Tenemos claro que el departamento del Cesar viene gobernado por un hombre de altas calificaciones en gestión. Monsalvo Gnecco se forjó para erigirse en un excelente mandatario. No son palabras sueltas, decir que es creíble, honesto y confiable. Con metódica dedicación logró dimensionar el futuro del Cesar. Es evidente su trabajo exitoso. Hay logros contundentes. […]
Tenemos claro que el departamento del Cesar viene gobernado por un hombre de altas calificaciones en gestión. Monsalvo Gnecco se forjó para erigirse en un excelente mandatario. No son palabras sueltas, decir que es creíble, honesto y confiable. Con metódica dedicación logró dimensionar el futuro del Cesar. Es evidente su trabajo exitoso. Hay logros contundentes.
Deja un desafío enorme para quien lo suceda, no necesariamente para superarlo, sino para inaplazable e ineludiblemente consolidar la ejecución de lo bueno que viene. Y si el relevo se acompaña con un equipo de personas unidas y expertas, mucho mejor.
Si, caras nuevas pero en rotación con el equipo de Monsalvo, no solo porque conocen el tejemaneje de las obras en ejecución sino por estar alineadas con el proceso de eficacia en marcha. Por coherencia no debe haber cambio de rumbo en las líneas de acciones sino materialización de los esfuerzos alcanzados. Ha de haber relevos para oxigenar procesos, pero también enroques en los frentes que lo requieran.
Así las cosas, entusiasma que a Monsalvo lo suceda un líder franco, serio y ordenado. Sencillo, educado y de buenas maneras. Con experiencia política, fuerza de voluntad y de sacrificio. En todo caso nunca será blandengue. Tiene carácter y firmeza.
Afortunado el Cesar que combine una sucesión de administración que tranquilice que per se no se abortarán las ejecuciones de lo planeado y programado, es decir, habrá continuity government. Recuérdese que los programas y proyectos sociales son fuertemente afectados en los cambios de administración o de gobierno. No solo cambian las prioridades sino también las condiciones en que se ejecutan los programas y proyectos.
En análisis de contextos debe haber continuidad en políticas, programas y proyectos a salvos. Y continuidad en las perspectivas de administración eficiente y de gobierno. Ahora, cosa distinta, que habrá sustancialmente corregirse es el diseño de los procedimientos para las contrataciones a fin dar mayor oportunidad a la idónea ingeniería local. Por ejemplo.
Para bien del departamento hay que repetir lo bueno de Monsalvo. Este es un referente para un hombre franco. No se exagera cuando se registra que aquel es una experiencia exitosa de pluri-gestión tangible y de gran futuro político. Otra opción electoral un salto al vacío. Por lo que viene de decirse habrá de diseñarse un programa de gobierno sobre planes de continuidad de la visible agenda que avanza. El concepto de continuidad en las tareas de gobierno ha venido evolucionando, hoy se perfila la responsabilidad social ante las mezquindades gubernamentales y variopintos[H1] intereses personales. Un actuar mediocre que perjudica a la sociedad.
Término la columna invocándole a Franco Ovalle Angarita una frase del filoso alemán Weber: “El político debe tener amor apasionado por su causa, ética en su responsabilidad y mesura en sus actuaciones”. En todo caso, desde ya y con afecto “¡felicitaciones y Gracias!” ex gobernador Monsalvo. Hasta pronto. “¡Bienvenido Gobernador Franco!”. ¿Qué piensan ustedes queridísimos lectores?
Por Hugo Mendoza Guerra
Tenemos claro que el departamento del Cesar viene gobernado por un hombre de altas calificaciones en gestión. Monsalvo Gnecco se forjó para erigirse en un excelente mandatario. No son palabras sueltas, decir que es creíble, honesto y confiable. Con metódica dedicación logró dimensionar el futuro del Cesar. Es evidente su trabajo exitoso. Hay logros contundentes. […]
Tenemos claro que el departamento del Cesar viene gobernado por un hombre de altas calificaciones en gestión. Monsalvo Gnecco se forjó para erigirse en un excelente mandatario. No son palabras sueltas, decir que es creíble, honesto y confiable. Con metódica dedicación logró dimensionar el futuro del Cesar. Es evidente su trabajo exitoso. Hay logros contundentes.
Deja un desafío enorme para quien lo suceda, no necesariamente para superarlo, sino para inaplazable e ineludiblemente consolidar la ejecución de lo bueno que viene. Y si el relevo se acompaña con un equipo de personas unidas y expertas, mucho mejor.
Si, caras nuevas pero en rotación con el equipo de Monsalvo, no solo porque conocen el tejemaneje de las obras en ejecución sino por estar alineadas con el proceso de eficacia en marcha. Por coherencia no debe haber cambio de rumbo en las líneas de acciones sino materialización de los esfuerzos alcanzados. Ha de haber relevos para oxigenar procesos, pero también enroques en los frentes que lo requieran.
Así las cosas, entusiasma que a Monsalvo lo suceda un líder franco, serio y ordenado. Sencillo, educado y de buenas maneras. Con experiencia política, fuerza de voluntad y de sacrificio. En todo caso nunca será blandengue. Tiene carácter y firmeza.
Afortunado el Cesar que combine una sucesión de administración que tranquilice que per se no se abortarán las ejecuciones de lo planeado y programado, es decir, habrá continuity government. Recuérdese que los programas y proyectos sociales son fuertemente afectados en los cambios de administración o de gobierno. No solo cambian las prioridades sino también las condiciones en que se ejecutan los programas y proyectos.
En análisis de contextos debe haber continuidad en políticas, programas y proyectos a salvos. Y continuidad en las perspectivas de administración eficiente y de gobierno. Ahora, cosa distinta, que habrá sustancialmente corregirse es el diseño de los procedimientos para las contrataciones a fin dar mayor oportunidad a la idónea ingeniería local. Por ejemplo.
Para bien del departamento hay que repetir lo bueno de Monsalvo. Este es un referente para un hombre franco. No se exagera cuando se registra que aquel es una experiencia exitosa de pluri-gestión tangible y de gran futuro político. Otra opción electoral un salto al vacío. Por lo que viene de decirse habrá de diseñarse un programa de gobierno sobre planes de continuidad de la visible agenda que avanza. El concepto de continuidad en las tareas de gobierno ha venido evolucionando, hoy se perfila la responsabilidad social ante las mezquindades gubernamentales y variopintos[H1] intereses personales. Un actuar mediocre que perjudica a la sociedad.
Término la columna invocándole a Franco Ovalle Angarita una frase del filoso alemán Weber: “El político debe tener amor apasionado por su causa, ética en su responsabilidad y mesura en sus actuaciones”. En todo caso, desde ya y con afecto “¡felicitaciones y Gracias!” ex gobernador Monsalvo. Hasta pronto. “¡Bienvenido Gobernador Franco!”. ¿Qué piensan ustedes queridísimos lectores?
Por Hugo Mendoza Guerra