Y ADEMAS Por: ALBERTO HERAZO PALMERA Entramos al mes que tiene singular importancia por su aspecto religioso, romántico, tradicional, aunque infortunadamente costoso. Diciembre predispone a la bondad y al cariño, a recordar a aquellos seres queridos que se han ido (como olvidar a mi inolvidable madre Letty Palmera a mis buenas tías, Dominga y Susana, […]
Y ADEMAS
Por: ALBERTO HERAZO PALMERA
Entramos al mes que tiene singular importancia por su aspecto religioso, romántico, tradicional, aunque infortunadamente costoso. Diciembre predispone a la bondad y al cariño, a recordar a aquellos seres queridos que se han ido (como olvidar a mi inolvidable madre Letty Palmera a mis buenas tías, Dominga y Susana, y a mi tío Ovidio Palmera. A mi suegra Icha Daza ) cuyas huellas y afectos se renuevan en los días navideños y fin de año.
Preparémonos a llenarnos de una tranquilidad y una generosidad necesaria dentro de una costumbre no siempre grata por el aspecto económico que representa y por las angustias de las compras de los famoso regalos. Hay que procurar la austeridad y – a la vez- recordar a aquellos cientos de niños de escasos recursos económicos, que no pueden tener el goce del que mucho de nosotros disfrutamos.
La navidad se ha convertido en días de jolgorio y fiesta. Pero ello no obsta para revivir el espíritu cristiano y pensar en el Niño Jesús, a los Pastores, a la estrella que condujo a representantes de todas las razas a lugar donde un Niño Dios comenzaba su vida terrenal, para alcanzar la magnificencia de un ser Todo Poderoso, encargado de redimir al hombre del pecado y llevarlo por el sendero del amor, hacia esa morada prometida donde todos lo que sigan su enseñanzas puedan encontrar la completa felicidad.
La navidad es un momento de reflexión y de reencuentro en el que generalmente hacemos un balance del año, en el que nos planteamos algunos cambios y en que deseamos a nuestros amigos, a nuestros gobernantes y a nuestro prójimo lo mejor para su vida.
En nuestro departamento y en especial en nuestro Valledupar querido, hay mucho en que pensar y muchos deseos por pedir. Al gobernador Cristian Moreno y a nuestro alcalde Luis Fabián Fernández, mis buenos amigos, espero que Dios les de fuerzas suficientes para que continúen con su vocación de “Trabajar, trabajar y trabajar”… pero igualmente aspiro que les de mucha reflexión, mucha paciencia y mucha tolerancia.
Una cosa clara de la actividad política es la critica que parte de la base de que uno no le gusta por igual a todo mundo; tanto el uno, como el otro tienen sus críticos gratuitos, por su puesto que vendrán días difíciles (campañas políticas), para lo que es importante que se preparen.
Otro consejo, que se cuiden de algunos funcionarios que no han querido dar la talla o a ir al ritmo de ellos y recordarles que el éxito de toda administración radica básicamente entre otras cosas: En las buenas relaciones con el gobierno nacional, con la Asamblea Departamental y el Concejo Municipal, y un buen equipo de gobierno depende de cómo se maneje esto, la administración será blanco de reconocimientos o criticas. Igual pido, aunque es un poco difícil pedir por unos (algunos) diputados y concejales que sean transparentes (muchos de ellos están cuestionados) serios y comprometidos con su trabajo. Clamo, por una oposición seria y constructiva, sin ofensas ni petulancia. Pido se continúe trabajando por la seguridad y se abran los frentes de algunos trabajos y al señor alcalde siga mis orientaciones y recomendaciones.
Quiero destacar que la actividad política prácticamente entrará en receso por espacio de varias semanas, es decir hasta los primeros días de enero cuando se reiniciará con más fuerza que antes, la campaña electoral, para gobernador, alcalde, diputados y concejales. Hasta ahora solo uno ha abierto sede, pues los otros no lo han hecho por miedo a la avalancha que se les viene de los electores pidiendo para la compra de útiles escolares y bien hace por que eso cuesta. La mayoría de los candidatos se quedarán en sus casas pidiéndole al Niño Dios que los ayude.
A mis lectores y amigos y a los que no; desearle una navidad tranquila, amable, símbolo de amor y fe. Para todos la paz, generosidad, fraternidad, esperanza, en la seguridad de que regresando al espíritu cristiano, Colombia y el Cesar serán otra vez el próximo futuro, la Nación y el Departamento del cual todos nosotros nos podíamos sentir justamente orgullosos. Por eso, celebremos bien lo que falta de diciembre.
