso o abuso del poder. En muchos casos han aparecido personajes extravagantes. Se escoge por malo o por bueno. Pero ahora ante la avalancha de candidatos o autocandidatos, ha surgido la tendencia de elegir “personajes del año”, en distintas áreas: Así tenemos al deportista, empresario, mesero, al gay, al adulador o lagarto, al ministro, al gobernador, alcalde, diputado, concejal, al periodista, al ladrón, al secuestrado, al sacerdote, a la reina, estilista, abogado y hasta la cola del año, con o sin intervención quirúrgica. Estas listas tienen fatales efectos cardiacos por las lesiones que la envidia genera en quienes aspirando estar en ellas fueron borrados, desconocidos y pretermitidos. Por eso este año comience a dar el ejemplo y no dar nombre de personaje alguno.

Postdata: Hoy hemos vuelto a llorar a nuestros muertos. La noticia del atentado contra los cadetes de la Policía Nacional nos duele. ¿Cuánto tiempo más vamos a tener que llorar? Pueblo colombiano ¡despierta! A mí sí me duele volver a vivir la violencia de este país. Por eso rechazo el terrorismo. Rodeemos a nuestra Policía en estos momentos, por favor.

Columnista
23 enero, 2019

Es muy importante el optimismo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Entremos al nuevo año con mucho optimismo. Compartamos, no idealicemos. ¿Por qué desesperarnos?… generalmente las cosas no se dan como usted piensa que deben ser. Es muy importante el optimismo pero si nos apartamos de la realidad creyendo, mágicamente, que todo lo que planeamos o esperamos se debe producir cuando creemos que es el momento, estaremos abocados a muchas frustraciones. Siempre que emprendemos un camino, sólo soñamos con llegar a la meta.


Entremos al nuevo año con mucho optimismo. Compartamos, no idealicemos. ¿Por qué desesperarnos?… generalmente las cosas no se dan como usted piensa que deben ser. Es muy importante el optimismo pero si nos apartamos de la realidad creyendo, mágicamente, que todo lo que planeamos o esperamos se debe producir cuando creemos que es el momento, estaremos abocados a muchas frustraciones. Siempre que emprendemos un camino, sólo soñamos con llegar a la meta.

Sin embargo, no tenemos en cuenta que esa aventura de vida nos tiene deparadas muchas sorpresas determinadas por circunstancias impredecibles, sorpresivas, imaginables… un error frecuente en las relaciones interpersonales lo constituye la tendencia a idealizar al otro e incluso a la misma relación. ¡Qué peligro!… las personas estamos llenas de sorpresas y los procesos se presentan inundados de elementos condicionados por situaciones que van demostrando realmente quien es quien… por eso las promesas no tienen siempre honestidad, ni las ilusiones tienen realidad, ni los sueños, por esos, por los que a veces tanto se entrega, vale la pena… ntes de emprender una tarea, es preciso soñarla.

Antes de decidir emplear, en la realidad un esfuerzo y un compromiso es necesario situarse con sentimientos lógicos para no llevarse sorpresas que con frecuencia dejan marcas muy dolorosas. Soñar y luchar es un dúo que llena la vida del sentido, pero antes es importante conocer con quién se camina, para dónde vamos, qué deseamos y qué tanto nos dejamos llevar del corazón que todo lo perdona.

No se desespere si no se dan las cosas. Retome su control y corrija… Quizás no valía la pena.
Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: ¿Sobran los personajes del año? Si hay una costumbre que debería dejarse ya de lado es la que proviene de los medios de estar eligiendo el “personaje del año”. Hay casos justificados, como el reconocimiento a nuestra Policía y soldados que voluntariamente enfrentan a la delincuencia y al terrorismo. De reconocimientos en nuestra Valledupar ha habido de todos los pelambres.

Tratándose de “personas” casi siempre son los mismos, pues en la gran mayoría de los casos están asociados al uso o abuso del poder. En muchos casos han aparecido personajes extravagantes. Se escoge por malo o por bueno. Pero ahora ante la avalancha de candidatos o autocandidatos, ha surgido la tendencia de elegir “personajes del año”, en distintas áreas: Así tenemos al deportista, empresario, mesero, al gay, al adulador o lagarto, al ministro, al gobernador, alcalde, diputado, concejal, al periodista, al ladrón, al secuestrado, al sacerdote, a la reina, estilista, abogado y hasta la cola del año, con o sin intervención quirúrgica. Estas listas tienen fatales efectos cardiacos por las lesiones que la envidia genera en quienes aspirando estar en ellas fueron borrados, desconocidos y pretermitidos. Por eso este año comience a dar el ejemplo y no dar nombre de personaje alguno.

Postdata: Hoy hemos vuelto a llorar a nuestros muertos. La noticia del atentado contra los cadetes de la Policía Nacional nos duele. ¿Cuánto tiempo más vamos a tener que llorar? Pueblo colombiano ¡despierta! A mí sí me duele volver a vivir la violencia de este país. Por eso rechazo el terrorismo. Rodeemos a nuestra Policía en estos momentos, por favor.