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Columnista - 12 abril, 2020

Es mejor a las buenas

El Gerald Ford, el barco de guerra más grande del mundo de EE UU vale la bicoca de 12 mil millones de dólares y tiene 12 más, que baratos pueden costar 60 mil para un total de 72 mil millones de dólares. Solamente en esos cayucos el gigante norteamericano tiene por lo menos 288 billones […]

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El Gerald Ford, el barco de guerra más grande del mundo de EE UU vale la bicoca de 12 mil millones de dólares y tiene 12 más, que baratos pueden costar 60 mil para un total de 72 mil millones de dólares. Solamente en esos cayucos el gigante norteamericano tiene por lo menos 288 billones de devaluados pesitos colombianos, creo que la suma es mayor a nuestro presupuesto nacional, que lo convierte en el país más poderoso y mejor armado para la guerra, pero ya la China, la poderosa nación, que Napoleón hace 220 años advirtió que cuando despertara se haría respetar, se prepara para dentro de 10 años, ya, superar la jerarquía gringa y qué no harán los monitos para no dejarse encaramar en la guerra que se han inventado con los chinitos. ¿Cuál guerra? La que va provocar con sus amenazas a Maduro Donald Trump.

Eso no pasa de ahí, de bravocunadas, Venezuela tiene socios que deben  defender los intereses que tienen en ese país, Rusia, China y otras potencias, entre otros, para permitir que todo quede en manos de los hijos del Tío Sam y ante la propuesta de la mediación, será pendejo Maduro para entregar el poder y después inerme, pa la guandoca, ese no sale de ahí sino derrocado por su propio pueblo, con golpe militar que de eso sí saben ellos y por último como lo ha dicho él: muerto, boca arriba en las 4 tablas.

Iniciar una tercera guerra mundial sería lo más insensato y cruel que le pudiera pasar a la humanidad y apareció un bicho raro que no tiene vida y no se sabe si lo hizo el hombre o lo mandó Dios para obligar a las mujeres jóvenes a que paran, pues la gran mayoría no contemplan esta opción para reemplazar a la vejamenta que se multiplica y que la bestia cruel se llevara por delante, pero que se están cuidando encerrados y las víctimas están siendo los jóvenes que se creen los súper putas que dan papaya.

Ante esta tragedia que tiene a los dos colosos, y al resto del mundo, doblegados, arrodillados,  humillados e impotentes  qué pasará. Tendrán que convertir toda esa gran fuerza aérea, marítima, submarina y terrestre con todos sus equipos en hospitales, dispensadores de drogas y alimentos, en modernas clínicas con respiradores ‘pa echá pa’ arriba y como acertadamente lo viene haciendo un país del tercer mundo como Colombia, destinar buena parte de sus tri o tetra millones para darle la mano a los sedientos y hambrientos africanos y latinoamericanos para tratar de convertirse en líderes mundiales, no a través de la guerra sino de la paz y la fraternidad, haciendo el bien y nunca el mal.

Qué bueno sería que EE UU no tuviera enemigos y mañana resolvieran hacer de Cuba, con su aceptación, el lugar idílico que antes fue, o de Venezuela, si ellos quisieran, la poderosa nación que no hace poco se hacía respetar ante el mundo llena de bolos muy fuertes. Qué grato sería que el mundo fuera una sola hermandad, con países muy ricos ayudando a sus hermanos que estén llevados, eso se hace, repito, no con la guerra sino con la paz.

Columnista
12 abril, 2020

Es mejor a las buenas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

El Gerald Ford, el barco de guerra más grande del mundo de EE UU vale la bicoca de 12 mil millones de dólares y tiene 12 más, que baratos pueden costar 60 mil para un total de 72 mil millones de dólares. Solamente en esos cayucos el gigante norteamericano tiene por lo menos 288 billones […]


El Gerald Ford, el barco de guerra más grande del mundo de EE UU vale la bicoca de 12 mil millones de dólares y tiene 12 más, que baratos pueden costar 60 mil para un total de 72 mil millones de dólares. Solamente en esos cayucos el gigante norteamericano tiene por lo menos 288 billones de devaluados pesitos colombianos, creo que la suma es mayor a nuestro presupuesto nacional, que lo convierte en el país más poderoso y mejor armado para la guerra, pero ya la China, la poderosa nación, que Napoleón hace 220 años advirtió que cuando despertara se haría respetar, se prepara para dentro de 10 años, ya, superar la jerarquía gringa y qué no harán los monitos para no dejarse encaramar en la guerra que se han inventado con los chinitos. ¿Cuál guerra? La que va provocar con sus amenazas a Maduro Donald Trump.

Eso no pasa de ahí, de bravocunadas, Venezuela tiene socios que deben  defender los intereses que tienen en ese país, Rusia, China y otras potencias, entre otros, para permitir que todo quede en manos de los hijos del Tío Sam y ante la propuesta de la mediación, será pendejo Maduro para entregar el poder y después inerme, pa la guandoca, ese no sale de ahí sino derrocado por su propio pueblo, con golpe militar que de eso sí saben ellos y por último como lo ha dicho él: muerto, boca arriba en las 4 tablas.

Iniciar una tercera guerra mundial sería lo más insensato y cruel que le pudiera pasar a la humanidad y apareció un bicho raro que no tiene vida y no se sabe si lo hizo el hombre o lo mandó Dios para obligar a las mujeres jóvenes a que paran, pues la gran mayoría no contemplan esta opción para reemplazar a la vejamenta que se multiplica y que la bestia cruel se llevara por delante, pero que se están cuidando encerrados y las víctimas están siendo los jóvenes que se creen los súper putas que dan papaya.

Ante esta tragedia que tiene a los dos colosos, y al resto del mundo, doblegados, arrodillados,  humillados e impotentes  qué pasará. Tendrán que convertir toda esa gran fuerza aérea, marítima, submarina y terrestre con todos sus equipos en hospitales, dispensadores de drogas y alimentos, en modernas clínicas con respiradores ‘pa echá pa’ arriba y como acertadamente lo viene haciendo un país del tercer mundo como Colombia, destinar buena parte de sus tri o tetra millones para darle la mano a los sedientos y hambrientos africanos y latinoamericanos para tratar de convertirse en líderes mundiales, no a través de la guerra sino de la paz y la fraternidad, haciendo el bien y nunca el mal.

Qué bueno sería que EE UU no tuviera enemigos y mañana resolvieran hacer de Cuba, con su aceptación, el lugar idílico que antes fue, o de Venezuela, si ellos quisieran, la poderosa nación que no hace poco se hacía respetar ante el mundo llena de bolos muy fuertes. Qué grato sería que el mundo fuera una sola hermandad, con países muy ricos ayudando a sus hermanos que estén llevados, eso se hace, repito, no con la guerra sino con la paz.