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Columnista - 6 diciembre, 2021

Entre compadres del vallenato

Estuve con mis compadres hablando de los últimos albores de lo que fue mi homenaje. Había regocijo entre ellos, la satisfacción y tranquilidad que da el haber salido todo mejor de lo que se esperaba, solo la enfermedad de ‘Tavo’ nos puso en aprieto, pero gracias a Dios el poeta de Paisaje de sol ya […]

Estuve con mis compadres hablando de los últimos albores de lo que fue mi homenaje. Había regocijo entre ellos, la satisfacción y tranquilidad que da el haber salido todo mejor de lo que se esperaba, solo la enfermedad de ‘Tavo’ nos puso en aprieto, pero gracias a Dios el poeta de Paisaje de sol ya está otra vez disfrutando de su refugio hogareño. Solo espero que esté totalmente recuperado para ir a visitarlo.

Uno de mis compadres me preguntó: “Compadre Chendo, ¿cómo ve usted el trabajo del hijo del cerro pintao?”. No me corcha,  de inmediato sé que se refiere a Poncho Zuleta, repuesta inmediata: los villanueveros estamos felices; porque una vez más Poncho demuestra que es un cantante capaz de interpretar lo que se le venga en gana, más bien estamos ansiosos que grabe el CD de ranchera, y ojalá se vaya para México y lo grabe directamente con el tradicional mariachi Garibaldi, o al menos con el mariachi bogotano que acompañó al ‘Cacique’, Jorge Celedón y a Martin Elías. “Compadre Chendo, pero que no deje de grabar vallenato”. De inmediato le canté: “Se me ocurre pensar que si algún día yo dejo de cantar como ahora canto, seguiré componiendo mis canciones para no retirarme de este arte”.

Después de esto lo que viene es vallenato, ventiao del puro y sabroso; ese es más auténtico que el arroz con fideo, queso rallao por encima y un dominico asao en parrilla y carbón. “Compadre Chendo, pero dele una canción”. “Compadre, cállese, no haga mucha bulla que se nos espanta el venao”, refuté. 

“Compadre Chendo no comprendo por qué de un momento a otro el vallenato  se aflojó”. Sostuve: “Muy simple, compadre, la piratería convirtió a la música en negocio de andén y las compañías discográficas dejaron de pagar gruesas sumas de dinero por grabaciones y muchos artistas en ese trance perdieron el impulso”.

Los villanueveros hicimos el día 3 de diciembre un evento que se llama: Primera feria de Expocanciones. Para el año entrante se llamara simplemente Expocanciones. En dicho evento los compositores cantarán sus canciones inéditas y los artistas tendrán oportunidad de escuchar y elegir repertorio. Se entregará la medalla ‘Poncho Cotes Junior’, y la medalla ‘Cerro pintao’. Obviamente es un evento de emprendimiento dentro de la economía naranja. 

El evento no es abierto al público, es solo para los compositores villanueveros y algunos invitados especiales. Lo hacemos para perfeccionar y el año entrante hacerlo abierto al público.

Columnista
6 diciembre, 2021

Entre compadres del vallenato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Rosendo Romero Ospino

Estuve con mis compadres hablando de los últimos albores de lo que fue mi homenaje. Había regocijo entre ellos, la satisfacción y tranquilidad que da el haber salido todo mejor de lo que se esperaba, solo la enfermedad de ‘Tavo’ nos puso en aprieto, pero gracias a Dios el poeta de Paisaje de sol ya […]


Estuve con mis compadres hablando de los últimos albores de lo que fue mi homenaje. Había regocijo entre ellos, la satisfacción y tranquilidad que da el haber salido todo mejor de lo que se esperaba, solo la enfermedad de ‘Tavo’ nos puso en aprieto, pero gracias a Dios el poeta de Paisaje de sol ya está otra vez disfrutando de su refugio hogareño. Solo espero que esté totalmente recuperado para ir a visitarlo.

Uno de mis compadres me preguntó: “Compadre Chendo, ¿cómo ve usted el trabajo del hijo del cerro pintao?”. No me corcha,  de inmediato sé que se refiere a Poncho Zuleta, repuesta inmediata: los villanueveros estamos felices; porque una vez más Poncho demuestra que es un cantante capaz de interpretar lo que se le venga en gana, más bien estamos ansiosos que grabe el CD de ranchera, y ojalá se vaya para México y lo grabe directamente con el tradicional mariachi Garibaldi, o al menos con el mariachi bogotano que acompañó al ‘Cacique’, Jorge Celedón y a Martin Elías. “Compadre Chendo, pero que no deje de grabar vallenato”. De inmediato le canté: “Se me ocurre pensar que si algún día yo dejo de cantar como ahora canto, seguiré componiendo mis canciones para no retirarme de este arte”.

Después de esto lo que viene es vallenato, ventiao del puro y sabroso; ese es más auténtico que el arroz con fideo, queso rallao por encima y un dominico asao en parrilla y carbón. “Compadre Chendo, pero dele una canción”. “Compadre, cállese, no haga mucha bulla que se nos espanta el venao”, refuté. 

“Compadre Chendo no comprendo por qué de un momento a otro el vallenato  se aflojó”. Sostuve: “Muy simple, compadre, la piratería convirtió a la música en negocio de andén y las compañías discográficas dejaron de pagar gruesas sumas de dinero por grabaciones y muchos artistas en ese trance perdieron el impulso”.

Los villanueveros hicimos el día 3 de diciembre un evento que se llama: Primera feria de Expocanciones. Para el año entrante se llamara simplemente Expocanciones. En dicho evento los compositores cantarán sus canciones inéditas y los artistas tendrán oportunidad de escuchar y elegir repertorio. Se entregará la medalla ‘Poncho Cotes Junior’, y la medalla ‘Cerro pintao’. Obviamente es un evento de emprendimiento dentro de la economía naranja. 

El evento no es abierto al público, es solo para los compositores villanueveros y algunos invitados especiales. Lo hacemos para perfeccionar y el año entrante hacerlo abierto al público.