Y ADEMAS Por: ALBERTO HERAZO PALMERA Entramos al mes que tiene singular importancia por su aspecto religioso, romántico, tradicional, aunque infortunadamente costoso. Diciembre predispone a la bondad y al cariño, a recordar a aquellos seres queridos que se han ido (como olvidar a mi inolvidable madre Letty Palmera a mis buenas tías, Dominga y Susana, […]
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Por: ALBERTO HERAZO PALMERA
Entramos al mes que tiene singular importancia por su aspecto religioso, romántico, tradicional, aunque infortunadamente costoso. Diciembre predispone a la bondad y al cariño, a recordar a aquellos seres queridos que se han ido (como olvidar a mi inolvidable madre Letty Palmera a mis buenas tías, Dominga y Susana, y a mi tío Ovidio Palmera. A mi suegra Icha Daza ) cuyas huellas y afectos se renuevan en los días navideños y fin de año.
Preparémonos a llenarnos de una tranquilidad y una generosidad necesaria dentro de una costumbre no siempre grata por el aspecto económico que representa y por las angustias de las compras de los famoso regalos. Hay que procurar la austeridad y – a la vez- recordar a aquellos cientos de niños de escasos recursos económicos, que no pueden tener el goce del que mucho de nosotros disfrutamos.
La navidad se ha convertido en días de jolgorio y fiesta. Pero ello no obsta para revivir el espíritu cristiano y pensar en el Niño Jesús, a los Pastores, a la estrella que condujo a representantes de todas las razas a lugar donde un Niño Dios comenzaba su vida terrenal, para alcanzar la magnificencia de un ser Todo Poderoso, encargado de redimir al hombre del pecado y llevarlo por el sendero del amor, hacia esa morada prometida donde todos lo que sigan su enseñanzas puedan encontrar la completa felicidad.
La navidad es un momento de reflexión y de reencuentro en el que generalmente hacemos un balance del año, en el que nos planteamos algunos cambios y en que deseamos a nuestros amigos, a nuestros gobernantes y a nuestro prójimo lo mejor para su vida.
En nuestro departamento y en especial en nuestro Valledupar querido, hay mucho en que pensar y muchos deseos por pedir. Al gobernador Cristian Moreno y a nuestro alcalde Luis Fabián Fernández, mis buenos amigos, espero que Dios les de fuerzas suficientes para que continúen con su vocación de “Trabajar, trabajar y trabajar”… pero igualmente aspiro que les de mucha reflexión, mucha paciencia y mucha tolerancia.
Una cosa clara de la actividad política es la critica que parte de la base de que uno no le gusta por igual a todo mundo; tanto el uno, como el otro tienen sus críticos gratuitos, por su puesto que vendrán días difíciles (campañas políticas), para lo que es importante que se preparen.
Otro consejo, que se cuiden de algunos funcionarios que no han querido dar la talla o a ir al ritmo de ellos y recordarles que el éxito de toda administración radica básicamente entre otras cosas: En las buenas relaciones con el gobierno nacional, con la Asamblea Departamental y el Concejo Municipal, y un buen equipo de gobierno depende de cómo se maneje esto, la administración será blanco de reconocimientos o criticas. Igual pido, aunque es un poco difícil pedir por unos (algunos) diputados y concejales que sean transparentes (muchos de ellos están cuestionados) serios y comprometidos con su trabajo. Clamo, por una oposición seria y constructiva, sin ofensas ni petulancia. Pido se continúe trabajando por la seguridad y se abran los frentes de algunos trabajos y al señor alcalde siga mis orientaciones y recomendaciones.
Quiero destacar que la actividad política prácticamente entrará en receso por espacio de varias semanas, es decir hasta los primeros días de enero cuando se reiniciará con más fuerza que antes, la campaña electoral, para gobernador, alcalde, diputados y concejales. Hasta ahora solo uno ha abierto sede, pues los otros no lo han hecho por miedo a la avalancha que se les viene de los electores pidiendo para la compra de útiles escolares y bien hace por que eso cuesta. La mayoría de los candidatos se quedarán en sus casas pidiéndole al Niño Dios que los ayude.
A mis lectores y amigos y a los que no; desearle una navidad tranquila, amable, símbolo de amor y fe. Para todos la paz, generosidad, fraternidad, esperanza, en la seguridad de que regresando al espíritu cristiano, Colombia y el Cesar serán otra vez el próximo futuro, la Nación y el Departamento del cual todos nosotros nos podíamos sentir justamente orgullosos. Por eso, celebremos bien lo que falta de diciembre.